tag:blogger.com,1999:blog-16753730753427999362024-03-13T16:54:55.430+01:00El blog de Juan Moscoso del PradoJuan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.comBlogger93125tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-13312913187031707492016-04-10T12:25:00.002+02:002016-04-10T12:26:38.585+02:00<br />
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<h2 style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif; font-size: x-large;">Economía:
estancamiento y
frustración secular.</span></b></h2>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: justify;">
<strong style="font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13.2px; line-height: 18.48px; text-align: justify;">
<strong style="font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Artículo aparecido en "Fundación sistema" en el número de abril de 2016.</span></strong></div>
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<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Un año después del penúltimo salvamento de la eurozona por Mario Draghi y el Banco Central Europeo (BCE) con la puesta en marcha del plan de compra de activos –quantitative easing (QE)–, 720.000 millones de euros de liquidez inyectada en un año, las dudas sobre el crecimiento y el miedo a la deflación siguen con nosotros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En la Unión Europea los consumidores dudan, la inversión no repunta como en otras recuperaciones, el crecimiento flaquea y los mercados languidecen mientras caen los indicadores de confianza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El pesimismo no es sólo europeo, la situación en China y en un número importante de economías emergentes es muy preocupante, la caída del precio del petróleo y de las materias primas y el deterioro del comercio internacional muestran que la economía global no se ha recuperado de los estragos generados por la crisis y que en su conjunto sigue sin saber encontrar una fórmula que conduzca a la estabilización de tasas de crecimiento sostenibles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El sistema financiero, de nuevo, emite señales de alarma, y no sólo como consecuencia de los bajísimos tipos de interés que sin duda dificultan su rentabilidad. En Europa persisten las dudas sobre la calidad de los préstamos y activos del sistema bancario y sobre la suficiencia de su capital; el rescate “a la italiana” de la banca de ese país en enero de este año o los gravísimos problemas del Deutsche Bank en Alemania son el último episodio de esta historia a la que la incertidumbre económica no hace sino prometer nuevos sobresaltos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Tal y como indican la experiencia europea y japonesa, las dudas acerca de la suficiencia de la política monetaria para incentivar el crecimiento arrecian. Hasta la OCDE, último refugio de la ortodoxia macroeconómica, cree que la política monetaria es insuficiente para garantizar el crecimiento y que es necesario un claro impulso fiscal –inversor aprovechando los bajos tipos– y de reformas para promover el crecimiento de la productividad y el empleo. La OCDE teme que un nuevo shock financiero global, provocado por el miedo a que los elementos que han sostenido el valor de los activos en los mercados financieros desde la crisis se debiliten, vuelva a impactar sobre la economía real.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Todos estos elementos explican la paulatina corrección a la baja de las previsiones de crecimiento para este año y el que viene. La caída del comercio internacional va a repercutir en las exportaciones, al tiempo que los efectos del “viento de cola” del último año –tipos de interés bajos, depreciación del euro y caída del precio del petróleo– van a ir mitigándose. La volatilidad, con todo, es muy alta como muestra el último rebote al alza del precio del petróleo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">En nuestro país, si bien es cierto que la economía española crece más que la media, como nos recuerda el Gobierno en funciones casi a diario, ello se debe a que todavía sigue lejos de recuperar el PIB destruido durante la crisis, aún queda un 40 por 100 por recuperar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Este hecho es una prueba más de la paradoja del crecimiento en las economías maduras. El estancamiento secular, tal y como lo definió Larry Summers, no es sino la constatación de que no es posible crecer a medio y largo plazo por encima de tasas cuyo techo viene marcado por el crecimiento de la productividad total de los factores (PFT). A corto es muy distinto, los ciclos marcan la pauta, creando las condiciones para destruir renta y luego crecer por encima del potencial en tanto existen recursos ociosos –el elevado nivel de desempleo español por ejemplo–. En España la destrucción de empleo desde el comienzo de la crisis ha provocado un aumento de la productividad aparente –valor añadido por hora trabajada– debido al intenso proceso de ajuste de plantillas vivido, pero no de la PTF –calculada como la variación de la producción que no se debe al incremento del capital ni del empleo–. Ello muestra un deterioro estructural de la capacidad competitiva de nuestra economía desde el comienzo de la crisis que sólo podría haber comenzado a corregirse en el último año.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La economía japonesa es probablemente el mejor ejemplo de este paradigma. Una economía señalada durante décadas como la de un país enfermo, pero que, sin embargo, representa el mayor grado de evolución y desarrollo de las economías de mercado. Sin restar importancia a algunos de sus problemas –nivel de endeudamiento, envejecimiento de la población– Japón ejemplariza lo que sucede cuando una economía muy desarrollada alcanza el pleno empleo –nunca recurrió a la inmigración para ampliar su capacidad de crecimiento– y carece de recursos naturales –energéticos– o suelo –para impulsar burbujas inmobiliarias–, de modo que su crecimiento depende en gran medida de la capacidad de su sistema productivo y de su tejido social de mejorar la productividad invirtiendo en capital humano, conocimiento y tecnología. Así, el supuesto enfermo japonés conforma la sociedad más igualitaria de la OCDE, la que mejor predistribuye –la distribución de la renta inicial previa a las actuaciones públicas redistributiva es más justa que en ningún otro país–, la que presenta mayor apego a los valores inmateriales y a la cultura –consumo–, la más longeva y la que más tiempo lleva de manera continua en prácticamente pleno empleo. Raro enfermo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Pero regresando a Europa, y a la del Sur, donde la situación es muy distinta a la japonesa y donde queda tanto por hacer, se pone en evidencia que el Quantitative Easing (QE) no es suficiente como algunos llevamos demasiado tiempo advirtiendo. El BCE y los bancos centrales se están quedando sin opciones para sostener sus intentos de estímulo mientras la demanda languidece y la inversión privada se retrae como consecuencia del ralentizamiento global. Además, algunas economías se enfrentan a riesgos particulares: Italia a las consecuencias de su autorescate bancario; España a las del incumplimiento continuo de los objetivos de déficit por el Gobierno del PP, que le va dejar al próximo Gobierno algo más que una patata caliente como herencia: un ajuste fiscal. Grecia, Portugal, en fin…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La contención salarial, bajos salarios en definitiva, y la inseguridad en el trabajo bajo las nuevas formas de contratación explican parte del fracaso de las políticas expansivas exclusivamente monetarias, como adelantó Keynes hace 80 años cuando alertó acerca de la “trampa de liquidez”. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">La devaluación interna ha sido la única herramienta utilizada para mejorar la competitividad de la economía europea. Los bajos salarios y la precariedad no han contribuido a mejorar el consumo ni mucho menos a endeudarse vía crédito en bienes de consumo duraderos, más aun teniendo en cuenta los todavía elevados índices de morosidad bancaria –y de endeudamiento–.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Si bien algunas economías europeas como la alemana o las nórdicas podrían asimilarse en algunos aspectos a la japonesa –desde luego no en cuanto a la llegada de flujos de emigrantes–, en Europa existe un grave problema de demanda que impide la utilización de todos los recursos disponibles como muestran las elevadas tasas de desempleo que apenas disminuyen. La inversión es insuficiente para garantizar tanto la demanda como la mejora de la productividad imprescindible para que la economía europea genere empleo de calidad y sea más competitiva. Según el FMI, la inversión en infraestructuras, por ejemplo, es en Europa inferior a la necesaria para garantizar su mantenimiento y desarrollo, así como el aumento de productividad. En España la inversión de las empresas en 2015 sigue siendo un 50 por 100 inferior que la realizada en 2007, mientras que el ratio de inversión sobre ventas ha caído a los niveles de 1995.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Europa y también la economía global necesitan medidas urgentes que permitan, por ejemplo, canalizar ahorro privado hacia este tipo de inversiones utilizando con inteligencia las instituciones públicas existentes (BEI, Banco Asiático de Infraestructuras, BERD…). ¿Alguien se acuerda del Plan Juncker? Europa no reacciona.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">El económico es el verdadero problema de fondo de la sociedad europea, el estancamiento secular está generando una frustración secular que es el origen de la crisis política y de confianza en nuestras instituciones democráticas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Desde la derecha se critica la política del BCE porque no acomete los verdaderos problemas de la economía europea –endeudamiento, exceso de capacidad y tamaño del Estado–, que desde su punto de vista exigen reducir impuestos y dejar más espacio para la iniciativa privada. Esta crítica olvida los problemas de crecimiento de las economías próximas al pleno empleo –de nuevo la productividad–, así como el hecho de que las economía más productivas y con rentas más elevadas no son precisamente las que menores niveles de gasto público presentan –pero sí las que disponen de cuentas públicas equilibradas en el ciclo y no subvencionan infinitamente actividades obsoletas–.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "arial" , "helvetica" , sans-serif;">Europa debe reflexionar acerca del modelo productivo sobre el que quiere sustentar su sociedad en el futuro y sobre su modelo de bienestar. España, por ejemplo, está generando empleo de mucha peor calidad que el que la crisis destruyó. Está bien tapar los socavones de una carretera, pero no es lo mismo hacerlo con asfalto que con tierra o arena, y eso es lo que está sucediendo en nuestro mercado laboral. Sin empresas competitivas respaldadas por un marco regulatorio que garantice su crecimiento y globalización, y sin un sistema que apueste por los individuos, por la educación, el conocimiento, el mérito y capacidad y el capital humano no podremos sostener las políticas sociales que garanticen la igualdad de oportunidades y la justicia social como demandamos desde la izquierda. </span></div>
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Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-61428379622385915692015-08-26T14:51:00.001+02:002015-08-26T14:51:23.851+02:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Un Socialista imprescindible.</span></h2>
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<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
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<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "Diario de Noticias" el 26 de agosto de 2015.</span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con Txiki se nos va el último de los fundadores del PSOE moderno. Junto a Felipe González y Alfonso Guerra puso en marcha la maquinaria política más moderna y potente de la democracia española y renunció a estar en primeras filas de la política para velar por el funcionamiento del partido, tanto en sus tiempos de secretario de organización como después cuando siempre estuvo en los momentos en los que hubo que tomar decisiones más difíciles y trascendentes. Él simboliza y prácticamente personalizó aquel épico socialismo vasco que fue motor del socialismo español.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Txiki Benegas fue un político generoso que entregó su vida al partido. Era el último de esa generación que siguió activo hasta el final y ha muerto siendo todavía diputado en el Congreso. Para mí, fue un referente y prácticamente un mito desde mi adolescencia, creo recordar que la primera vez que le saludé fue en Pamplona en el verano del 83, cuando yo tenía 16 años, y entonces nunca imaginé que algún día llegaría a tener el honor de compartir escaño con él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Yo recuerdo muy bien mis primeros días con Txiki Benegas en el Congreso, en el que nunca ahorro esfuerzos ni tiempo para ayudarnos a los más jóvenes a entender y comprender lo que significaba ser diputado a Cortes. Siempre estuvo ahí, siempre preocupado por enseñarnos, por transmitir el rigor y el inmenso honor que suponía representar al Partido Socialista Obrero Español en el Congreso de los Diputados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Txiki Benegas fue un político de una inmensa generosidad, renunció a ser lehendakari a pesar de haber sido el político más votado en las elecciones de 1986 al Parlamento Vasco. Pero en su sentido de Estado, su lealtad y su apuesta por la paz y el diálogo y la concordia, hizo de él un mito entre todos los socialistas y también entre los políticos de otras formaciones, tanto en nuestro país como en el extranjero.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin Txiki echaremos en falta su talante, su sentido crítico, su inteligencia y siempre su agudeza. Era imposible tomar ninguna decisión todavía hoy sin contar con la visión y el punto de vista de Txiki.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nunca olvidaré la inmensa satisfacción que sintió, como sentimos todos, cuando ETA anunció el final definitivo de la violencia. Él, que enterró a más compañeros que nadie asesinados por ETA y él, que siempre creyó en la paz, en el valor del diálogo como instrumento político de reconciliación, en la democracia y en la justicia y en el perdón, pero no en el olvido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En los últimos tiempos Cataluña constituía una de sus principales preocupaciones. Junto a Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien construyó una gran amistad, participó entre bastidores en la redacción de la Declaración de Granada, documento que constituye la base de la propuesta del PSOE actual para reformar la Constitución y avanzar hacia una España federal. Txiki Benegas fue, sin duda, uno de los políticos a los que más debe nuestra todavía joven democracia. Un gran demócrata y un gran socialista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¡Adiós, Txiki! ¡Hasta siempre!</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-4940104904933256092015-07-17T18:42:00.001+02:002015-07-17T18:42:57.215+02:00<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
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<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<h2 style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; margin: 0px; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: x-large;">Grecia y Europa al límite: el reto de la Socialdemocracia. </span></span></h2>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
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<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en la revista "sistema Digital" el 17 de julio de 2015.</span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para hacer una lectura mínimamente positiva del acuerdo sobre el tercer rescate de Grecia basta con tener en cuenta un solo elemento: Grecia continúa en el euro lo cual, en principio, refuerza la irreversibilidad de la moneda única. Por desgracia la negociación, o más bien el inaudito combate vivido, se produjo confrontando dos alternativas, la de la permanencia frente al “Grexit”. Por esta razón el gobierno de Grecia asumió un acuerdo durísimo primando por encima de todo y con poco margen para matices la permanencia en la eurozona.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, la irreversibilidad es un concepto absoluto que no permite graduación, ni se refuerza ni se debilita, o es o no es. Las continuas afirmaciones del ministro alemán de finanzas Schäuble, y su propuesta de salida temporal de Grecia del euro, generan inquietantes dudas de fondo que sin duda los mercados interpretarán en cuanto vuelva a haber problemas. Esta posibilidad, que estuvo sobre la mesa del Eurogrupo, esboza una futura potencial ruta de salida del euro y no sólo para Grecia, justamente lo contrario de lo que el controvertido acuerdo persigue. Algo se ha roto quizás para siempre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por otra parte, la lectura negativa del acuerdo también tiene fundamento, no sólo por su contenido, sino también por el innecesario deterioro adicional encajado por la economía griega, por sus ciudadanos, e incluso por el conjunto de la economía europea, y sobre todo por cómo se ha negociado y por lo que ha ocurrido tanto en el Eurogrupo como en el Consejo Europeo. Gruesas palabras en un clima de enfrentamiento y tensión que van a exigir un inmenso esfuerzo conciliador durante mucho tiempo para reconstruir el mínimo clima de confianza imprescindible para seguir construyendo entre todos el proyecto europeo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ha vuelto a quedar claro que sigue sin existir una alternativa al esquema de gobernanza económica impuesto por Alemania y los países centrales del euro, a pesar del evidente fracaso en materia de crecimiento, desapalancamiento, mejora de la productividad, creación de empleo –como se quiera medir- de los países con mayores problemas. La zona euro no puede convertirse en una trampa permanente para los países menos virtuosos condenados a la deflación y a políticas procíclicas como si nada. No se puede continuar por el mismo camino si se pretende evitar no tanto la expulsión como alguna baja voluntaria del euro en un horizonte temprano. Europa ha salido muy debilitada de esta crisis.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces, ¿cómo queda Grecia? ¿Mejor o peor que antes? Es evidente que Grecia y sus ciudadanos están mucho peor ahora que hace 6 meses e incluso que hace 15 días. La pregunta es si podrían haber estado mejor, y por </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">desgracia la respuesta es sí. La negociación, la estrategia de su gobierno, ha sido catastrófica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es evidente que este gobierno griego no es el único y ni siquiera el principal responsable de la situación, que se remonta a mucho más atrás, y es evidente también que la estrategia seguida por la Unión Europea y por el Eurogrupo ha resultado fallida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En Grecia los errores se remontan a todos los gobiernos anteriores que renunciaron a modernizar su país (o no pudieron) y mintieron en la publicación de sus cuentas públicas. Errores también del gobierno actual de Syriza por su incapacidad tanto para poner en marcha reforma alguna en 6 meses de gestión como para negociar con Europa. Un gobierno que ha desaprovechado la oportunidad que los ciudadanos griegos le dieron en las urnas y que más que evitar ha propiciado con su irresponsable comportamiento el brutal deterioro de su economía durante las últimas semanas, incrementando el sufrimiento de los ciudadanos griegos que han sumado un corralito bancario a la cadena de tragedias que padecen desde hace años.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Grecia ha cometido muchos errores, demasiados, pero Europa también. Y ambas fuentes de error, griega y europea, están interrelacionadas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Errores de las instituciones europeas que con su permanente miopía en el tratamiento de la crisis forzaron a Grecia a acometer recortes drásticos que deprimieron su economía en nombre de la austeridad. También, unas instituciones europeas que erraron al no plantear con determinación desde hace mucho antes, desde la adhesión de Grecia a las Comunidades Europeas en 1981, la necesidad de llevar a cabo las reformas imprescindibles para modernizar el país y sus instituciones, para eliminar privilegios, para combatir la corrupción y garantizar el crecimiento económico y la cohesión social en Grecia. Reformas y modernización que los países bálticos, por ejemplo, que fueron Unión Soviética y que firmaron su adhesión casi 25 años después que Grecia, pusieron en marcha en un plazo ejemplar. Países que junto a otros 6 Estados miembros tienen una renta per cápita inferior a la griega.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así mismo, la agónica escenificación de la negociación, trasmitiendo una imagen de desigualdad y desequilibrio entre acreedores y deudores, entre el norte y el sur, es impropia de la Unión, es simplemente inaceptable e insostenible. Europa es poner en valor lo común, que es mucho, y no exprimir las diferencias. Europa es democracia, más democracia y mejor, y no menos o peor. Europa es un proyecto político y no sólo económico.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo ello ha dinamitado la confianza, el único sustento real del modelo comunitario. El acuerdo, cualquier acuerdo entre socios europeos, no sólo debe ser solidario sino que debe ser compatible con el normal funcionamiento </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">democrático de las instituciones nacionales que deben asumir su responsabilidad en la ejecución de lo pactado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde una perspectiva progresista y europeísta resulta inevitable realizar una lectura política sobre el sistema de gobernanza económica del euro que no puede continuar por el mismo camino. Es insostenible seguir así. Es preciso reconstruir y recuperar la confianza en Europa y en las instituciones comunes por lo que es necesario abrir un debate inmediato a partir del documento de los 5 presidentes de las instituciones europeas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> (En esta dirección, en Español: <a href="https://goo.gl/02Hhqz">https://goo.gl/02Hhqz</a>)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los socialistas y socialdemócratas europeos debemos ser mucho más ambiciosos que lo que proponen los 5 presidentes, con el objetivo de cerrar cuanto antes un calendario de reformas profundas para Europa y para el euro. Reformas que refuercen la legitimidad democrática de las decisiones del Consejo y de la Unión en su conjunto, y que profundicen en la integración fiscal y política. Grecia y Europa están peor que hace seis meses, sí, pero también están mejor con este acuerdo que sin acuerdo. El sueño europeo ha salido muy tocado de este episodio. A partir de ahora Europa se la juega. Europa necesita audacia, propuestas y también realismo y verdades. Una vez más, ya ocurrió con los multiplicadores fiscales, el análisis del FMI de esta semana sobre la insostenibilidad de la deuda griega y la necesidad de quitas o de una mora de décadas ha vuelto a poner en evidencia a la Unión. Schäuble dice que lo prohíben los Tratados, pero no explica que el Tratado de la Unión marca como objetivo el progreso y la prosperidad por el bien de todos sus habitantes, o que el método aplicado a Grecia ahora y antes a Chipre es el resultado de un acuerdo intergubernamental ajeno a los Tratados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin Hollande y Renzi probablemente Grecia ya no estaría en el euro. Sin el empuje de ambos no habría habido acuerdo. Un acuerdo que incluye una propuesta de reestructuración de la deuda, un fondo de inversiones para el crecimiento de 35.000 millones de Euros, casi el 20% del PIB de Grecia, un exigente fondo fiduciario de garantía de 50.000 millones de euros que Grecia dotará con cargo a futuras privatizaciones –veremos cómo lo hacen porque esa cifra es superior al del valor de capitalización bursátil de la bolsa de Atenas-, y un paquete de reformas que esta vez debe servir para retornar al crecimiento y crear empleo y actividad para poder sostener el modelo de sociedad europea también en Grecia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Es esto suficiente? ¿Es satisfactorio? ¿Es este acuerdo todo lo que puede ofrecer la socialdemocracia? Si la respuesta socialdemócrata a esta crisis ha sido garantizar la continuidad de Grecia en el euro porque la alternativa conservadora proponía la salida, el “Grexit”, entonces hay que dar contenido a la permanencia de Grecia en la moneda única. El enorme sacrificio que</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">supondrá para Grecia intentar crecer anclada al euro debe tener garantías, primero, de que lo va a conseguir, y segundo, de que la cohesión económica y social va a mejorar en el futuro. Si no es así la permanencia en la moneda única dejará de tener sentido como éxito socialdemócrata frente al potencial “Grexit” conservador. Seguir en el euro, sí, pero con algún fin, para lograr algo. Ese es el gran reto que la izquierda socialista y socialdemócrata europea debe afrontar ahora. El de volver a dotar de contenido el sueño europeo de la integración y progreso continuo que estas semanas fatídicas han dejado más debilitado que nunca. Europa merece la pena.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-84557735272486234572015-04-29T11:48:00.002+02:002015-04-29T11:48:45.448+02:00<br />
<br />
<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: x-large;">Grecia,
pero también los demás.</span></span></h2>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "Temas para el debate" el 27 de abril de 2015.</span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">A pesar
del creciente pesimismo sobre la posibilidad de encontrar una salida justa y
solidaria a la situación griega todavía es posible hacerlo. Es compatible
lograr que los ciudadanos y ciudadanas de Grecia vuelvan a confiar en un futuro
de estabilidad, empleo y crecimiento dentro del euro, mientras el conjunto de
Europa crece y refuerza la gobernanza democrática de la economía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Hoy, como
siempre, la salida del euro de Grecia, el “Grexit”, constituiría una insensatez
de consecuencias imprevisibles no sólo para Grecia, sino para el conjunto de la
Unión Europea y para el proyecto de construcción europea. Hay que recordar que
fuera de Europa no hay nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La
solución para Grecia debe ser el primer resultado visible del giro que los más
optimistas creen que ya ha comenzado a dar la política económica europea tras
el fracaso de la austeridad entre 2010 y 2014. una estrategia que ha colocado a
Europa en una situación peor que la de partida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Con
timidez, el esfuerzo de los socialistas europeos comienza a ser reconocible. El
Plan Juncker, un plan que apunta en la dirección correcta aunque con mucha
menos ambición de la necesaria, es consecuencia directa del programa con el que
concurrimos a las elecciones europeas en mayo de 2014. La Unión Bancaria, a
pesar de sus carencias, no se hubiera materializado sin el impulso que le dio
el Presidente Hollande a partir de 2012.Tampoco el giro dado por el Banco
Central Europeo desde que lo preside Mario Draghi, el principal responsable gracias
a su política monetaria acomodaticia lla la europea" de la mejoría de las
perspectivas de crecimiento, habría tenido lugar sin el constante tesón de la
socialdemocracia europea. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">El último
episodio de la crisis de Grecia ha sido el vinculado con el cumplimiento de sus
compromisos del mes de abril con el FMI. Esta nueva prueba ha vuelto a generar
demasiado desgaste y ha vuelto a demostrar la insostenibilidad de continuar mes
a mes, semana a semana, viviendo al límite, al borde del precipicio. Tanto el
nuevo Gobierno de Syriza como el Consejo liderado por Angela Merkel han errado
su estrategia. La probabilidad de que ocurra un "accidente" aumenta
día a día, entendiendo por ello incurrir en un impago que podría desencadenar
una cadena de acontecimientos incontrolables. La situación es tan crítica que
es difícil imaginar avances a corto plazo que alejen la posibilidad de un
impago soberano más allá de 3 meses. Trimestre a trimestre, y así
indefinidamente, no parece sostenible. Se negocia al límite de lo económico y
de lo político —la reclamación de indemnizaciones de guerra a Alemania o el
viaje a Rusia— sin ser consciente del riesgo en el que se está incurriendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Grecia
necesita un plan de solidaridad y crecimiento, y un plan de gestión de su deuda
creíble y compatible con el crecimiento. A medio plazo no resulta verosímil
plantear una tuta de salida de la situación actual que exija una comprobación
constante de las reformas adoptadas. Grecia y el resto de la Unión deben ser
capaces de alcanzar un acuerdo creíble y estable que no genere una nueva crisis
cada fin de mes, cada vez que haya vencimientos de letras del tesoro o cuando
corresponda atender a las obligaciones crediticias que se decida mantener en un
potencial nuevo acuerdo. Sin confianza Europa es imposible. una salida de
Grecia del euro sería letal para el futuro de la unión, generaría pérdidas
irrecuperables a sus acreedores —dinero de los contribuyentes— y abandonaría a
los ciudadanos griegos en medio de una tormenta geopolítica perfecta en su
región, Europa, sí, pero también la del Mediterráneo oriental y mar Negro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">La Unión
Europea y Grecia no pueden ser a la vez socios y acreedores porque somos una
Unión de ciudadanos por encima de cualquier otra cosa. Por esta razón los
socialistas españoles del PSOE creemos que, una vez cerrado el esquema
institucional de creación y puesta en marcha de la Unión Bancaria, ha llegado
el momento de acometer la creación de un Fondo de Amortización de Deuda. En
línea con la propuesta aprobada por el Parlamento Europeo, este Fondo podría
emitir Eurobonos que servirían para mutualizar la deuda pública de los países
miembros que supere el 60% del PIB, límite establecido en el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento. En un principio esta emisión podría limitarse incluso
solamente a Grecia o a los países que lo solicitaran porque su aplicación
podría razonablemente ser paulatina. Estas medida implicaría crear un instrumento
de garantía de pago de la deuda soberana afectada respaldado por el Mecanismo
Europeo de Estabilidad (MEDE), que dado el volumen actual de dicha deuda y de
capital de MEDE no exigiría desembolso adicional alguno. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Sin una
solución que alivie la carga de la deuda pública y dé oxígeno a su economía,
como propusimos desde el PSOE en enero de este año, no será posible avanzar
hacia solución alguna. Para ello es necesario facilitar el alargamiento de
plazos y rebajas del tipo de interés en el pago de su deuda pública. El escaso
margen que se pueda lograr por esta vía, que es urgente porque el bloqueo de la
situación está deteriorando el crecimiento griego desde las últimas elecciones,
debe utilizarse para poner en marcha medidas que incentiven el crecimiento.
Medidas de inversión que no generen más déficit y que pongan a prueba la
capacidad solidaria del resto de la Unión y en particular de la Europa
"central". La mejor manera de impulsar el crecimiento sin incurrir en
más endeudamiento es combinar los efectos del “quantitative easing” del BCE con
el aprovechamiento del margen fiscal disponible en países como Alemania, en el
que, por ejemplo, la inversión neta es negativa desde hace casi una década,
mientras que ha acumulado un superávit por cuenta corriente equivalente al 75%
de su PIB en una década. una enfermedad macroeconómica, aunque de otra
naturaleza que la griega. Desequilibrios fruto de la hegemonía del llamado “ordoliberalismo"
alemán que confunde valores morales con elementos objetivos de la teoría
económica. Cualquier acuerdo creíble sobre Grecia exige un cambio de rumbo
claro en la economía del conjunto de la Unión y no digamos de la eurozona, y
ello exige otra actitud de los países de la austeridad y de sus acólitos del PP
europeo. Otra política económica es posible los Estados Unidos de Obama lo han
demostrado. El FMI ya advirtió acerca de la mediocridad de la calidad del
crecimiento europeo, de la imposibilidad de recuperar los niveles de renta y
empleo previos a la crisis, de la insuficiencia de inversión —pública y
privada— para crear actividad y emplear nuestra bolsa de paro en puestos de
trabajo de calidad —buenos empleos— y sostener al mismo tiempo nuestro sistema
de bienestar —población envejecida—y luchar con éxito contra la creciente
desigualdad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Todos,
tanto Grecia como el resto de países de la Unión Europea, necesitamos alcanzar
mayores tasas de crecimiento nominal que permitan crear empleo y reducir el
endeudamiento de Administraciones, empresas y familias. La puesta en marcha del
Plan Juncker debería acelerarse al máximo y dar prioridad a los países con
tasas de desempleo más elevadas, como ocurre en Grecia. Asimismo, el Plan
Juncker debe complementarse con un Plan de Reindustrialización, de inversiones,
coordinado a escala europea, pero con un importante componente de inversión
doméstica en cada Estado miembro. Las inversiones contempladas por este Plan se
dirigirán a empresas ya existentes de dimensión europea o nacional y a
proyectos de emprendimiento. Estas inversiones no deberían computar a efectos
de control del déficit y, para evitar la generación de desconfianza a escala
comunitaria y por cualquier Estado miembro, las decisiones de inversión y el
control de la evolución de los proyectos deberían ser realizados a escala
comunitaria. Su efecto sobre el crecimiento puede ser mucho mayor que el de los
Fondos Estructurales y Fondo de Cohesión del ciclo económico anterior, sin
destinarlos a finalidades improductivas y evitando aquellos que exijan procesos
de maduración y amortización muy largos como algunas infraestructuras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: Arial; font-size: 10.0pt;">Grecia
debe afrontar con realismo la necesidad de hacer todo lo necesario para poder
generar empleo en un contexto que nada tiene que ver con el previo a la crisis.
Pero no sólo es Grecia, es también el resto de Europa, porque sin un verdadero
giro en la ruta económica de Europa, de toda ella, Grecia no podrá superar la
crisis, y quizás otros miembros de la eurozona tampoco.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-70701551106131114782015-04-22T16:00:00.001+02:002015-04-22T16:00:34.664+02:00<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Time to rediscover the credible centre ground.</span></h2>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "Policy Network" el 21 de abril de 2015.</span></strong><br />
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">European progressives need to rediscover their capacity to advocate a credible centre ground, and regain the courage to lead</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">The crisis in Greece serves as a warning to democrats everywhere. The country that centuries ago gave birth to the democratic ideal has the potential today to ignite a populist revolt that could engulf its neighbors and bring Europe to its knees. European leaders have chosen to punt decisions on Greece’s economic future until the summer. In the intervening months, progressives need to define a pro-growth alternative and bring about a ‘European spring’.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">In France, Italy and Spain, as elsewhere across the Mediterranean, the threat is tangible. There are little or no significant signs of economic growth. Populist movements from Podemos, to Five Star and the National Front remain strong or are gaining momentum. In this context, the voice of the pro-growth progressive left is trapped in a pincer movement between an ideological right wedded to Angela Merkel’s austerity agenda and disenchanted voters encouraged to blame Europe, foreigners and immigrants for their current woes. The Spanish Socialist Workers Party´s (PSOE) results in Andalucia are great news for progressives but there is still a lot to achieve in coming elections.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Across Europe, then, we are experiencing a leadership crisis. Conservatives seem content to bury their head in the sand and place blind faith in calls for structural reform. The ‘Juncker plan’ is the latest example of this fruitless and failed path. Similarly, progressives seem incapable of mustering the intellectual rigor or the political will to design, propose and pursue a credible pro-growth alternative. In this vacuum, populists are pushing the romanticised ideals of Caracas and Porto Alegre rather than the hard-earned progress of Scandinavia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">The time has now come for progressives in Europe to take ownership of the current crisis: to carve out a political space characterised by realism, facts, and credible policies able to engender economic growth and business competitiveness, and promote social justice. Properly synchronised policies focused on social justice and economic competitiveness can help foster a virtuous circle of inclusive prosperity. Unfortunately in Spain, Podemos claims we can afford Scandinavian public services without the dynamism of their economy, while Ciudadanos warns that Nordic competitiveness is only achievable without its welfare.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">The time has now come to move beyond these arcane and unhelpful dichotomies, to stop opposing welfare and competitiveness, or growth and structural reform. All the structural reforms in the world will not deliver growth, just as a massive demand stimulus or mutualising national debt will not improve the competitiveness of French and Italian industry, or make Spain’s social contract sustainable.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">The issue is one of choreography and timing. Supply-side measures will only produce results if they are accompanied by the investment necessary to deliver productivity gains. Moreover, good jobs in a competitive economy are the best route to social justice, but they also require investment in innovation and research and development, education and skills, more effective institutions, and new infrastructure. This could not be further from the route Prime Minister Manuel Rajoy chose for Spain – internal devaluation achieved by axing wages and reducing welfare without any strengthening of capital investment. Today, Spaniards are being led in a race to the bottom, when with aspirations for investing in human capital, technology and innovation, and physical capital would could win a race to the top.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Spain, and Europe, needs a new deal, one based on coherent mix of supranational investment and domestic reform, accompanied by a better coordination of macro-economic policies. In the case of Germany, measures to increase Europe’s aggregate demand and mutualise debt must now proceed. This must move forward in tandem with concerted efforts at domestic reform. And these must be supported by greater action at the European level, which is why PSOE recently presented its own re-industrialisation strategy for Europe, focused on investment in human capital and skills.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">For this balance to occur, however, European progressives need to rediscover their capacity to advocate a credible centre ground, and regain the courage to lead. Jacques Delors, was fond of saying the EU was like a bicycle: easy to ride as long as it was moving forward, likely to fall once it stopped. Europe needs a new sense of direction and greater balance if it is to survive. Only a credible pro-growth progressive voice can provide this. By moving forward Europe can escape the current crisis, but we should be under no illusions – time is running out for the European dream.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-85243652638164000052015-03-25T14:51:00.002+01:002015-03-25T14:51:30.944+01:00<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Pleno del Congreso de los Diputados de 24/03/2015.</b></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">TOMA EN CONSIDERACIÓN DE PROPOSICIONES DE LEY.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>DEL GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO, ORGÁNICA POR LA QUE SE MODIFICA LA DISPOSICIÓN ADICIONAL SEGUNDA DE LA LEY ORGÁNICA 8/1980, DE 22 DE SEPTIEMBRE, DE FINANCIACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS</b>. (Número de expediente 122/000178).</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El señor <b>MOSCOSO DEL PRADO HERNÁNDEZ</b>: Señor presidente, señorías, quiero comenzar transmitiendo a las familias de las víctimas nuestro pesar y nuestras condolencias por el terrible accidente de esta mañana en los Alpes franceses del avión de Germanwings.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Señorías, debatimos hoy la toma en consideración de esta proposición de ley de reforma de la Ley orgánica de financiación de las comunidades autónomas, Lofca. El objeto de esta reforma, que compartimos, es defender el ordenamiento foral como base de constitucionalidad, cuestión de cierta complejidad jurídica, como luego explicaré, pero que pretende, como todos compartimos en mi grupo, unificar y reforzar el bloque de constitucionalidad que legitima el fuero, con el fin de evitar futuros problemas de interpretación como los que hemos conocido recientemente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es necesario evitar conflictos como los generados con las diferentes sentencias del Tribunal Constitucional sobre la naturaleza del convenio económico entre Navarra y el Estado. Señorías, en los debates que celebramos en esta Cámara los días 14 de octubre y 17 de diciembre quedó acreditado que los conflictos que hemos vivido en esta legislatura son incompatibles con la naturaleza del ordenamiento foral y también con su razón de ser paccionada. Nunca desde que estamos en democracia había habido un tiempo tan difícil para el autogobierno de Navarra como el vivido en esta legislatura ni nunca se había abierto una brecha tan profunda entre el Gobierno de Navarra y el Gobierno del Estado como la que se ha abierto en esta legislatura; dos gobiernos, uno de Unión del Pueblo Navarro y otro del Partido Popular, que han roto la tradición paccionada y de lealtad institucional que exigen diálogo y confianza entre ambos para trabajar conjuntamente por el interés común.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En estos debates mi grupo pidió lo siguiente; primero, la revisión y retirada de los recursos al Tribunal Constitucional impuestos por el Gobierno central contra las leyes aprobadas por el Parlamento de Navarra, tal y como la Cámara foral aprobó en septiembre del año pasado; y segundo -lo pedimos sobre todo en el debate de diciembre-, proceder a la adaptación y reforma -aunque sin decir cómo- de la disposición adicional segunda de la Lofca debido a su carácter previo a la Ley orgánica de reintegración y amejoramiento del fuero. Hay que recordar que la Lofca se aprobó en el año 1980 y la</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lorafna, nuestra ley básica constitucional en Navarra, en el año 1982 para garantizar en el bloque de constitucionalidad el reconocimiento pleno del régimen foral navarro así como la condición de comunidad foral de Navarra y todas aquellas modificaciones necesarias para, por ejemplo, garantizar el reconocimiento de Navarra para regular sus propios tributos. También entonces pedimos que se acometiera cuanto antes en el seno de la comisión negociadora del convenio económico la actualización del convenio económico para el quinquenio 2015-2019, y eso ya se ha producido. El pasado 17 de febrero se cerró esa actualización e incluso ese nuevo convenio ya ha sido ratificado por el Parlamento de Navarra en un debate que tuvo lugar el pasado 27 de febrero; debate que también tendremos aquí pronto y que mi grupo, lo adelanto ya, apoyará con su voto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Señorías, el convenio económico es instrumento y pieza fundamental del autogobierno de la Comunidad Foral de Navarra. Por ello hay que alegrarse del acuerdo alcanzado, sobre todo dado el contexto en el que se ha producido; contexto no favorable de enfrentamiento, de conflicto y en el que es evidente que el Partido Popular -como ya han dicho otros portavoces- está abogando más que nunca por una recentralización del Estado autonómico que también afecta a la Comunidad Foral de Navarra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El texto del nuevo convenio, de naturaleza paccionada, como no puede ser de otra manera porque así lo que dice la Constitución, es bueno no solamente porque resuelve el conflicto entre Navarra y el Estado por el IVA de Volkswagen, que ya ha sido mencionado por otros portavoces, sino también porque introduce modificaciones que deberán ser tenidas en cuenta a partir de ahora tanto para aquellos que quieran recurrir ante el Tribunal Constitucional normas navarras, ya que se lo tendrán que pensar más porque eso lo dificultará, como para el propio Tribunal Constitucional a la hora de establecer sus propias interpretaciones de futuras leyes. Aunque ese no es el debate objeto del día de hoy, tal y como defendió mi compañero Juan José Lizarbe el pasado 27 de febrero en el Parlamento de Navarra, con el nuevo convenio habrá menos argumentos para recurrir y el Tribunal Constitucional tendrá que medir más sus sentencias.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Señorías, la Constitución española y la Lorafna definen un rico e inmenso campo de juego democrático. Por eso queremos celebrar desde el Grupo Socialista que se normalice el debate sobre lo que supone el marco constitucional de definición del fuero, y me refiero también al grupo proponente. La legitimidad del fuero es constitucional, recogida en la disposición adicional primera de la Constitución, por la cual se amparan y respetan los derechos históricos de los territorios forales. Hay que recordar que la Constitución fue refrendada en Navarra por el 75% de los votantes, que constituían más de la mitad del censo electoral en aquel momento. De modo que, bienvenidos todos a la normalidad constitucional porque solo mi grupo, el Partido Socialista, de todos los grupos que hoy han intervenido, defendió sin ambages la Constitución, solo el Partido Socialista en Navarra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Voy terminando. Junto al nuevo convenio, que aclara dudas y elimina incertidumbres, hay sin duda un amplio consenso en Navarra sobre la necesidad de modificar la Ley orgánica, la Lofca, tal y como venimos diciendo. También existe, señora Barkos, como usted bien sabe, un rico debate acerca de cómo reformar la Lofca; un debate abierto en el que mi grupo todavía no tiene una posición definitiva. Como decíamos anteriormente, cuando se aprobó la Lofca no había sido aprobada todavía la Lorafna. Navarra entonces no era una comunidad foral y la adicional primera de la Constitución legitimaba nuestro ordenamiento foral y el convenio, remontándose incluso a la Ley Paccionada de 1841. La Lofca recoge esa realidad previa a la Lorafna. Es también relevante recordar la reforma del convenio mediante la Ley 25/2003, que reconoce claramente a Navarra la potestad de establecer tributos propios no convenidos. En definitiva, defendemos todo lo que ya votamos en diciembre y que el Grupo Popular tumbó con su votación porque ya en diciembre votamos la reforma de la Lofca en ese sentido y el Grupo Popular se opuso; espero que no lo haga hoy.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hay varias posibilidades para reformar la Lofca; esta, la que hoy defendemos, fue registrada por la señora Barkos con fecha previa al acuerdo del nuevo convenio, una iniciativa loable que se sustenta en el artículo 45 de la Lorafna, tal y como ella manifiesta. Es verdad que hay otra iniciativa viva en esta casa, registrada mediante enmienda directa a la Lofca -que también está siendo objeto de revisión en esta Cámara-, elaborada por el señor Salvador, que se sustenta en el artículo 39.1.a de la Lorafna. Ambas merecen ser estudiadas, pero sin duda puede haber otras alternativas factibles, incluso sería posible integrar ambas y hacer referencia a los dos artículos. Esto ha generado un amplio debate jurídico entre reconocidos juristas navarros y de otras comunidades autónomas; ya he mencionado a Juan José Lizarbe, pero también está don Fernando de la Hucha, don Simón Acosta o don Juan Cruz Alli. Creo que es muy importante admitir a trámite esta cuestión y entre todos, porque la naturaleza del foro es paccionada, pactar una reforma de la Lofca que </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">satisfaga a todos ya que debe ser en los próximas décadas la base de desarrollo foral y de autogobierno en Navarra. Por esta razón, señor presidente, señorías, votaremos a favor de la toma en consideración de esta proposición de ley. (</span><b style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aplausos</b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-35776543977398643912015-03-23T15:54:00.001+01:002015-03-23T15:55:03.255+01:00<br />
<h1 class="title" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #111111; direction: ltr; font-size: 32px; font-stretch: normal; line-height: 36px; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: center; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Riesgo, responsabilidad, pactos y coaliciones.</span></h1>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<strong style="color: black; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "El Huffington Post" el 23 de marzo de 2015.</span></strong></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El año 2015 va a ser el más electoral de nuestra historia reciente. Las encuestas muestran que los resultados electorales están más abiertos que nunca, descartando, prácticamente en todas partes, la consecución de mayorías claras. Ello, en tiempos de crisis y desafección genera todo tipo de reacciones, incertidumbre, desasosiego... También provoca que muchos reclamen responsabilidad a la izquierda, al menos a parte de ella.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A estas alturas no existe ninguna duda sobre el grave error de fondo que ha marcado la política económica de la Unión Europea desde el estallido de la crisis. Tampoco sobre las equivocaciones colectivas que en España dilapidaron un ciclo completo de crecimiento entre 1993 y 2008, el tiempo del falso milagro económico que más bien fue una burbuja.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una de las consecuencias de ese error que todavía perdura es el desplazamiento de los votantes de izquierdas desde el espacio socialdemócrata hacia el populismo como ha sucedido en Grecia. Un logro más de la política económica impuesta por Alemania. Una política basada en conjeturas morales, pero muy alejada de lo que el sentido común y sobre todo la teoría económica recomiendan. Salvo los cruzados del Bundesbank tipo Weidmann, nadie defiende ya lo que se define con la palabra "austeridad". Ningún organismo internacional lo hace, ningún economista relevante la preconiza, pero sin embargo su filosofía perdura.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Había y hay una alternativa de política económica a lo que se ha hecho y lo que se está haciendo como han demostrado los EE.UU. Entre la austeridad y el populismo de izquierdas hay un inmenso espacio en el que hacer políticas progresistas, socialdemócratas. Políticas que aúnen el aumento de la productividad total de los factores y la mejora de la competitividad con la lucha contra la pobreza, la creación de oportunidades y la reducción de la desigualdad. Políticas que permitan recuperar renta y empleo de manera mucho más rápida, como ha logrado la administración Obama.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde luego en España los acontecimientos podrían haber sido muy distintos si se hubiera seguido una ruta alternativa. Algo que era factible a pesar de que la insostenibilidad de nuestro modelo de crecimiento dejaba poco margen de actuación. Sin embargo no se hizo. ¿Pudo hacerse? ¿Actuamos con responsabilidad o no había alternativa?</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La realidad es que nuestro país asumió la terapia Merkel sin cuestionar el fondo de la misma.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como explica José Luis Rodríguez Zapatero en su libro <i>El Dilema</i>, temí que la caída en un rescate nos devolviera a un estado de ánimo colectivo similar al sentimiento del noventa y ocho", al tiempo que era consciente de que las medidas que se vio obligado a impulsar le obligaban a actuar "en una intersección en la que tus ideas y compromisos se bifurcaban probablemente de manera irremediable". El sincero relato del expresidente recoge con precisión el extremo contexto en el que bajo el principio de responsabilidad en el ejercicio de su cargo dirigió al gobierno de la nación. También, muestra cómo por diferentes razones y desde una perspectiva socialdemócrata, de izquierdas, nunca hubo una alternativa factible a lo sucedido y aplicado. Se pretendió y se logró evitar el rescate, y punto. Hoy sabemos que había una opción mejor. La hegemonía del paradigma conservador y la aplastante mayoría de la derecha en el Consejo Europeo no lo permitieron entonces, ni tampoco ahora. ¿Cómo se pudo llegar a ese extremo?</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ser responsable siempre implica un riesgo: el riesgo de equivocarse. En el epílogo de <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">El Dilema</em> queda patente que apenas había alternativa porque el error de fondo venía de mucho antes tras casi veinte años perdidos por culpa de un modelo de crecimiento equivocado e insostenible. Antes de las durísimas decisiones de 2010 y 2011, la izquierda gobernante había perdido el pulso de la realidad económica de fondo, lo cual no hizo sino ampliar la posibilidad de equivocarse. Otra enseñanza clara, la de la importancia de no perder nunca la visión crítica sobre la realidad, sobre el fondo de las cosas, y no caer en la complacencia.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy, de nuevo muchos miran hacia el PSOE alegando que es el momento de la responsabilidad. A nadie se le escapa que para muchos de ellos responsabilidad equivale a pactar con la derecha en aras del interés general, que estaría gravemente amenazado, o de cierto interés superior. El dilema entre riesgo y responsabilidad es propio de la izquierda democrática, de la socialdemocracia. Siempre se exige responsabilidad a la izquierda porque es responsable. El problema es que tras 20 años de desregulación y de dominio del paradigma conservador en un mundo globalizado y en rápida transformación los instrumentos tradicionales de política económica ya no sirven. Sin gobernanza económica global real no lograremos preservar nuestro modelo de sociedad. Sin esa gobernanza volveremos a vernos obligados a asumir como inevitable un discurso ajeno. Ser responsable exige un rigor y conocimiento absoluto del medio. Ser responsable exige contar con los instrumentos políticos apropiados, crearlos si no existen y saber utilizarlos. Hoy esa responsabilidad se reclama en el campo económico pero también en el democrático porque es incompatible con la existencia de cualquier atisbo de corrupción o clientelismo en las instituciones.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Para ser responsable, porque nos lo van a seguir exigiendo, la izquierda debe reflexionar sobre los límites de las decisiones o de los acuerdos que vaya a adoptar. No sólo se trata de no abandonar los principios básicos de la izquierda, por supuesto, sino de ser consciente de hasta dónde llegan las consecuencias de las acciones responsables.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El reciente acuerdo contra el terrorismo yihadista es un buen ejemplo del riesgo de la responsabilidad. En este caso, al no existir duda alguna sobre la oportunidad y necesidad de fondo de garantizar la unidad democrática frente a esa amenaza, ha sido posible no sólo suscribirlo sino también explicarlo con coherencia a pesar de las voces que se han levantado en su contra. Un acierto. Y eso a pesar de que la derecha, irresponsablemente, no ha sido capaz de renunciar a imponer la eufemísticamente llamada "prisión permanente", aun a sabiendas de que será derogada en cuanto haya un nuevo gobierno, y a pesar de que arriesgaba el propio pacto. Y es que la derecha no sufre tanto cuando es irresponsable.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ambos ejemplos, las medidas económicas de 2010 y 2011 y el pacto contra el yihadismo, muestran que el problema no es tanto pactar como salirse del espacio de tus propios principios ideológicos, por la razón que sea. Los pactos siempre deben poder ser explicados manteniendo la coherencia plena con uno mismo. El problema no es pactar o formar coaliciones, el error es asumir como propias políticas ajenas en virtud de la siempre ambigua responsabilidad. Nunca puede ser responsable apoyar políticas no ya injustas, sino inútiles o equivocadas. No se puede ser responsable asumiendo políticas de la derecha. Tampoco es responsable comprometer las posibilidades futuras del principal instrumento de transformación democrática de la sociedad española en siglos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-align: justify; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La sociedad española hoy exige cambios, pero lo hace desde la inmensa sensación de seguridad que genera el pertenecer a la Unión Europea. El formar parte de Europa, sin duda el mayor éxito de la España moderna, sin embargo, propicia ciertos comportamientos irresponsables. Así, a pesar de que Europa es criticada con dureza en esta crisis de desafección política e institucional, y con mucha razón en algunos casos, por contradictorio que parezca Europa sirve de red. Europa como red de seguridad y por tanto como elemento que facilita la exacerbación de opiniones. Por esta razón la crisis entre Cataluña y el resto del país, o el auge del populismo, parecen cuestiones no tan preocupantes, porque nadie acaba de creer que nuestro sistema pueda llegar a romperse. Porque votar contra todo no va a implicar nada gracias a esa red. Creo que esa sensación de seguridad que nos envuelve es peligrosa porque siempre que Europa o cualquiera de sus naciones han caído en el abismo se han aproximado al desastre de manera imperceptible, casi sin darse cuenta.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-33879867687833724852015-03-01T21:08:00.000+01:002015-03-01T21:08:00.994+01:00<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Así conocí a Ángel Gabilondo.</span></h2>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Xjp1pg8TQDU/VPNxDDOwUqI/AAAAAAAAAEo/Xvph24A4EOA/s1600/01_03_2015%2BJuan%2Bcon%2BGabolondo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-Xjp1pg8TQDU/VPNxDDOwUqI/AAAAAAAAAEo/Xvph24A4EOA/s1600/01_03_2015%2BJuan%2Bcon%2BGabolondo.jpg" height="400" width="300" /></a></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando acabé COU en Pamplona la UPNA no existía. Todavía subsistían los vetustos distritos universitarios y nosotros dependíamos del de Zaragoza. Recuerdo que días después de hacer la selectividad en el lnstituto de Ermitagaña alguien fue a Zaragoza y apuntó las notas de todos los de mi colegio en un papel y nos fue llamando uno por uno por teléfono a nuestras casas, al fijo claro. No había móviles ni internet. Así funcionaba todo en junio de 1984. Muchos de mis amigos y amigas queríamos ir a la universidad, fuimos una generación intermedia, logramos llegar a ella más que los de diez años antes pero todavía mucho menos que los de 10 años después. Y es que era algo complicado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En Pamplona sólo había una escuela universitaria en la que a los tres años obtenías un diploma en empresariales que te servía para licenciarte después en Zaragoza, también teníamos la escuela de ingenieros técnicos agrícolas de Villava, la de ingenieros técnicos industriales del Sario, la escuela pública de enfermería, y la UNED. Y la Universidad de Navarra, claro. El sistema de distrito universitario dificultaba mucho la posibilidad de salir del tuyo, así que Zaragoza era el destino más natural si no lograbas un traslado. Aquél verano del 84 mis compañeros, compañeras y yo nos lanzamos a la aventura de la universidad con diferente grado de éxito porque hubo de todo. Iñaki logró plaza en Sarriko en Bilbao y comenzó allí económicas alojado en una pensión. Angel y Pilar se fueron a Soria a estudiar el primer ciclo de medicina y lograron acabar en Zaragoza. Otros lograron plaza en Zaragoza directamente en primero como Fermín. Javier y Juan comenzaron a preparar el durísimo ingreso en INEF. Tardaron pero lo consiguieron tras años de esfuerzo. Mi segundo Iñaki se puso a trabajar y se matriculó en la UNED. También acabó. Juancho ingeniería en Zaragoza. Eduardo empresariales en Zaragoza. Juanma agrícolas en Villava. Fernando empresariales en la vieja escuela de peritos mercantiles de Pamplona para después acabar en Zaragoza. Cristina empresariales en San Sebastián. Javier se fue a los jesuitas de Deusto. Antxón diseño en Barcelona. Fernando medicina en Madrid. Elena políticas en Madrid porque en toda España sólo había en la Complutense y te garantizaba el traslado. Julián, mi tercer Iñaki, Josecho, Amaya, María Eugenia, y muchos más fueron admitidos en la Universidad de Navarra e hicieron sus carreras sin demasiados problemas. El Gobierno de Navarra y antes la Diputación concedía ayudas a los navarros que estudiaban en ella, pero la Universidad de Navarra tenía sus propios criterios de admisión. Yo me fui a Madrid y tras algunos imprevistos logré matricularme en la Universidad Autónoma, sí, la de Ángel Gabilondo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la Universidad Autónoma de Madrid encontré justamente lo que andaba buscando. Una gran universidad pública abierta y diversa con buenos profesores y alumnos de todo el mundo que era capaz de compaginar la escasez de la época con el sueño de la educación pública de calidad. Siempre ha estado en lo más alto de los ranking, y como todas sufrió periodos de</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">recortes, masificación, sus dosis de endogamia o esclerotización. Yo le debo muchísimo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando se creó la UPNA impulsada por el PSOE contra las resistencias de siempre la vida y el horizonte de los estudiantes de Navarra se transformó radicalmente. Yo siempre soñé a aquella UPNA emergente como algo similar a la Autónoma de Madrid, vibrante y comprometida con el servicio público y con la excelencia docente, arriba en los ranking compitiendo en calidad y resultados con el resto de universidades públicas o privadas, abriéndose paulatinamente a nuevas áreas y titulaciones.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la Autónoma de Madrid estudié Ciencias Económicas, 5 años inolvidables, primero y segundo en grandes grupos, tercero en el Reino Unido en la Universidad de Kent en el primer año de la historia de Erasmus, y cuarto y quinto en un pequeño grupo de 20 alumnos que elegimos la especialidad de Teoría Económica, un verdadero lujo intelectual. Al terminar gracias a una beca estudié un master de postgrado en el Colegio de Europa de Brujas, sólo había 5 españoles en mi programa y 2 éramos de la Autónoma. Años después volví al campus para doctorarme. Tardé 5 años mientras trabajaba y daba clase como profesor asociado. Tras leer la tesis un día recibí una carta en la que se me invitaba a la ceremonia de entrega de diplomas y medallas a los nuevos doctores a la que acudí con orgullo y emoción, de nuevo el viejo campus, los árboles habían crecido mucho casi 15 años después.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y allí estaba el magnífico rector, D. Ángel Gabilondo, quien lo iba decir, y yo con esas pintas recogiendo la medallica. A ninguno se nos podía pasar por la cabeza entonces cuanto íbamos a coincidir después. Qué gran señor, D. Ángel.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-10342732604771342602015-02-26T18:12:00.001+01:002015-02-26T18:12:41.229+01:00<br />
<br />
<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Hay otra política </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">alternativa.</span></h2>
<br />
<br />
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tribuna aparecida en "El Nuevo Lunes" el 23 de febrero de 2015.</span></strong><br />
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<span style="font-family: Arial; text-align: justify;">El
diccionario de la lengua española define “recuperación” como acción y efecto de
recuperar, y “recuperar” como volver a tomar o adquirir lo que antes se tenía.
Por ello, cuando escuchamos que la economía española muestra claros signos de
recuperación, quizás debamos analizar si va a volver a adquirir lo que antes
tenía. El matiz es importante porque aunque en cada ciclo el retorno al
crecimiento se llame recuperación, y aunque el sistema productivo y la
estructura económica se transformen de manera continua, hay otros elementos que
desde una perspectiva ideológica deben ser tenidos en cuenta.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Crecemos,
sí, pero nos dirigimos a una realidad socioeconómica indeseada y
cualitativamente muy distinta a la anterior.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Nuestra
recuperación tiene dos grandes debilidades que se retroalimentan. La primera,
su evidente carencia de modelo de crecimiento a medio y largo plazo. El ajuste
fiscal no sólo ha generado un injusto reparto de los costes de la crisis por la
dureza de los recortes sociales sino que ha cercenado la capacidad de crecimiento futuro. La caída de
la inversión, el colapso de la I+D+i, el castigo a la educación y a la formación
de capital humano, el recorte de las política activas de empleo, no hacen sino
limitar el crecimiento potencial de la economía española.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">La
segunda, el aumento de la desigualdad, que tiene varios orígenes: el
elevadísimo volumen de desempleo, la ruta de salida de la crisis elegida por el
Gobierno en sintonía con el núcleo duro de la eurozona –la llamada
“austeridad”–, y nuestro imperfecto sistema fiscal que por el lado de los
ingresos no grava a todas las fuentes de renta y riqueza con equidad, y que
apenas redistribuye por la vía del gasto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: Arial;">Precarización laboral y social</span></b><span style="font-family: Arial;">. Es un error salir de la crisis apostando por la
precarización laboral y social, por la reducción de costes salariales como
principal vía de mejora de la productividad, olvidando que nuestros principales
competidores afrontan la productividad total de los factores de otro modo. A
medio y largo plazo la vía elegida por el PP, la propia de un modelo productivo
débil y descapitalizado, minimizará la creación de puestos de trabajo estables
y bien remunerados, generando gravísimas consecuencias sociales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">La
economía española desperdició un ciclo completo de crecimiento entre 1993 y
2008, 15 años consagrados al monocultivo del ladrillo en todas sus dimensiones
–constructoras, inmobiliarias, industria vinculada al sector, servicios
financieros e hipotecarios, infraestructuras. Un crecimiento que no sólo era
insostenible sino que es el responsable de nuestra particular crisis
financiera, y el colaborador necesario de la mayoría de casos de corrupción que
han erosionado nuestro sistema institucional, disparando la desafección
ciudadana sobre nuestro sistema democrático. Fue un inmenso error colectivo en
el que participamos todos, Unión Europea incluida, cuyas consecuencias no deben
pagar las generaciones venideras. Cualquier mirada atrás relativiza el llamado
“milagro español” y la pericia de sus protagonistas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;">Con
todo, por muchas razones, hay buenas
noticias. El cambio de actitud del BCE gracias al presidente Draghi. El precio
de petróleo. Incluso el efecto del rescate europeo de nuestro sistema
financiero, una enmienda a la totalidad de la política económica del gobierno
del PP que en 6 meses multiplicó por 3 la prima de riesgo “heredada”. Un
gobierno que demostró que no tenía plan alguno salvo reducir el déficit
-consecuencia y no causa de nuestra crisis-. Un gobierno que no ha levantado la
voz en Europa para exigir otra política monetaria, otra política fiscal –el
insuficiente Plan Juncker es una concesión a las exigencias de los socialistas
europeos-, o políticas de demanda que compensen una austeridad que sólo se
justifica desde la moral alemana y no desde la ciencia económica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<span style="font-family: Arial; text-align: justify;">Había
y hay una alternativa de política económica a lo que se ha hecho y lo que se
está haciendo. Los EE UU, el Reino Unido, lo han demostrado. Entre la
austeridad y el populismo de izquierdas hay un inmenso espacio en el que hacer
políticas progresistas, socialdemócratas. Políticas que aúnen el aumento de la
productividad total de los factores y la mejora de la competitividad con la
lucha contra la pobreza y la reducción de la desigualdad. Una agenda para la
recuperación justa que centre su trabajo en la modernización de nuestra
economía, que aborde una radical reforma de nuestro sistema político, y
conserve nuestro Estado del Bienestar como elemento de cohesión y progreso
seguro.</span><span style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"> </span></span>Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-56983863650665812652014-12-06T12:03:00.000+01:002014-12-06T12:03:03.691+01:00<h2 style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 16px; font-stretch: normal; margin: 0px 0px 1em; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></span></h2>
<h2 style="background-color: white; font-stretch: normal; margin: 0px 0px 1em; position: relative; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Por el 6 de diciembre</span></span></h2>
<h2 style="background-color: white; font-stretch: normal; margin: 0px 0px 1em; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="background-color: transparent;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(y no el 12 de octubre)</span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.</span></span></h2>
<br style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.4799995422363px;" /><br style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.4799995422363px;" /><strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "the Huffington Post" el sábado, 6 de diciembre de 2014.</span></strong><br />
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un año más celebramos el 6 de diciembre, el Día de la Constitución, ajenos a la importancia de la efeméride. Un día desaprovechado que pone en evidencia la más que desafortunada simbología civil de nuestra democracia. El 6 de diciembre podía haber sido nuestro 4 o 14 de julio, pero no fuimos capaces de hacerlo aunque quizás todavía podamos arreglarlo. El 6 de diciembre representa el día en el que todos los deseos y anhelos colectivos democráticos se hicieron realidad. Una fecha, la del 6 de diciembre de 1978, cargada de ilusión, futuro, esperanza, libertad.... Nunca vivimos los españoles un día de mayor ensueño que aquél, los que lo protagonizaron, los que lo recordamos aunque éramos unos niños. Es imposible encontrar otro día con mayor carga simbólica en la España moderna. Por fin vivíamos en democracia y se reconocían las aspiraciones legítimas de todos y todas abriendo un camino que, aunque se sabía que no iba ser sencillo, anticipaba la etapa de mayor prosperidad y libertad de la historia.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo, erróneamente, en vez de apostar como referente por el futuro y la convivencia, por la nueva modernidad, elegimos como Fiesta Nacional de España el 12 de octubre, probablemente para evitar herir susceptibilidades en la caverna. Al concentrar los fastos en el 12 de octubre, fiesta cristiano-católica de guardar -la Virgen del Pilar- que coincide con el día en el que Cristóbal Colón desembarcó en América, se emitió un mensaje contradictorio e incluso demoledor sobre el anhelado sueño democrático y constitucional. El 12 de octubre simboliza el pasado y la nostalgia de una España que ya no existe y que nadie o muy pocos añoran. El 12 de octubre es la fiesta de lo que otros proyectaron en el mundo hace siglos, en un momento histórico que nada tiene que ver con el presente.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">España necesita celebrar el 6 de diciembre como referencia de futuro, de convivencia en diversidad, de optimismo y, sobre todo, de democracia. Pero no lo hacemos, ni quizás lo sigamos haciendo porque el Gobierno del PP ha anunciado que puede llegar incluso a cambiarlo de día para celebrarse el 5, el 7, o el día que sea para evitar que contribuya a crear un <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">puente</em>. Esa es la confianza que tenemos en nuestro proyecto colectivo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La España democrática no la logrado construir una simbología que la represente en sus diferentes facetas, ni con sus símbolos identificativos -bandera, himno-, ni con el establecimiento de festividades civiles compartidas y sentidas por todos. Es verdad que venimos de un pasado particularmente gris en este ámbito, y que vivimos en un país sin apenas tradición de símbolos que se identifiquen con la siempre delicada <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">identidad nacional</em>, por decirlo de alguna manera, como la bandera. Pero es que en democracia no hemos sido capaces de lograr ni lo que el Movimiento Nacional y el Nacional-Catolicismo lograron con el 18 de julio como fiesta <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">civil</em> del franquismo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La inexistencia de una simbología democrática compartida por todos es patente. Un espacio imprescindible e incompleto que debilita la cohesión democrática de nuestras instituciones. Durante <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Transici%C3%B3n_Espa%C3%B1ola" style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #005f4c; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_hplink">la Transición</a>, los que la recordamos, aunque fuéramos niños, nos acordamos de cómo la extrema derecha -lo que quedaba del régimen agonizante, pero que todavía daba mucho miedo- y la derecha en general nunca dejaron de enarbolar la bandera que con un escudo diferente se convertiría a partir de 1978 en constitucional. La derecha sigue haciéndolo en todas sus manifestaciones, prácticamente en exclusiva, y quizás por ello su uso simbólico y colectivo sea el que es salvo cuando juega al fútbol <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">la Roja</em>. Así se comprende que en las grandes concentraciones de la izquierda la bandera casi siempre resulte una rareza.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El fracaso de los símbolos democráticos, de difícil solución el de la bandera -y no digamos ya el del himno- sirve para mostrar la complejidad de nuestro sistema democrático y para poner en evidencia algunos de sus problemas y asignaturas pendientes.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Este hecho se mezcla con otra realidad, la confesionalidad cristiano-católica prácticamente absoluta y omnipresente de la mayoría de celebraciones institucionales, que ya sea por su origen o por una forzada vinculación religiosa casi siempre se celebran acompañadas de una misa católica. El día de la policía -misa en el cuartel por los Santos Ángeles Custodios-, policía foral de Navarra -ídem por el Santo Ángel de la Guarda-, día de la infantería -Inmaculada Concepción- sólo son tres ejemplos entre una casuística prácticamente infinita. Sólo el venido a menos 6 de diciembre tiene un origen laico y civil puro. También somos uno de los pocos países de la Unión Europea en el que el 9 de mayo -el día de Europa- no es festivo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es verdad que en la izquierda, al menos la española, no hemos sido nunca demasiado de banderas. Nuestra bandera son los derechos, las instituciones, nuestra patria, las libertades. Pero ello no quiere decir que no tengamos necesidad de poder expresar por algún cauce de vez en cuando nuestro patriotismo progresista.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un patriotismo progresista en el que, en palabras de Javier Fernández, presidente de Asturias, "la España de los símbolos, los signos y las banderas nos importa menos que la de los hombres y mujeres que trabajan, estudian, que llora o que ríen en ella". Una España en la que debemos sacar partido simbólico y como elemento cohesionador y de progreso a elementos como nuestro idioma común, el castellano, un buen símbolo, que es lo que compartimos y nos proyecta a América y al resto del mundo, y no tanto el descubrimiento y la llamada conquista del 12 de octubre. Es nuestra historia plural y objetiva, el patrimonio cultural, la ciencia o el cine que producimos, o nuestros grandes artistas y escritores como <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_de_Goya" style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #005f4c; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_hplink">Goya</a>, <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Picasso" style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #005f4c; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_hplink">Picasso</a> o <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Miguel_de_Cervantes" style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #005f4c; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_hplink">Cervantes</a>, en un país europeo y rico, en el que por fin las diferentes culturas y lenguas españolas conviven libremente en igualdad. Valores del 6 de diciembre y no del 12 de octubre.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ante este desierto simbólico colectivo se ha dado rienda suelta a los elementos identitarios locales y regionales, casi siempre exacerbándolos, en su mayoría también de origen religioso católico. La vida institucional local y regional se ha hecho asfixiante. Las romerías, procesiones, misas y ofrendas saturan la agenda de la clase política.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los que somos de izquierda sabemos que las identidades nacionales no son culturales, son el resultado de transacciones políticas, son el resultado de acuerdos políticos, son convenciones, invenciones. Las identidades culturales, las reales, son mucho más complejas, son individuales y también grupales, combinan elementos incatalogables, y cuando una de sus combinaciones se convierte en identidad nacional lo es siempre por la vía de la imposición para los individuos y colectivos que no forman parte del núcleo duro de la misma, generando por tanto alejamiento y desafección.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De nuevo, en palabras de <a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Javier_Fern%C3%A1ndez_Fern%C3%A1ndez" style="border: 0px; box-sizing: border-box; color: #005f4c; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration: none; vertical-align: baseline;" target="_hplink">Javier Fernández</a>, "somos menos partidarios de las identidades fuertes que de las identidades múltiples, yo vengo de una tierra en que las identidades se suman, no se restan, pero en un mundo cosmopolita, nosotros construimos nuestra identidad nosotros elegimos nuestra identidad."</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una realidad que constituye un verdadero problema en un país como el nuestro en que todo se politiza y todo sirve para alimentar el enfrentamiento. Una realidad en la que el carácter plurinacional complica la búsqueda de una solución simbólica a esta carencia, como demuestran incluso las cada vez más difíciles relaciones entre el centro y la periferia.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #333333; direction: ltr; font-size: 15px; font-stretch: normal; line-height: 21px; margin-bottom: 15px; padding: 0px; text-rendering: optimizelegibility; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por todo ello, cuando se reforme la Constitución, que se reformará como propone el PSOE, deberíamos volver a celebrar el referéndum el 6 de diciembre, y convertir esa fecha en la principal y única Fiesta Nacional, la de la convivencia democrática en pluralidad y diversidad. Por una vez tendremos que pensar en el futuro dejando atrás para siempre inútiles aires de grandeza y creencia sobrenaturales impuestas. Celebremos, todos juntos, el porvenir.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-48288617799849674372014-11-03T20:58:00.000+01:002014-11-03T20:58:24.787+01:00<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<h2 style="background-color: white; font-stretch: normal; margin: 0px 0px 1em; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-size: x-large;"><span style="background-color: transparent;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Apátridas europeos</span></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">.</span></span></h2>
<br style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.4799995422363px;" /><br style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18.4799995422363px;" /><strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "the Huffington Post" el sábado, 18 de octubre de 2014.</span></strong><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Leyendo este verano me topé con Fernando Pessoa, mejor dicho, con su heterónimo Bernardo Soares, y su famosa expresión "mi patria es la lengua portuguesa". Una bonita frase que me hizo reflexionar, y ahí sigo. Así, descartada como patria mi lengua española, y también el inmenso espacio geográfico y cultural en el que vive y vibra con gran energía, o parte de él, y sin apenas dudar, creí que sólo Europa lo puede ser. Pero no cualquier Europa. La Europa que compartimos, soñamos y todavía construimos por encima de las viejas limitaciones nacionales. La Europa de Stefan Zweig, Claudio Magris, W. G. Sebald y tantos otros. Europeos apátridas que han dedicado su vida a reivindicar y poner en valor la gran cultura europea y el saber histórico acumulado en Europa, una tarea que me congratula y con la que me identifico.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una Europa multilingüe que sólo puede ser cultura y democracia. Democracia, por supuesto, paz, seguridad y estabilidad garantizadas en el propio proceso de integración europeo. Un proceso que no debe abandonar jamás el objetivo último de unión política. La unión de una Europa que es su cultura.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Recorrer Europa es sin duda el mejor ejercicio que se puede recomendar en este tiempo en el que los valores que cohesionan a nuestra sociedad son sistemáticamente abandonados por casi todos, poderes públicos, medios de comunicación, ciudadanos.... La Europa culta, ordenada, la que todavía aprecia el valor inmaterial de los bienes culturales de todo tipo -artes plásticas y escénicas, literatura, cine, música, conservación del patrimonio... contrasta con la zafia realidad que vivimos cotidianamente.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si recorrer Europa es altamente recomendable -aunque, ciertamente, no todo sea jauja, por supuesto-, en ocasiones el regreso es impactante, como suele escribir Javier Marías al terminar cada verano.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y es que no se trata sólo del desprecio por la creación cultural en una sociedad materialista y excesivamente inculta. No, se trata de una sociedad en la que sus instituciones, sus gobiernos nacionales, regionales o locales se han volcado política y presupuestariamente en la fabricación de identidades oficiales que son el resultado de transacciones políticas, de acuerdos, y que lógicamente son falsas y artificiales. El nacionalismo, incluso el regionalismo en España, han exagerado la construcción de identidades autonómicas o nacionales diferenciadas hasta tal punto que han generado una nueva categoría de ciudadanos desarraigados, incapaces de identificarse con los esquemas provincianos dominantes. Esas identidades pactadas, diseñadas, han cristalizado en nuevas tradiciones protocolarias y festivas, han primado determinadas expresiones culturales no precisamente vanguardistas -fiestas patronales, barbaridades taurinas-, y han servido para reforzar la confesionalidad de innumerables actos públicos. Por ello, abrazar la patria europea, hacer de su diversidad y riqueza cultural la identidad de uno es, no obstante, un ejercicio irreversible que lo convierte en extraño.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En tiempos de profunda desafección política y con la política, sólo Europa permitirá recuperar a los individuos y colectivos que se sienten desarraigados. Una Europa inclusiva, moderna, tolerante, que desde un federalismo abierto e incluyente permita sentirnos partícipes de un mismo proyecto. Porque somos muchos los que creemos en la ciudadanía como expresión de libertades y derechos públicos y no de identidades oficiales. Ese desarraigo no es sino la expresión, la materialización, de ese sentir que sabe distinguir entre lo individual y lo colectivo, dejando todo lo identitario en la más absoluta intimidad de cada uno.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No se me ocurre una forma mejor de patriotismo que aquel en el que la bandera sean los derechos, las instituciones, las libertades. Una patria europea de identidades múltiples en un mundo cosmopolita en el que cada individuo construye y elige su identidad desde el respeto de la diversidad.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy se rompen los valores europeos porque las élites, o al menos aquellos que nos lideran, han abandonado el cultivo inmaterial cultural para apostar por la acumulación consumista y superficial, la especulación y las burbujas. Un acopio que consideran imprescindible para mantener su estatus frente a las élites de otros lugares en un mundo globalizado. Una acumulación material que en Europa provoca desigualdad, injusticia, inseguridad, la ruptura del pacto social y la pérdida de su sustento cultural. Y sin cultura Europa se deshace. Sin cultura la desigualdad nos derrota, y Europa se vuelve a partir. Unas élites que cuando toman sus decisiones no tienen en cuenta los intereses europeos y la perspectiva europea de integración.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin cultura, Europa cae en el peor materialismo. La cultura da forma a la razón. Es más, la cultura es el espíritu de la razón. La creación alimenta el espíritu cultivado. Exige educación, sí, y optar desde la preferencia por los valores inmateriales.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque no es sólo la exhibición consumista. Stefan Zweig nos recuerda en El Mundo de Ayer cómo por su vida han galopado todos los "corceles amarillentos del Apocalipsis, (...) y sobre todo, la peor de todas las pestes, el nacionalismo que envenena la flor de nuestra cultura europea".</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">También es apátrida europea la abuela Anka de Claudio Magris en Danubio. Y W. G. Sebald, que escribe en Vértigo: "No había nada que deseara más fervientemente que pertenecer a otra nación, o mejor aún, no pertenecer a ninguna". Y tantos más. Y es a ellos a los que hay que seguir, y no a Artur Mas, Alex Salmond o Umberto Bossi, como tampoco a los que defienden la petrificación de los viejos Estados nación.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nosotros también hemos aportado apátridas europeos de relevancia, Jorge Semprún, Salvador de Madariaga, para los que el exilio, aunque fuera indeseado, los situó en un camino que ahora deberemos emprender voluntariamente. Y antes incluso, desde nuestro país, Ortega y Gasset, sin llegar tan lejos, defendió la necesidad de crear una interpretación española del mundo para superar nuestro retraso utilizando para ello las herramientas que sólo nos da Europa, "la cultura, en términos generales", decía, "y en particular las ciencias creadas desde Europa".</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Europa, mi patria, la que había elegido mi corazón, como escribió también Zweig. Europa, que acoge mejor que ninguna otra realidad el better together del referéndum escocés. Europa, sobre cuyas instituciones tanto desconfían los ciudadanos, pero cuya estabilidad y cobijo dan por descontado cuando emprenden irresponsables aventuras.</span>Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-36659798148170321472014-07-31T11:50:00.000+02:002014-07-31T11:50:01.916+02:00<br />
<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Reto y ruta para la izquierda.</span></h2>
<br />
<br />
<b style="background-color: white;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-small;"><span style="line-height: 18.479999542236328px;">Artículo aparecido en "Sesión de Control" el miércoles, 30 de julio de 2014.</span></span></b><br />
<br />
<br />
<div style="border: 0px; font-size: 16px; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: 1.5em; margin: 0px 0px 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo que la sociedad espera de la política de izquierdas no es sólo una correcta administración desde unos valores ideológicos sino también una redistribución del poder</span></b></div>
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 16px; font-weight: 700; line-height: 24.002399444580078px; margin: 0px; padding: 0px;"></span><span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 16px; line-height: 24.002399444580078px;"></span><br />
<div id="mycontent" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 16px; line-height: inherit; margin: 20px 0px 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En estos tiempos turbulentos, la solidez del proyecto político de la izquierda española y europea es imprescindible. Su redefinición debe concentrarse en la recuperación de su credibilidad y rigor superando un periodo en el que la aparentemente infinita bonanza impuso prácticas y mensajes de escaso calado intelectual, más condicionadas por la realidad mediática, por sus ritmos y actores, que por las necesidades políticas ciudadanas, como después bien se ha podido comprobar. El abuso del marketing político y los mensajes prefabricados nos hizo mucho daño.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La exigente realidad obliga también a combinar de otra manera perfiles en los equipos políticos, prestando mayor atención a los factores que dignifican la acción política ante los ciudadanos desde la máxima ejemplaridad pública –mérito, capacidad, formación, intachabilidad-, integrando con habilidad aquellos con carreras largas en el seno de los partidos –y dando salida a los que han agotado sus ciclos políticos o sus oportunidades-, con otros cada vez más numerosos con trayectorias profesionales antes y por supuesto después de la política en el ámbito privado o en la administración. Los primeros gobiernos de Felipe González son un buen ejemplo.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Se acerca un nuevo ciclo económico, y también político, que exige cambios profundos, a todo y a todos, sobre todo a los que quieran sobrevivir, a las formaciones que quieran seguir ahí. A los que son imprescindibles como la izquierda. Sinceramente, no creo que haya otro camino.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Ahora más que nunca la izquierda está obligada a dar ejemplo. También a abrir nuevos cauces de relación con la sociedad eligiendo a sus candidatos a presidir gobiernos o a ser alcaldes mediante primarias abiertas en las que pueda participar cualquier ciudadano y potencial votante. Primarias porque la participación abierta es un fin en sí mismo, un instrumento de legitimación, movilización y de apertura. Y primarias abiertas en los diferentes niveles políticos o de la administración: Gobierno, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, lo cual exigirá generalizar esta práctica en el seno de los partidos políticos, quizás regulándolo por Ley, y abriendo un camino nuevo prácticamente inédito en que se deberá ir tomando nota de los errores que se produzcan.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Sin duda, una de las cuestiones más delicadas será la de cómo equilibrar y calibrar los resultados de las primarias con las direcciones de los partidos políticos, elegidas democráticamente en sus congresos, a poder ser mediante el voto directo de los militantes como ya ha hecho con carácter histórico el PSOE en su último congreso, y que en nuestro sistema juegan, y deben seguir jugando un papel político fundamental.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La derecha y el populismo conservador, o incluso de extrema derecha con aires urbanos, son los principales rivales de la socialdemocracia. El populismo no puede ser combatido desde su mismo nivel, desde su dimensión, desde el mismo marco de referencia como diría Lakoff. Debe ser respondido con argumentos sólidos, rebatiendo con el peso de la evidencia las falacias que esconde en la práctica totalidad de sus planteamientos populistas o derechistas. Argumentos siempre basados en el individualismo más insolidario -“a mí me iría mejor si…”- o en el victimismo exculpatorio de cualquier responsabilidad propia -“no tengo lo que merezco”, “mira esos recién llegados qué bien les va”…- La izquierda debe argumentar de fondo sus propuestas y respuestas y no hacerlas abusando de la vigilancia de las encuestas, de las opiniones en boga o de las marejadas impuestas por los medios de comunicación.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La potente llamada de atención que realizó Lakoff cuando demostró que la derecha crea e impone marcos de referencia favorables a sus intereses, que llegan a hacer innecesaria cualquier justificación racional del porqué de decisiones que sólo responden a principios ideológicos, está hoy más vigente que nunca y es de rabiosa actualidad. La austeridad expansiva es un buen ejemplo, como las falsas virtudes de las reducciones fiscales para los más ricos, el miedo a la inmigración o la necesidad de desmantelar el Estado de bienestar para volver a crecer. El debate y tormenta de cifras macroeconómicas de este tiempo en el que la recuperación económica es el nuevo eslogan es un buen ejemplo de ello. La desregulación, antes, o las falsas bondades de bajar impuestos a los ricos son también buenos ejemplos.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La socialdemocracia debe ser fiel a sus principios tradicionales, pero debe adaptarlos a la realidad de cada momento. Hoy, los trabajadores, la clase media, las familias que dependen de un salario o dos por cuenta ajena, los pequeños empresarios, los pensionistas, sienten que están perdiendo su posición en la sociedad, su estatus, y se convierten en víctimas fáciles del populismo. Frente al acecho de la ideología vacía, sin respaldo racional e intelectual, los ciudadanos necesitan pruebas claras de lo que la política ha hecho y puede lograr por ellos. En crisis como la actual, cuando los pilares de nuestra sociedad se tambalean, los eslóganes vacíos de la derecha son difíciles de combatir.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Asimismo, cuando la izquierda falla en sus argumentaciones, se cierra a defensiva, o no asume sus errores pasados –lo ocurrido en España entre 2010 y 2011 fue terrible para la principal formación de izquierdas española, ese es su principal lastre- se fracciona, y lo ocurrido en las elecciones europeas así lo demuestra.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La división, ya sea interna o entre distintas formaciones políticas de izquierda, altera la percepción ciudadana de su capacidad, coherencia y competencia. Esa división afecta con mayor intensidad a las formaciones de izquierda que a los partidos de derechas, que pueden incluso llegar a impostarla para ampliar su espectro ideológico abarcando posiciones aparentemente contradictorias.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Frente al populismo la inteligencia emocional es el complemento imprescindible que necesita el enfoque racional, la aproximación científica a la política que constituye el método tradicional de la izquierda heredera de la ilustración. La izquierda que basa su actuación en la lucha contra la injusticia y la ignorancia. Alfonso Guerra suele definir el socialismo como el ansia de trabajar para que ningún ser humano sea tan poderoso como para someter a un semejante, y que ningún ser humano sea tan débil como para dejarse someter. Lograrlo, exige conocer el estado anímico de los ciudadanos y no sólo sus principales parámetros estadísticos, económicos o sociales. Exige una estrategia y no una consecución de tácticas. Inteligencia emocional, sensaciones, emociones, acompañadas de análisis racional, herramientas, constataciones empíricas y proyectos claros.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La izquierda del siglo XXI debe entender que debe considerar el poder de una manera distinta, con una mayor sofisticación, porque lo que la sociedad espera de la política de izquierdas no es sólo una correcta administración desde unos valores ideológicos sino también una redistribución del poder. Una redistribución del poder en una sociedad ávida de recuperar su impulso democrático y participativo, que exige, como decía antes, unas dosis mínimas de inteligencia emocional para evitar caer en la apatía que provoca la tecnocracia. La izquierda no sólo ha perdido elecciones por el contexto de crisis; no, ha habido otros elementos porque los ciudadanos y ciudadanas saben bien que el crecimiento económico, o la mejora de los salarios incluso, son logros a los que contribuyeron de manera decisiva gobiernos de izquierdas o socialistas y socialdemócratas durante décadas, hechos que sin embargo no han evitaron la posterior derrota en las urnas de gobiernos progresistas.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
A pesar de que las cifras macroeconómicas muestran que se acerca cierta recuperación, o que al menos hemos tocado fondo y lo peor ha pasado, hay claras pautas de fondo preocupantes que se imponen por encima de quien gobierne, se reducen los impuestos de los más ricos o de determinadas rentas, los salarios caen, la inversión social y en políticas de crecimiento sigue congelada o en retroceso -y con ello aumenta la desigualdad y se debilita la ya de por sí endeble igualdad de oportunidades de nuestra sociedad-… Otras tendencias o inercias se mantienen: los gigantes bancarios o financieros “demasiado grandes para caer” siguen ahí, y además siguen creciendo y engordando.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Todo ello hace insostenible el crecimiento y la confianza en un futuro mejor, de cohesión y seguridad. Las familias trabajadoras, la clase media –clase media trabajadora-, son el principal motor del crecimiento con su trabajo, su ahorro y consumo, su contribución a la convivencia y cohesión social viviendo en comunidad y sosteniendo y utilizando los servicios públicos básicos, y también como fuente de emprendedores, de innovación y cultura… por su irremplazable aportación al bienestar global.</div>
<div style="border: 0px; font-family: inherit; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
No tengo ninguna duda de que el ensanchamiento de esa clase social, la clase media o clase media trabajadora, debe ser el objetivo de la política de izquierdas porque es la piedra angular de nuestra sociedad, de nuestro modo de vida europeo, sostenido, basado en valores inmateriales, de nuestra democracia. Un fin que al instrumentarlo exige acabar con la desigualdad, la pobreza y la exclusión, y garantiza la distribución de poder entre los individuos, el refuerzo de la dimensión civil de nuestra sociedad y la igualdad de oportunidades. Un fin que garantiza la convivencia en pluralidad y diversidad que es seña de identidad del progreso y de la izquierda y contra el que se revela la derecha y el populismo.</div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-76504020346977959262014-07-10T21:01:00.001+02:002014-07-10T21:01:40.027+02:00<br />
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Prosperidad sin crecimiento.</span></h2>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Artículo aparecido en "Sesión de Control" el jueves, 10 de julio de 2014.</b></span><br />
<br />
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nuestro país y el mundo han cambiado tanto que desde la izquierda no nos debe asustar buscar y exigir respuestas distintas a los problemas de nuestra democracia. Respuestas que se replanteen casi todo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y, probablemente, lo prioritario sea formular una alternativa sólida y consistente de crecimiento sostenible, de desarrollo frente al crecimiento estadístico sin matices, que tome note de los errores y fracasos del último ciclo y que garantice un futuro mejor para las siguientes generaciones.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde la crisis económica de la década de los ’70 con frecuencia se acusa a la izquierda de no tener un modelo alternativo de crecimiento, de saber distribuir pero no producir, lo cual no es verdad. Con todo, esa afirmación encuentra eco fácil en la memoria histórica de oposición de los movimientos obreros al capitalismo industrial y a sus consecuencias sociales, o a su manera de comportarse explotando trabajadores, a la naturaleza y en ocasiones a naciones enteras. La historia ha demostrado que las crisis no han desaparecido y que la mejor manera de crecer sosteniblemente es distribuir la riqueza y reforzar la igualdad de oportunidades para garantizar el ejercicio de la libertad en todas sus variantes, también la económica y el emprendimiento. Crecer hoy exige dos elementos irrenunciables: capital humano –conocimiento-, y buenas instituciones.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un buen ejemplo y definición del nuevo tipo de crecimiento económico que debemos perseguir y que responde mejor a la definición de “desarrollo económico” es la utilizada en la ponencia de la Conferencia Política celebrada por el PSOE en noviembre de 2013:</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #999999; letter-spacing: -0.41999998688697815px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">“Pero para ello es necesario un cambio de rumbo en las políticas públicas para que propicien lo antes posible el desarrollo económico y que dicho crecimiento sea sostenido y duradero, que permita planificar el futuro y crear la confianza necesaria para las generaciones futuras. Que sea equilibrado, tanto con el entorno y el medio ambiente, como en la distribución de la renta, presente y futura, y que palie los desajustes de los ciclos económicos. Que sea integrador, que refuerce la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos (educativo, laboral, social…) y a lo largo de todo el ciclo vital -de la infancia a la vejez-; que garantice el acceso de todos y todas en condiciones de igualdad a los servicios esenciales; a favor de la igualdad entre hombres y mujeres, comprometidos con las personas con discapacidad y quienes sufren pobreza y riesgo de exclusión; en definitiva, comprometido con la diversidad, la igualdad y la pluralidad”.</span></span></div>
<div class="post" id="post-25516" style="border: 0px; font-size: 16px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px 0px 5px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div id="mycontent" style="border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 20px 0px 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En definitiva un “desarrollo económico equilibrado y sostenible”, porque “las evidencias empíricas demuestran que las sociedades más cohesionadas son las más prósperas y eficaces”.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es cierto que las pesimistas teorías de los ’70 y ’80 sobre el límite del crecimiento que dieron lugar a interesantes debates y conceptos como el del “crecimiento cero” acuñado por el Club de Roma, han quedado hoy en segundo plano, aunque autores como Tim Jackson han reabierto la cuestión.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque el concepto de crecimiento cero del Club de Roma haya quedado cuando menos aparcado por el intenso crecimiento de las últimas décadas y el avance tecnológico y energético que parecía garantizar una sociedad de rentas altas prácticamente global, la crisis ha vuelto a poner de manifiesto los evidentes límites que existen.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por ello merece la pena repasar las ideas de Tim Jackson recogidas en su trabajo ‘Prosperidad sin crecimiento’ sobre el dilema del crecimiento.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Jackson sostiene que el crecimiento económico registrado en las últimas décadas es insostenible, tanto porque vivimos en un planeta finito como por el modelo económico dominante. No sólo por razones ecológicas. Así, los recursos pudieron ser reemplazados por tecnología hasta el final del siglo XX, pero ya no es posible seguir haciéndolo. Esta tendencia ha cambiado y las <em style="border: 0px; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">commodities</em> –materias primas- suben de precio. En su opinión en el siglo XXI comprobaremos que las <em style="border: 0px; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">commodities</em> baratas se han acabado para siempre.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su planteamiento continúa con la afirmación de que el crecimiento ya se había parado antes de la crisis financiera de occidente. La combinación de crisis de crecimiento, inestabilidad financiera, aspiración insostenible a acumular más y más bienes contra deuda y crédito, habría llevado a una situación insostenible, sistémicamente imposible.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es innegable que el crecimiento aporta infinidad de elementos positivo a la sociedad. El crecimiento es la principal variable explicativa de la mejora de las variables relevantes en los países pobres hasta que alcanzan los 5.000 dólares de renta per cápita, en los que la renta sí marca la pauta del bienestar humano de esas sociedades. Sin embargo, a partir 10.000-15.000 dólares per cápita la correlación se debilita o incluso se invierte en algunos indicadores clave, por ejemplo la esperanza de vida al nacer en el Reino Unido es menor que en Costa Rica.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Jacskon cree en la inestabilidad intrínseca del modelo económico imperante, hecho que oculta el verdadero y profundo dilema, porque el decrecimiento y la crisis son inestables. Así, perseguimos el crecimiento porque no hay nada mejor, porque el decrecimiento es inestable, porque no existe otra alternativa.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Jackson denomina economía del colapso a la búsqueda desenfrenada del aumento de la productividad del trabajo, que si se alcanza provoca efectos sobre todas las demás variables -nivel de empleo, recaudación fiscal, gasto público…-, provocando consecuencias que con cada vez mayor frecuencia son negativas como la deslocalización o el aumento de la desigualdad. Sin embargo, buscamos el crecimiento porque el estancamiento o pérdida de renta es todavía una alternativa peor.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En mi opinión es evidente que la consecución y el soporte de la actividad económica alimentando el consumo contra endeudamiento no implica crecimiento sino un adelantamiento de consumo del futuro al presente. Cuando la carga financiera se vuelve insostenible se acaba produciendo una crisis de endeudamiento como la actual, de la que se tarda en salir porque exige el desapalancamiento de los agentes económicos. Sin embargo, a pesar de las limitaciones físicas y espaciales de nuestro planeta, y de las evidentes debilidades del marco regulatorio y normativo global, de los fallos en gobernanza económica que no han sido corregidos desde que estallara la crisis en 2008, tengo dudas sobre los límites al crecimiento porque soy básicamente optimista respecto a los avances que puedan obtenerse en el futuro como resultado de la evolución tecnológica en todo tipo de ámbitos, campos como el energético, y los que puedan garantizar la mejora constante de la calidad de vida sin extenuar los recursos naturales y el espacio, los dos recursos indiscutiblemente finitos. En este sentido, en cuanto al avance de la tecnología y la disponibilidad futura de ella, quizás soy más optimista.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Crecer es distinto que adelantar consumo contra deuda. Es evidente que el consumo material infinito es insostenible, sin duda una estrategia suicida si se hace contra crédito, como auspició el sistema financiero en el anterior ciclo, y sin que regulador alguno advirtiera a tiempo sobre lo que estaba pasando. Hoy la de deuda acumulada sobre consumo pasado es inmensa, inmobiliaria pero también de otro tipo.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entre los progresistas, el presidente Bill Clinton se caracterizó por lograr mejorar claramente los indicadores económicos de su país utilizando ese recurso, el crédito para consumo y compra de vivienda, un error. Después, se volvió a demostrar que endeudarse para generar más y mejor capacidad productiva no tiene nada que ve con endeudarse para consumir bienes duraderos como se hizo durante el mandato de Bill Clinton.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Volviendo a Jackson, concluye que para garantizar una economía estable y mejor, y un bienestar humano real sostenido en lo que él llama prosperidad sostenible, hacen falta alcanzar tres grandes objetivos.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En primer lugar es necesario referirse a la idea de prosperidad mejor que a la de crecimiento. Prosperidad es calidad de vida, no sólo es crecimiento material; consumo, es más que ello, es salud social y psicológica, participación en la sociedad, es el arte de vivir bien en un planeta finito. El reto es construir una economía que sirva a ello: empresas, inversión y recursos deben trabajar para lograr ese fin de prosperidad. Así, con empresas que sirvan a la gente, en salud, educación, rehabilitación de vivienda, servicios de mejora vida -ocio, cultura, prestaciones sociales como la dependencia u otros-.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En segundo lugar, entonces, una economía de la prosperidad debe orientar la actividad económica hacia los sectores que no implican acumulación material, que no aumentan el impacto material sobre naturaleza, en general también sectores ricos en empleo como el que antes citaba, el de la dependencia o los servicios entre personas. Sectores con mucho empleo y bajas emisiones perjudiciales para la naturaleza. Ello conduce a invertir con la lógica de inversión sobre un modelo de futuro distinto en los sectores verdes, en energías renovables, transporte público, naturaleza, servicios en empresas dedicadas a la prosperidad.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En tercer lugar, quizás lo mas difícil de conseguir, lo que choca más con la inercia en la que vivimos, Jackson considera imprescindible transformar también la naturaleza del sistema bancario y financiero, y del sistema monetario y financiero por el que se genera el dinero, la oferta monetaria. Jackson considera que la naturaleza del dinero es compleja e inestable -el 90% se genera vía crédito-. Es evidente que el campo de la banca ética, de los otros tipos de créditos, de la inversión cívica, constituyen todavía un campo sin explorar en el que la izquierda debe adentrarse con valentía. No hay que olvidar que John Maynard Keynes (en su obra ‘The general theory of employment, interest and money’) alertó sobre la inestabilidad intrínseca de la economía de mercado hace más de 80 años.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es interesante detenerse en un último elemento, el que podríamos denominar macroeconomía sostenible, y en lo que implicaría en materia de oferta de dinero, de crédito y endeudamiento, de fiscalidad. Enfoque de sostenibilidad que puede también utilizarse para analizar otros ámbitos como, por ejemplo, el comercio internacional. Porque, ¿ha existido alguna vez un verdadero comercio justo?</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Las conclusiones de Jackson son claras: no cree que exista ni vaya a hacerlo tecnología para garantizar un crecimiento exponencial, considera que no es posible alcanzar los niveles de bienestar occidental en todo el mundo, y que la inestabilidad del sistema económico actual, de la economía, lo hacen inalcanzable.</span></div>
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta reflexión, auque genere algunas dudas, sirve para destacar las debilidades estructurales de la economía presente y las consecuencias para el crecimiento y la sostenibilidad a medio plazo de algunas decisiones muy recientes. Por ejemplo, de la austeridad, en un momento en el que la inversión productiva, en innovación o educativa, sufre sus consecuencias mientras se</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">desvían recursos, que podían ser muy valiosos para converger hacia esa prosperidad a instituciones financieras quizás insostenibles. Todo ello mientras las empresas no consiguen recursos para salir adelante, de ninguna manera, ni sostenible ni insosteniblemente, realidades que demuestran la necesidad de reforzar el papel del Estado, del sector público, y de regular bien.</span></span></div>
<br />
<div style="border: 0px; font-size: 14px !important; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El crecimiento permite redistribuir renta y distribuir bienes y servicios, satisface necesidades humanas crecientes y mejora calidad vida, creatividad y ocio. El crecimiento facilita la reducción de las desigualdades y de la pobreza. El desafío del siglo XXI es convertir ese crecimiento en lo que la idea de “desarrollo económico” implica para alinear el desarrollo económico global con los valores y principios de una sociedad democrática con verdadera justicia social.</span></div>
</div>
<div class="clear" style="border: 0px; clear: both; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 0px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
</div>
<div class="box post-rel" style="border: 0px; font-size: 16px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="content" style="border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<div class="subcols" style="background-attachment: scroll; background-clip: initial; background-image: url(http://sesiondecontrol.com/wp-content/themes/newstoday/images/subcols-bgr.gif); background-origin: initial; background-position: 0% 50%; background-repeat: repeat-y; background-size: initial; border: 0px; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 598px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="comments" style="background-color: white; border: 0px; font-family: Bitter, sans-serif; line-height: 24.002399444580078px; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;"></a><span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Bitter, sans-serif; line-height: 24.002399444580078px;"></span></div>
</div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-30541639898393526582014-06-04T15:09:00.001+02:002014-06-04T15:09:56.806+02:00<br />
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<h1 style="background-color: white; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Regenerando la izquierda española</span></h1>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "diariocritico.com" el miércoles, 4 de junio de 2014</span></strong><br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Hace dos meses presenté "Ser hoy de izquierdas ", un trabajo en el que reflexiono acerca de la hoja de ruta que debe marcar el camino de una socialdemocracia moderna y ejemplar, y también de nuestro país. Tras los resultados de las elecciones europeas del pasado 25 de mayo algunas de mis propuestas se han convertido en algo más que necesidades urgentes. El reto al que nos enfrentamos es muy grande. Como sociedad, tendremos problemas si no somos capaces de superarlo, si no logramos aunar en un esfuerzo de reforma constitucional ejemplaridad, transparencia, contundencia y profundidad en el cambio que la sociedad exige todos los días. Si no lo logramos y no ofrecemos una respuesta clara, junto al resto de demandas sociales que oímos cada día, entonces, ante la dimensión de las incertidumbres y riesgos que nos acechan, es posible que nos veamos abocados a refundar el modelo constitucional con el que nos dotamos en la transición y que nos ha permitido disfrutar -con sus defectos- del periodo de democracia, libertad y prosperidad más prolongado de nuestra historia.Ese es el reto, reformar con profundidad nuestro modelo de convivencia o, quizás, arriesgarnos a la incertidumbre de tener que refundar uno nuevo desde la nada, una vez más, porque como bien se sabe España jamás reformó ninguna constitución. </span><span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;">Siempre las derogó y las reemplazó por otras nuevas, y nunca en democracia.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
Hasta ahora sólo la izquierda ha sido hasta ahora capaz de ofrecer propuestas y planteamiento concretos de reforma de la Constitución. Una izquierda que, con todo, corre el grave riesgo de desmembrarse en grupos y movimientos sin coordinación inhabilitados para asumir el reto reformista que exige nuestro tiempo. Mientras la izquierda propone -reforma constitucional del PSOE por ejemplo-, la derecha ha optado temerariamente por lo contrario. En el momento en el que los españoles necesitamos reforzar con inteligencia emocional nuestro debilitado proyecto común apelando a argumentos inclusivos, el gobierno, por ejemplo, ha decidido dar un paso atrás brutal y temerario en materia de libertades -ley del aborto, de seguridad ciudadana, etc.-.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
La cuestión ya no es sólo cómo resolver la crisis territorial con Cataluña sino como evitar también que la desafección política y el retroceso en libertades acabe debilitando los cimientos de nuestro proyecto constitucional. Un proyecto constitucional que pide a gritos reformas para adaptarse a las profundas transformaciones experimentadas por nuestra sociedad y el mundo en las últimas cuatro décadas.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
La izquierda puede y tiene que recuperar el control político de la economía, algo que se ha perdido en los últimos 30 años. La economía ya no depende de la política. Mientras, se avanza en la dirección contraria. La ruta que ha tomado la derecha en España constituye una ruptura del pacto social que acompañó a la Constitución en la que se apuesta por una economía social y de mercado, por la preservación de la igualdad.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
Vivimos un tiempo difícil, un tiempo en el que la sociedad exige reacciones y respuestas a la izquierda. Una sociedad que siente como una sensación terrible se apodera de ella, la de perder las históricas conquistas alcanzadas tras siglos de frustraciones, y después de 35 años de construcción democrática entre todos. Conquistas de todos, pero sobre todo de la izquierda, que se nos escapan como arena entre los dedos. Qué gran desilusión ante una derecha que creímos europeizada y que ahora calla mientras contemplamos con estupor como se desmontan no ya los avances de los últimos años, sino los de la década de los 80, como las primeras leyes que nos equipararon a Europa aprobadas hace 30 años y sobre las que existe un amplísimo consenso social.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
El objetivo prioritario de la izquierda, la lucha por la igualdad de oportunidades, real, efectiva y en libertad plena es una tarea que exige y exigirá atención permanente durante generaciones. Una tarea que en España es patrimonio de los progresistas en los que reside también el liberalismo que falsamente se cree cobijado bajo las grandes siglas de la derecha. No está ahí en ninguna de sus dimensiones, económica, moral y civil, de concepción social y de libertades -tampoco los llamados libertarios- como demuestra todos los días el gobierno actual.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
El proyecto común de los españoles, las normas de convivencia, sigue siendo un espacio de preocupación y una prioridad para la acción política de la izquierda. En la actual crisis territorial las únicas propuestas capaces de resolver la quiebra que se está produciendo entre Cataluña y el resto de España provienen de la izquierda, básicamente de los socialistas, y probablemente sólo desde una gestión responsable por gobiernos de izquierda puedan ser resueltos. La situación es en mi opinión mucho más grave y delicada de lo que la derecha quiere reconocer. Una derecha que se niega a asumir que España será federal o, quizás, no será. Aunque algunos se resistan a verlo, España nunca fue Francia sino una compleja nación de naciones que nunca ha vivido tanto tiempo en democracia como lo ha hecho con la Constitución de 1978, con todos sus defectos, sí, y con su modelo territorial. </div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
Es mucho lo que necesita la izquierda para estar a la altura porque el conformismo y los automatismos después de décadas de éxitos, los errores políticos y los errores provocados por las inercias organizativas durante décadas, cierto estupor y falta de reacción ante la profundidad y rapidez de los cambios sociales y económicos, lo exigen. Una izquierda que sigue siendo tan necesaria y de tanta actualidad como nunca pero que debe reaccionar.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
La sociedad exige a la izquierda soluciones, propuestas, reformas políticas valientes que transformen la sociedad y no se limiten a adaptarla, porque no duda de sus valores. Exige también liderazgos sólidos en tiempos de democracia mediática y de cierto relativismo ideológico, probablemente los éxitos de la maquinaria comunicativa y de propaganda de la derecha que ha logrado transformar los principales marcos de referencia de percepción ciudadana de la política. La política no puede convertirse en marketing, pero tampoco puede obviar las herramientas que se utilizan todos los días para ganar apoyos aunque con frecuencia sean meros instrumentos de manipulación. Hay que saber defenderse, y por ello los ciudadanos cada vez se fijarán más en las personalidades y biografías de los candidatos, y en políticos que sepan abandonar la clásica confrontación entre el "ellos" y el "nosotros", para lograr defender en primera persona el interés público.Los ciudadanos reclaman soluciones, porque aunque confían en los valores de la izquierda creen menos en sus respuestas. Sin embargo, ello no quiere decir que no haya que hablar de valores, al contrario, se deben recordar permanentemente y el mejor modo de hacerlo es siendo ejemplares, convirtiendo en costumbre una actitud moral de excelencia ejemplar, algo también olvidado con demasiada frecuencia en toda el espectro político, pero con mucha mayor capacidad de destrucción en la izquierda que en la derecha. En Italia, Matteo Renzi ha demostrado como la izquierda puede ganar con claridad aplicando reformas radicales en materia de democracia, partidos políticos, transparencia, lucha contra la corrupción propia y ajena, combinada con una agenda económica y social de izquierdas y realista, no populista ni inalcanzable como la de algunos movimientos de izquierdas que hoy triunfan. </div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
La desafección, la pérdida de confianza de la ciudadanía en los políticos y en las instituciones democráticas se debe a diferentes razones -crisis económica, corrupción, representatividad, sistema de partidos...- comunes a todo el sistema actual, aunque para la izquierda tiene una causa particular adicional: la falta de confianza en el cumplimiento de las promesas electorales. Nunca más la izquierda debe hacer en el gobierno lo que nunca prometió desde la oposición y durante la campaña que le llevó al poder. Un problema insuperable incluso si se intenta hacer lo que se prometió, como está sucediendo en Francia, pero no se logra. Que la derecha incumpla sus programas es su problema, la izquierda no puede vivir con ello.</div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><div style="text-align: justify;">
Las personas de izquierdas quieren poder votar candidatos competentes y comprometidos, preparados, con personalidad, con experiencia en otros ámbitos, porque quieren que sean parte importante del futuro, del futuro de todos. Por eso también necesitan creer en las propuestas, y contemplar en las mismas un proyecto de vida y convivencia de medio y largo plazo, un proyecto que trasmita seguridad y sensación de mejora, y que sea capaz de construir instituciones y políticas que les sirvan durante toda su vida. Propuestas, también, que sean lo contrario del gris e incluso siniestro proyecto social de desigualdad de la derecha española. Propuestas que permitan también, como siempre, fraguar consensos sobre las normas básicas de convivencia con las fuerzas conservadoras democráticas, pero desde planteamientos justos e igualitarios y no para avalar una vez más viejos status quo. El sueño del progreso es de la izquierda, y sin él la izquierda está perdida.</div>
</span>Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-33646290124393518572014-05-28T15:16:00.000+02:002014-05-28T15:30:00.075+02:00<br />
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<h2 style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; line-height: 21px; text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Europa y la Socialdemocracia.</span></b></span></h2>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 21px; text-align: justify;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 21px; text-align: justify;"><b><br /></b></span></div>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "Sesión de control" el miércoles, 28 de mayo de 2014.</span></strong><br />
<br />
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Hoy, todavía, Europa es lo más parecido que hay a la socialdemocracia . Incluso, Europa es socialdemocracia. Se podría replicar que la construcción europea fue un éxito conjunto de democristianos y socialdemócratas, con los primeros al frente de más gobiernos durante las décadas iniciales de postguerra. Pero no es menos cierto que aquellos viejos cristianodemócratas, humanistas democráticos con sentimiento social, han sido reemplazados por agrios conservadores hijos de la revolución neoconservadora de Ronald Reagan y Margaret Thatcher, y que cuentan con nuevos amigos en su propio seno o a su derecha, ya sean viejos y siniestros conocidos europeos como hemos visto en Grecia, y como estamos viendo crecer mucho en Francia o los Países Bajos, o una derecha fundamentalista y ultraconservadora a imagen de la que en Estados Unidos se autodenomina ‘tea party’.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Una derecha que la profunda crisis económica y social que estamos viviendo está poniendo en evidencia, demostrando lo poco tiene que ver con la que contribuyó a construir el estado del bienestar europeo. Mientras, por contra, la socialdemocracia sigue manteniendo intactos los principios y valores de entonces, convertida, como decía Tony Judt, en la prosa de la política europea contemporánea, lo cual constituye su principal problema, su éxito sin épica.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La combinación de crisis económica y supuesta crisis de la socialdemocracia nos obliga a responder con valentía. La izquierda no supo reaccionar con determinación a la crisis financiera de 2008. Esta crisis ofrece la oportunidad de quitarnos de encima las complicadas y vacuas definiciones acuñadas por la ‘tercera vía’ de Tony Blair en su intento de construir un pensamiento progresista compatible con la desregulación financiera y con la globalización en un marco neoliberal. Un camino que sólo sirvió para distribuir, y hacerlo de esa manera, la riqueza creada en unos años de prosperidad insostenible.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Vivimos tiempos de crisis social, de pérdida de calidad de vida y bienestar, de voladura controlada del sistema de igualdad de oportunidades que tanto costó construir, de abandono de la sanidad y educación públicas, de paro desbocado. Tiempos de inseguridad e incertidumbre en los que a pesar del indecente espectáculo protagonizado por el sistema financiero y sus gestores, los mercados han logrado imponer políticas sin debate democrático alguno con el fin de rescatar al sector financiero del desastre provocado por la desregulación que antes logró imponer.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Las consecuencias de esta crisis demuestran que nunca como en estos años había estado la política tan sometida a los intereses económicos de unos pocos. Este sometimiento ha provocado la mayor crisis de la construcción europea desde su creación porque Europa es justamente lo contrario: el sometimiento de la economía a un fin político, la convivencia democrática en libertad bajo nuestro modelo de bienestar social. Tras la Segunda Guerra Mundial Europa puso la economía –el carbón y el acero primero, el mercado común después, el euro…- al servicio de un gran sueño. Y esta crisis provocada por la desregulación ha puesto todos los sueños políticos, ciudadanos y de convivencia al servicio de un paradigma económico injusto e insostenible.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La combinación de crisis económica y una derecha más alejada que nunca de los valores humanistas de la ilustración, como apunta Tzvetan Todorov, ofrece una oportunidad irrepetible a la izquierda europea para construir una alternativa creíble. Un inmenso reto porque en la práctica, salvo honrosas excepciones, socialdemocracia sólo ha habido en Europa. Pero las cosas han cambiado también fuera de Europa, y mucho.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Dany Rodrik en su famosa paradoja que ya hemos citado varias veces señala la imposibilidad de conciliar tres elementos: democracia, soberanía nacional y globalización, teniendo que optar como máximo por dos. Democracia y soberanía llevan al aislamiento y la autarquía. Soberanía y globalización a ¿China? Si apostamos por la primera y la última, democracia y globalización, debemos convertir esta globalización en el campo natural de actuación de nuestra imperfecta Europa, reubicando en Europa la soberanía perdida por el Estado nación.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Esa alternativa exige, no obstante, tomarse en serio de una vez por todas el proyecto de construcción europea, y hacerlo tomando decisiones que lo transformen. Hay que asumir que una Europa de 28 miembros –pronto serán más- puede conducir rápidamente a un proceso de geometría variable en el que sólo unos pocos Estados profundicen en todo aquello imprescindible para volver a poner la economía al servicio de los ciudadanos.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En el ámbito económico, la Unión Europea, y más aún los países que conforman el euro, debe ser capaz de cerrar el deficiente diseño de lo que sólo es una unión monetaria. La unión fiscal y la unión bancaria ya en marcha deben tener un contenido diferente al que hasta ahora la derecha ha avalado desde su tutela permanente. Hace falta una armonización fiscal con impuestos y tipos marginales equiparables, un mecanismo de mutualización y solidaridad financiera y de la deuda como en cualquier unión federal –eurobonos, Tesoro, un presupuesto europeo eficaz y transparente, recursos propios, tasa sobre transacciones financieras…-, un BCE comprometido con el crecimiento y el empleo, y una regulación y supervisión bancaria con garantías también mutualizadas, tanto para la resolución de entidades fallidas como para los depósitos.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Y probablemente también, abrir el debate a nuevos espacios como el de las políticas que un presupuesto federal europeo debería financiar desde el principio de solidaridad, y en qué cuantía, o por ejemplo el talento –capital humano y tecnológico- y los elementos que garanticen la competitividad en todo el territorio comunitario. Porque del mismo modo que el sur, por ejemplo, necesita la credibilidad tomada prestada del norte para sostener sus finanzas, el norte necesita el inmenso mercado mediterráneo para soportar su industria y sistema productivo.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La política económica de dimensión europea está obligada a concentrar sus esfuerzos en educación e I+D+i, política industrial y energética, y a hacerlo desde la doble perspectiva de la sostenibilidad, tanto social como medioambiental. Exactamente lo contrario de lo que la derecha española y europea está eligiendo como camino, sin competir “hacia abajo” sino peleando para garantizar el éxito de nuestro modelo de sociedad “hacia arriba”.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
El Parlamento Europeo debe ser la sede del control político de todas las políticas comunes. Ese es el camino para dar respuesta a las dudas de muchos como Daniel Innerarity , que denuncia con razón que la integración europea es un proyecto liderado y modulado por las élites sociales, políticas y económicas europeas con un sesgo tecnocrático excesivo y que eso no puede seguir siendo así. Innerarity cree que es inconcebible una política europea que haga frente a los inmensos retos que hoy afrontamos y que permita salir de la profunda crisis en la que estamos, sin el respaldo explícito de la población europea, de la ciudadanía.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La izquierda sólo cuenta con una única formación política organizada a escala europea, el Partido de los Socialistas Europeos. Los socialistas tenemos que convertirlo en un verdadero partido político. Un partido que sirva de referencia para la amplia panoplia de partidos de izquierdas con escasa o ninguna articulación a escala europea, y que al mismo tiempo se vuelque en la propuesta de políticas de dimensión europea destinadas a impulsar el crecimiento y el empleo, reducir las desigualdades y desequilibrios económicos, sociales y regionales, y convertir el modelo social europeo en seña de identidad y garantía de éxito y competitividad. Unos objetivos complementados asumiendo la inevitabilidad de las propuestas socialdemócratas en lo fiscal –unión fiscal, eurobonos-, falta avanzar por la vía de los ingresos, y financiero –unión bancaria, incompleta-, y reivindicando que la estructura de bienestar social europea debe comunitarizarse.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Claro que en lo social se debe amarrar antes, con mayor solidez que la presente, un compromiso común de la izquierda respecto a lo que debe ser una verdadera unión social. Un compromiso imprescindible que defina los elementos básicos que hagan de Europa la región más poderosa en bienestar, igualdad de oportunidades, dignidad vital, de manera compatible con la excelencia de sus empresas que son las que generan la riqueza sobre la que todo se sustenta como hemos logrado en las sociedades escandinavas, por ejemplo.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
Algo sigue fallando cuando la solidaridad se defiende preferentemente para los nacionales de un mismo país. Sin duda la percepción de ciudadanía común europea, de pertenencia a un mismo espacio, de compartir un origen y un destino, todavía deben desarrollarse mucho más.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En lo social, la falta de proyecto común izquierda europea, las políticas de “empobrecer al vecino” -’beggar thy neighbourg’, en el inglés original-, se practican con excesiva frecuencia en el seno de la Unión Europea debido a las imperfecciones institucionales existentes y a la supremacía de valores conservadores. Y también debido a la hegemonía de los marcos de referencia de la derecha que culpabilizan al sur de todos sus problemas, sean o no los responsables de los mismos.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
A partir de 2014 hay que ir más lejos de lo que han propuesto durante la legislatura europea 2009-2014 el Partido Socialista Europeo (PES) y el grupo Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo para salir de la crisis, crecer y hacer frente al austericidio al que nos obliga una derecha ya sin argumentos. Pero atenuar o acabar con la austeridad, sin más, no implicará crecer como ya hemos argumentado. El crecimiento retornará cuando nuestra economía produzca de nuevo bienes y servicios competitivos utilizando los recursos ociosos existentes y los que se generen invirtiendo y a través de la educación, de la I+D+i, aumentando el potencial de crecimiento. Una economía sustentada en empresas sólidas e innovadoras con un nuevo énfasis industrial. Crecer exige ser competitivo a escala global.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La construcción del Estado de bienestar se fundamentó en el crecimiento, y ese debe volver a ser el objetivo de la izquierda, crecer, defender un modelo propio que priorice el concepto de desarrollo económico frente a la cruda idea de crecimiento sin más, sin atender a sus limitaciones y consecuencias. Un modelo claro, que asuma un entorno con retos estructurales como la globalización, el desempleo post-burbuja inmobiliaria con escasa formación, el endeudamiento o el envejecimiento de la población, elementos que exigen propuestas valientes.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
A escala global, sólo Europa puede salir de la crisis por una senda progresista que conduzca a un futuro, o cuando menos a un nuevo ciclo económico, de crecimiento y mayor cohesión social y bienestar, que luche contra el aumento de la desigualdad. Si no se logra establecer un paradigma común norte-sur socialdemócrata, dentro y fuera del euro, será difícil reforzar el papel político que la izquierda pueda desempeñar en el próximo doble ciclo económico y político, no sólo en Europa sino también en el resto del mundo.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
En el ámbito institucional la izquierda debe ser la vanguardia que confronte y detenga la resaca soberanista que amenaza Europa, y que exige la renacionalización de políticas hoy comunitarias o la generalización del intergubernamentalismo. Para ello es necesario reformar sus instituciones para dotarlas de verdadera esencia democrática y de capacidad de control ciudadano, oponiéndonos a su vez a cualquier retroceso. No tiene sentido debilitar permanentemente el procedimiento comunitario –la unión bancaria en su apartado de resolución, por ejemplo, en el Consejo Europeo de diciembre de 2013- o suspender Schengen cada vez que se organiza una cumbre financiera en una ciudad importante como ocurrió en Barcelona en abril de 2012 -las libertades fundamentales europeas no deben ser condicionales-.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La derecha ha impuesto que los acuerdos alcanzados en el Consejo entre gobiernos –intergubernamentalmente- eclipsen el trabajo de la Comisión Europea y condicionen en exceso la capacidad del Parlamento Europeo para participar en las mismas a través del procedimiento de codecisión. Todo ello debilita el ya de por sí limitado sistema de garantías democráticas del proceso de toma de decisiones de la Unión. La situación es casi crítica porque si no se lograr dotar de contenido político perceptible por los ciudadanos el trabajo diario del Parlamento Europeo, y si los ciudadanos siguen expresando su voluntad política principal en las elecciones a unos Parlamentos nacionales cada vez menos capaces de seguir y participar en el debate europeo, el futuro de Europa, en un futuro no muy lejano, quizá converja hacia una unión o alianza de Estados de tipo confederal frente al objetivo federal que hoy la sustenta.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La izquierda europea debe también luchar al unísono para seguir profundizando en la construcción de la ciudadanía europea, explicando con claridad en que consiste. Una vez más, sin percepción real y objetiva de lo que representa, carecerá de relevancia y tangibilidad política. La ciudadanía europea es una necesidad perentoria en una sociedad multiidentitaria de vocación laica en la que cada uno tiene derecho a sentir muchas cosas a la vez. Hay tanto por hacer, por ejemplo, Europa debe garantizar la última instancia judicial no sólo en derechos y libertades fundamentales como hace ahora en la institución hermana de la Unión, el Consejo de Europa en Estrasburgo, sino también en derechos económicos y sociales. Probablemente, tengamos que aligerar y superar nuestros problemas lingüísticos priorizando el inglés como segunda lengua comunitaria y vía de comunicación común.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
La socialdemocracia tiene que lograr que su actuación en Europa sea coherente con los objetivos últimos de construcción de una Europa federal, de una verdadera unión política con todas sus consecuencias, como un servicio exterior y un ejército europeo donde se comparta, básicamente, todo. La construcción de una Europa unida y el sueño socialdemócrata de una sociedad democrática, justa y próspera han sido los motores políticos de nuestros últimos cien años. Europa será socialdemócrata o no será.</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif;"><span style="font-size: 14px; line-height: 21px;">(Este artículo sobre “Europa, austeridad y nuevo rumbo” se desarrolla en el capítulo 11 de ‘Ser Hoy de izquierdas)</span></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-49478284244793048832014-05-05T15:34:00.002+02:002014-05-05T15:36:34.166+02:00<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<h2 style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; line-height: 72px; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; position: relative; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent;"><span style="font-size: x-large;">Patriotismo progresista</span></span></h2>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "Sesión de control" el domingo, 4 de mayo de 2014.</span></strong><br />
<b style="line-height: 18pt; text-align: justify;"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></span></b>
<b style="line-height: 18pt; text-align: justify;"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quizás algún
día se pueda abordar la cuestión de los símbolos democráticos fallidos, como el
himno o la bandera, sin duda de difícil resolución.</span></span></b><br />
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La crisis económica que
vivimos y las crisis que como consecuencia de la misma se han abierto, en lo
social, o se han ampliado y reanimado, en lo territorial, y generan pesimismo
sobre nuestro futuro y desafección con nuestro sistema político e institucional.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy somos conscientes de los
logros acumulados y consolidados en los ya más de 35 años de democracia, pero
también de los errores y elementos que deben ser corregidos. Uno de esos
espacios imprescindibles incompletos es, por ejemplo, el de la simbología
democrática.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La España democrática no la
logrado construir una simbología que la represente en sus diferentes facetas,
ni con sus símbolos identificativos -bandera, himno-, ni con el establecimiento
de festividades civiles compartidas y sentidas por todos. Es verdad que venimos
de un pasado particularmente gris en este ámbito, y que vivimos en un país sin
tradición de símbolos que se identifiquen con la identidad nacional, por
decirlo de alguna manera, como la bandera. Pero es que en democracia no hemos sido
capaces de lograr ni lo que el Movimiento Nacional y el Nacional-Catolicismo
lograron con el 18 de julio como fiesta “civil” del franquismo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la Transición, los
que la recordamos aunque fuéramos niños, recordamos cómo la extrema derecha y
lo que quedaba del régimen agonizante pero que todavía daba mucho miedo, y la
derecha en general, nunca dejaron de enarbolar la bandera que con un escudo
diferente después se convertiría en constitucional. Una bandera contra la que
crecimos y que en el imaginario colectivo competía y sigue compitiendo con la
tricolor republicana, bandera que sigue simbolizando idealistamente la injusta
y dura derrota de aquel gran sueño democrático.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bandera, la nacional, que
compitió en buena parte de España durante la Transición con el resto de
banderas españolas, sobre todo la ikurriña y la senyera. Banderas que el mismo
régimen persiguió y cuya normalización en la Transición provocó mucho más
entusiasmo en los nacionalistas, e incluso en la izquierda, que el continuista
cambio de escudo consecuencia de las cesiones de ambas partes en el consenso
constitucional. La bandera de la Europa Unida, incluso, nos ha servido y
mucho.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pues bien, esa realidad se ha
transmitido a la siguiente generación hasta el punto de que solamente el deporte,
en especial el fútbol y las victorias de la selección española han logrado
verdaderas exhibiciones masivas colectivas de la bandera constitucional. Hoy
todavía la derecha se envuelve en la bandera nacional, con o sin escudo,
incluso con algún águila bicéfala, para acudir a sus convocatorias, no importa
que sean manifestaciones a favor de un modelo específico de familia y contra el
matrimonio de personas del mismo sexo, en contra del aborto, protestas de todo
tipo contra gobiernos de izquierda, o para celebrar las victorias electorales
del Partido Popular. No importa lo que les convoque a los ciudadanos de
derechas, ahí van con la bandera. Así se comprende que en las grandes
concentraciones de la izquierda, por ejemplo contra las reformas laborales, en contra
de la guerra de Irak o en apoyo de determinadas huelgas, la bandera brille por
su ausencia, y no digamos en las Comunidades Autónomas en las que existen
fuertes sentimientos identitarios. Y no digamos ya el himno, cuyo problema
es que no tiene letra y que tampoco se cambió en la Transición.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un fracaso el de los símbolos
de difícil solución, y sirve para mostrar la complejidad de nuestro
sistema democrático y para poner en evidencia algunos de sus problemas y
asignaturas pendientes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La mitología civil de nuestra
democracia tampoco ha sido muy afortunada Elegimos concentrar los fastos el 12
de octubre, día de la Virgen del Pilar que coincide con el de llegada de
Cristóbal Colón a América, un guiño al pasado y a la nostalgia de una España
que ya no existe y que nadie o muy pocos añoran, lo que otra España proyectó en
el mundo en un momento histórico que nada tiene que ver con el presente, y en
cualquier caso no una referencia de futuro de convivencia y democracia
como es el 6 de diciembre. Un 6 de diciembre que el gobierno del PP ya ha
anunciado que puede llegar incluso a cambiar de día para y celebrarse el 5, el
8, o el día que sea para evitar que contribuya a crear un puente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Este hecho se mezcla con otra
realidad, la confesionalidad cristiano católica prácticamente absoluta y
omnipresente de las celebraciones institucionales. Hay infinidad de ejemplos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ante este desierto simbólico
colectivo los ciudadanos se han refugiado en los elementos identitarios locales
y regionales, exacerbándolos casi siempre, la mayoría también de origen
cristiano-católico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cierto es también que en la
izquierda, al menos la española, no hemos sido nunca demasiado de banderas, que
nuestra bandera son los derechos, las instituciones, y nuestra patria las
libertades . Pero ello no quiere decir que no tengamos necesidad de poder
expresar por algún cauce de vez en cuando nuestro patriotismo progresista.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un patriotismo progresista en
el que, en palabras de Javier Fernández, presidente de Asturias, “la España de
los símbolos, los signos y las banderas nos importa menos que la de los hombres
y mujeres que trabajan, estudian, que llora o que ríen en ella”. Una España en
la que debemos sacar partido simbólico y como elemento cohesionador y de
progreso a elementos como nuestro idioma común, el castellano, un buen símbolo,
que es lo que compartimos y nos proyecta a América y al resto del mundo, es eso
y no tanto el descubrimiento y la llamada conquista del 12 de octubre.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es nuestra historia plural y
objetiva, el patrimonio cultural, la ciencia o el cine que producimos, o
nuestros grandes artistas y escritores como Goya, Picasso o Cervantes, en un
país europeo y rico, en el que las diferentes culturas y lenguas españolas
conviven como acostumbra a recordarme el diputado por Girona del Partit dels
Socialistes de Catalunya (PSC) Alex Sáez Jubero, porque la lengua materna de
muchos españoles no es el castellano. Es nuestra diversidad como identidad
estratégica para afrontar el futuro. De nuevo, en palabras de Javier Fernández:
“somos menos partidarios (los socialistas) de las identidades fuertes que de
las identidades múltiples, yo vengo de una tierra en que las identidades se
suman, no se restan, pero en un mundo cosmopolita, nosotros construimos nuestra
identidad nosotros elegimos nuestra identidad”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una realidad que constituye
un verdadero problema en un país como el nuestro en el que todo se politiza y
todo sirve para alimentar el enfrentamiento. Una realidad en la que el carácter
plurinacional complica la búsqueda de una solución simbólica a esta carencia,
como demuestran incluso las cada vez más difíciles relaciones entre el centro y
la periferia en palabras de Josep Ramoneda.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El patriotismo progresista
puede ser interpretado como una versión o un aspecto del republicanismo cívico
de Philip Petit que, como apunta José Andrés Torres Mora, explica quiénes somos
–la izquierda- políticamente, destacando la importancia de tener una idea de
Estado, algo fundamental en la izquierda y a lo que no siempre ha prestado la
atención suficiente, porque la izquierda hunde sus raíces en el discurso
económico, la redistribución, la trayectoria del socialismo democrático y la
construcción del estado del bienestar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un Estado en el que desde la
izquierda se debe defender la idea de no dominación, entendiendo el ejercicio
de libertad como el de esa no dominación, con el fin de desplegar instituciones
capaces de explotar al máximo el potencial de una ciudadanía cada vez más
crítica y diversa para lograr también como objetivo socialdemócrata centrar el
discurso económico en un espacio nuevo, el de un proyecto económico claro
alternativo al de la derecha basado en ideas como la de la predistribución como
garantía de una asignación justa antes de la intervención correctora de los
poderes públicos –en lo que sería la redistribución-.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La identidad política de la
izquierda, su patriotismo, es la del valor público, las instituciones públicas,
los derechos y libertades que garantiza el Estado de Derecho, es Europa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 18pt; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="color: #444444;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">España es un país con una
gran diversidad. Desde esa diversidad debemos seguir construyendo una idea de
ciudadanía como expresión de libertades y derechos públicos, de orgullo
patriótico por nuestras instituciones desde el nivel local hasta el europeo y
en el futuro también a escala global, y nunca de identidades oficiales. Un
patriotismo progresista que, quizás, algún día pueda abordar la cuestión de los
símbolos democráticos fallidos, sin duda de difícil resolución.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">(La idea de "Patriotismo progresista" se desarrolla en el capítulo 6 de mi libro, 'Ser hoy de izquierdas')</span></o:p></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-13375376450185197232014-03-25T20:53:00.000+01:002014-03-25T20:53:39.669+01:00Adolfo Suárez<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></b></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">Adolfo Suárez</span></b></div>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-1Bmu5o0RjW8/UzHdbOOUUMI/AAAAAAAAAEA/3K_S63B5wKY/s1600/25_03_2014+Feretro+de+Adolfo+Suarez.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-1Bmu5o0RjW8/UzHdbOOUUMI/AAAAAAAAAEA/3K_S63B5wKY/s1600/25_03_2014+Feretro+de+Adolfo+Suarez.JPG" height="248" width="400" /></a></div>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Han sido dos intensos y emotivos días en los que hemos despedido al primer presidente del gobierno de nuestra todavía joven democracia, Adolfo Suárez. Él fue un político valiente e incluso transgresor que lideró en un momento dificilísimo el tránsito hasta la consecución del mayor sueño que siempre tuvimos los españoles: la democracia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su partido, la Unión del Centro Democrático (UCD), más que un partido fue un movimiento, un movimiento por la democracia y la reconciliación. En él convivieron hombres y mujeres de diferentes ideologías que compartían lo esencial, su ansia por vivir en democracia y libertad, por fin.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por esa misma razón Adolfo Suárez supo dar un paso atrás cuando nuestra democracia se estabilizó, y la democracia de partidos ideológicos se consolidó, dejando atrás el inmenso impulso colectivo que logró que nuestra transición, a pesar de sus defectos y debilidades, fuera un éxito. Todos somos herederos de Adolfo Suárez y de su obra, y la Constitución de 1978, su gran legado para varias generaciones de españolas y españoles que con ella hemos vivido ya el periodo más largo de democracia y prosperidad de nuestra historia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Adolfo Suárez sabía que el lugar que nuestro país debía ocupar era Europa, y legisló con acierto en aquellos arduos años, la reforma fiscal que introdujo la progresividad en nuestros impuestos, la ley del divorcio o el estatuto de los trabajadores son algunos de sus principales logros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Estas leyes fueron las primeras piezas del estado social y de derecho que consagra la constitución y que desde un primer momento contaron con la oposición de la derecha. Todos somos sus herederos aunque algunos intenten hoy apropiarse en exclusiva de su legado, en especial la derecha en la que ya entonces militaba buena parte de la cúpula actual del PP, aquella AP, y que en aquellos años se caracterizó por su permanente obstruccionismo ante las leyes que Adolfo Suárez impulsó - como todas las citadas - o incluso títulos completos de la Constitución como el VIII.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En Navarra la oposición de parte de la derecha a la disposición transitoria cuarta provocó su no apoyo a la Constitución. Fueron años difíciles en los que Adolfo Suárez recibió también críticas durísimas desde la izquierda, desde el PSOE, años en los que se forjaron los cimientos de nuestra democracia. Hemos despedido a un gran hombre y a uno de los mayores héroes de nuestra democracia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hoy en día Adolfo Suárez es el único político de nuestra democracia inmortalizado con un medallón en su honor, como insigne orador, en los muros del Congreso desde 2011. Nunca le conocí pero le recuerdo muy bien. Ha sido un honor velar su memoria durante dos días en el Congreso de los Diputados.</span></div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-91906798559197391262014-02-23T09:22:00.000+01:002014-02-23T09:22:11.822+01:00<br />
<br />
<h2 style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; line-height: 72px; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; position: relative; text-align: center;">
<span style="background-color: transparent;"><span style="font-size: x-large;">Una Unión Bancaria <i>junior</i></span></span></h2>
<div>
<span style="background-color: transparent;"><i><br /></i></span></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en el periódico "ABC" el domingo, 23 de febrero de 2014.</span></strong></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una cuestión tan árida como la Unión Bancaria va a protagonizar la recta final de la legislatura europea hasta las elecciones de mayo. Una Unión Bancaria <i>junior</i> que no pretende resolver los problemas de la crisis actual, sino prevenir futuras crisis. Un proyecto nacido en el Consejo Europeo de junio de 2012. Otro avance más en la llamada gobernanza económica, imprescindible, sí, pero insuficiente y surgido de la necesidad. Una consecuencia más del gigantesco vacío político que los tratados no supieron predecir.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La Unión Europea (UE), y más aún los países del Eurogrupo, ha ido rellenando ese vacío siguiendo una ruta de escasa legitimidad democrática, erosionando el método comunitario y confrontando con un Parlamento Europeo que poco a poco ha sido capaz de hacer frente al intergubernamentalismo auspiciado por Angela Merkel y sus aliados.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La invención continua de una política económica europea se ha realizado también desde otros ámbitos, por ejemplo el BCE. No hay más que recordar la frase pronunciada por Draghi en verano 2012, “haré cualquier cosa que sea necesaria para preservar el euro, y créanme que será suficiente”, que a pesar de ser la responsable de la relevante reducción de los diferencias de deuda española, italiana y portuguesa e incluso griega, ha sido combatido por el Bundesbank.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Políticamente, la Unión Bancaria debe resolver “a futuro” dos cosas: la fragmentación del sistema financiero, y la conversión de la deuda privada en pública. En otras palabras, eliminar los diferenciales y evitar que los contribuyentes paguen las quiebras bancarias como ha ocurrido en España y en la mayoría de los países de la UE.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ese objetivo último, cortar de raíz el círculo vicioso entre crisis financiera y crisis de deuda soberana. ¿Se habrá logrado evitar aunque sea “a futuro”? Paul de Grauwe, por ejemplo, cree que “si esta Unión Bancaria hubiera existido antes de la erupción de la crisis, nadie hubiera notado la diferencia: los problemas serían los mismos”. La red de seguridad que estamos tejiendo habría resultado insuficiente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Una Unión Bancaria debe contar con tres pilares, sólidos, creíbles: supervisión, resolución o liquidación, y garantía de depósitos. Desde 2012 el primer pilar se ha cerrado dejando fuera las entidades “no </span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">sistémicas”, y casualmente alemanas en su mayoría, -una primera debilidad, leve-; un procedimiento de resolución que todavía no está cerrado ni es suficiente; y no está previsto crear un Fondo de Garantía de Depósitos único de verdad, sino sólo armonizar lo existente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta semana el ECOFIN ha debatido los elementos que el Parlamento Europeo plantea para lograr un acuerdo con el Consejo sobre el segundo pilar, la resolución o liquidación. Son muchas las debilidades del esquema propuesto por el Consejo el pasado diciembre. La nueva “autoridad de resolución” no es independiente de la voluntad del Consejo y de los grandes países que en la práctica contarán con derecho de veto, es un ente intergubernamental que no se rige por el método comunitario ni garantiza la igualdad de trato a todos los países. En realidad el Consejo Único de resolución, en su diseño actual, es una “asamblea de resolución” que exigirá, según el Financial Times, 9 instancias y 126 personas para adoptar decisiones que, cuando se producen las crisis, exigen respuestas en 24 horas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Durante la larguísima transición de más de una década no habrá Fondo Único sino una suma de fondos nacionales, para culminar en 2026 con un fondo insuficiente, incluso, para tapar el agujero que generaron las cajas de ahorro españolas rescatadas. Ello tampoco garantiza su financiación plena por el sistema financiero hasta dentro de demasiado tiempo. El Fondo Único de Resolución, pequeño y de lenta dotación, 55.000 millones de € dentro de más de 10 años, no asegura la mutualización de las futuras deudas que genera el sistema financiero, ni mucho menos su enjuague retroactivo como en alguna ocasión anunció el gobierno español.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin unos mecanismos de resolución robustos –independientes, ágiles, y bien financiados- incluso el BCE puede ver debilitada su credibilidad como pieza central de todo el sistema. Mientras no se rompa el círculo vicioso que convierte la deuda privada en soberana no se podrá considerar cerrada la Unión Bancaria y, por tanto, normalizado los mercados y el sistema financiero español, y europeo, y por tanto consolidados unos elementos imprescindibles aunque no suficientes para la recuperación económica.</span></div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-35329211229370652342014-01-01T13:27:00.000+01:002014-01-01T13:27:19.235+01:00<br />
<h1 class="title-blog" style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; line-height: 72px; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="font-size: x-large;">2014 (centenario del 14).</span></span></h1>
<br />
<strong style="background-color: white; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "the Huffington Post" el miércoles, 1 de enero de 2014.</span></strong><br />
<br />
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el momento en el que los españoles necesitamos reforzar con inteligencia emocional nuestro debilitado proyecto común apelando a argumentos inclusivos como el <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">better together</em> de los británicos, el Gobierno ha decidido dar un paso atrás brutal y temerario en materia de libertades. La anunciada reforma de la ley del aborto refuerza los argumentos de los que quieren abandonar el proyecto común.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así, aunque la crisis económica quizás comience a quedar atrás no ocurrirá igual con la percepción de una ciudadanía asustada y aturdida por el rumbo que desde hace un tiempo ya excesivo han tomado los acontecimientos. Aunque algunos indicadores macroeconómicos comiencen a cambiar y mejorar, las dos crisis que han acompañado a la económica, la social, y la política e institucional que afecta a nuestro sistema democrático y modelo territorial, no mejorarán y ojalá me equivoque.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La cuestión ya no es sólo cómo resolver la crisis territorial con Cataluña sino cómo evitar también que el retroceso en libertades acabe debilitando los cimientos de nuestro proyecto constitucional.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde todo el mundo se contempla con estupor a un Gobierno empeñado en hacer el <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">Don Tancredo</em> ante Cataluña. Un Gobierno que ha decidido, precisamente cuando la sociedad española más necesitaba un gesto por la convivencia y de respeto a la diversidad, presentar una reforma de la ley del aborto que impacta en la línea de flotación del proyecto constitucional. Si esto es lo que el PP quiere aportar al proyecto común mal vamos, porque el rechazo ha sido general. Una vía nueva, la del retroceso en libertades hacia tiempos preconstitucionales, que complementa y refuerza la constatada capacidad del PP para generar independentistas. ¿Exageración? No lo creo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Comienza un nuevo año que promete fuertes y dramáticas sensaciones. Un año que arranca con una sensación terrible, la de perder las históricas conquistas alcanzadas tras siglos de frustraciones y después de 35 años de construcción democrática y entre todos. Conquistas que se nos escapan como arena entre los dedos. Estos días he observado cómo los españoles y españolas que protagonizaron esa lucha democrática ven en nuestro futuro la misma oscuridad que vivieron en su pasado y que creyeron definitivamente superada. Lo he visto en su mirada, en su nueva inquietud, inseguridad e incluso miedo. Y sobretodo he visto una honda decepción que comparto. Habrá un antes y un después al anuncio de la reforma de la ley del aborto. ¡Qué silencio el de tantos a los que no quiero citar! ¿Qué están pensando los políticos del PP de mi generación? ¿Los que están en el Gobierno? ¿A qué esperan para denunciar este retroceso? Qué desilusión... Callan mientras contemplamos con estupor cómo se desmontan no ya los avances de los últimos años sino los de la década de los 80 como las primeras leyes que nos equipararon a Europa aprobadas hace 30 años y sobre las que existe un amplísimo consenso social.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hemos abandonado el camino de la ilustración para volver al de la España en blanco y negro. Las Erasmus volverán a Europa sí, ellas, pero a abortar. Y las acompañáremos, las ayudaremos, que nadie lo dude, y si van a Londres como hicieron sus abuelas que no pasen a pedir ayuda por la Embajada de España como tampoco pudieron hacer entonces. Ahora como hace 30 años, las viajeras forzadas a ese u otros destinos de Europa serán con todo más afortunadas que las que se tengan que someter a sórdidos y peligrosos abortos clandestinos en nuestro país.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Desde que recuperamos la democracia el estupor que la futura ley Gallardón ha generado en Europa no tiene precedente, nunca una ley española había sorprendido e indignado tanto. Pienso en las reformas húngaras que han debilitado allí el Estado de Derecho y que obligaron a la Unión Europea a abrir un expediente, una reacción que ya no parece imposible en nuestro hasta ahora ejemplar país. Así lo evidenció la humillante felicitación que Jean Mari Le Pen remitió al Gobierno por su anteproyecto. Somos el país europeo que más derechos recorta junto a Hungría como suele recordar Juan Fernando López Aguilar.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con todo, la derecha europea con la que siempre hemos soñado desde la izquierda española existe. Es posible, como nos lo ha vuelto a recordar el muy conservador <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">The Times</em> con su implacable y lúcido editorial sobre la nueva ley. Existe, aunque todavía no en nuestro país.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">The Times</em> recuerda, la nueva legislación debilita el pluralismo, restringe la libertad, lastra y retrasa la posición de la mujer en la sociedad española, daña la familia e infringirá daños físicos y psicológicos en las mujeres muchas veces en situación desesperada. Una mala ley con efectos lamentables, continúa, un abuso de poder gubernamental, sigue, que se inmiscuye en ámbitos de decisión personal que sólo corresponden a los propios afectados. La ingeniería social, termina diciendo, la practican los gobiernos autocráticos. Es evidente que hay otras derechas. Es evidente también que, como suelo insistir, no hay ni un liberal de verdad en la derecha española.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo peor de todo es que con este anuncio el Gobierno demuestra que todas las conquistas son reversibles, que para esta derecha lo constitucional no tiene que ser necesariamente legal si no encaja en su propia y reaccionaria moral privada. Después de esto nadie puede dudar de que el matrimonio de personas del mismo género, las políticas de igualdad de género, incluso nuestras quizás ingenuas aspiraciones laicas, todo está bajo el punto de mira de la derecha de siempre.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Todo es efímero, menos la derecha española, mala cosa, por su culpa un país de nuevo avergonzado en las páginas de la ignominia europea.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No logro entender cómo la derecha española de 2014 se parece de repente tanto a la de cualquier periodo previo a la transición. No logro entender por qué la derecha española se cobra ahora esta triste revancha innecesaria y peligrosa. Innecesaria porque su doble moral e hipocresía en estas cuestiones es ya legendaria, ellos seguirán abortando fuera como siempre lo han hecho. Peligrosa porque llega en un momento muy delicado, una sociedad hastiada que ve cómo el sueño de la transición se hunde y que necesita querer el proyecto común, cuidarlo, protegerlo, y creer en él. Una sociedad ávida de futuro y progreso a la que en vez de con esperanza e ilusión se alimenta con retrocesos en el bienestar, con la pérdida ahora de las conquistas civiles y democráticas más simbólicas, con escasa confianza en las instituciones democráticas.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se equivoca gravemente el Gobierno con decisiones como ésta que nos alejan de Europa y pulverizan nuestro proyecto constitucional. Su particular nacionalismo patrio, imposición colectiva de sus convicciones morales y religiosas particulares, retroceso en las libertades y en particular las de las mujeres, es cualquier cosa menos un proyecto común. Es un proyecto que puede centrifugar España.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y es una forma de nacionalismo, sí, el propio del siglo XX a la española que creíamos superado o muy mermado. Tan nacionalismo como el catalán, por ejemplo, al que la derecha pretende confrontar inútilmente desde el inmovilismo constitucional.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El mismo nacionalismo que hace 100 años destruyó Europa en una guerra, la de 1914, cuyo trágico centenario viviremos en 2014. Entonces, en el día de año nuevo de 1914 la inmensa mayoría de europeos no consideraba probable la guerra. Como la historiadora canadiense Margaret MacMillan explica en <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">1914, de la paz a la guerra</em>, "incluso tras el asesinato de Francisco Fernando, archiduque de Austria y heredero al trono austrohúngaro, asesinato que desencadenó la crisis, (los europeos) siguieron creyendo que todo se resolvería pacíficamente como había ocurrido hasta entonces. Lo que propició una peligrosa complacencia".</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Complacencia, peligrosa y oportuna palabra cuando vemos que para las elecciones europeas del próximo mes de mayo la extrema derecha racista y xenófoba -¿lo recuerdan?- decide concurrir conjuntamente como ya han anunciado el Frente Nacional francés de los Le Pen y el holandés Geert Wilders, recuperando propuestas y eslóganes de aquella tragedia y de las que le siguieron. Y pretenden ir juntos para atacar el proyecto común europeo, la Unión Europea, el gran invento colectivo para acabar con todos los autoritarismos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cien años después Europa todavía no ha terminado de digerir aquello. En <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">El mundo de ayer, memorias de un europeo</em>, cuando la Segunda Guerra Mundial había ya estallado, Stefan Zweig escribió: "En 1914, después de casi medio siglo de paz, ¿qué sabían las grandes masas de la guerra? No la conocían. Apenas habían pensado en ella. Era una leyenda y precisamente la distancia la había convertido en algo heroico y romántico".</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sin embargo un disparo en Sarajevo y 37 días bastaron para precipitar la gran guerra, 20 millones de muertos y otros tantos heridos o mutilados y el fin de una época, un desastre en el que el nacionalismo demostró su capacidad destructiva y frente al que a pesar de los intentos de muchos, de muchos socialistas como el francés Jean Jaurè y de la mayoría de las clases medias urbanas, como apunta Margaret Macmillan, nada se pudo hacer. Stefan Zweig nos recuerda que en 1914 la gente confiaba en sus gobernantes, en la diplomacia, en sus llamadas a la paz, en su buena fe. Pero al final todo falló, la diplomacia, la política, los sistemas colectivos de seguridad, la democracia. Por ello, continúa, en 1939 nadie confiaba en casi nada ya.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No quiero hacer un artículo pesimista. No lo soy y existen soluciones, están ahí al alcance de nuestras manos. La situación actual no es en absoluto comparable a la de entonces, pero comienza 2014 y en el centenario de aquello resulta obligado recordarlo. 2014 debe ser el año de Europa, hay elecciones al Parlamento Europeo y los ciudadanos debemos ser conscientes de la importancia que tiene el proyecto colectivo europeo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los socialistas, progresistas, gentes de izquierdas en general debemos movilizarnos porque nuestra sociedad tiene un doble problema con la derecha. Por un lado, en España, una derecha que debilita peligrosamente el proyecto común constitucional negando las reformas que la sociedad exige para "revisar las normas de convivencia", y que formula cambios legislativos como el de la ley del aborto que restan atractivo a dicho proyecto común y alimentan el independentismo. Por el otro, en Europa, aunque el proyecto colectivo de paz, prosperidad y bienestar que representa la Unión Europea se mantiene en pie, lo hace dominado y prácticamente secuestrado por una derecha casi hegemónica en sus instituciones. Ese dominio, responsable de muchos de los errores de los últimos años cometidos a escala europea exige una drástica reacción ciudadana en las elecciones del Parlamento Europeo de mayo. Una reacción que permita una nueva mayoría de izquierdas y progresista en el Parlamento Europeo para cambiar el rumbo de Europa y, también, para garantizar desde Europa que nuestro maltrecho proyecto constitucional español no naufraga. Feliz año.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-11915665972413522162013-12-29T12:04:00.000+01:002013-12-29T12:44:52.475+01:00<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<h2 style="text-align: center;">
<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: x-large;">2014: esperando a Europa (otra vez)</span></span></b></h2>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<strong style="background-color: white; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en el periódico "ABC" el domingo, 29 de diciembre de 2013.</span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Todas las esperanzas de recuperación
económica y de salida de la crisis en la que estamos, de la recesión
técnicamente habríamos salido ya, pasan de nuevo por el camino que elija Europa
en un año electoral. Si <st1:metricconverter productid="2013 ha" w:st="on">2013
ha</st1:metricconverter> sido el año en el que François Hollande demostró que
la alternancia en el Elíseo no sirvió ni para reorientar el tono de la política
económica impuesta por el Consejo de la Unión Europea ni para diluir la hegemonía
de la canciller alemana Angela Merkel, 2014 debe ser el año en el que la
coalición CDU-SPD muestre su hoja de ruta. Ojalá sea otra y los
socialdemócratas logren lo que Hollande no pudo alcanzar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Los últimos hitos relevantes de la trayectoria
europea se fijaron en 2012 y en los primeros meses de 2013 hasta que el clima
preelectoral alemán congeló de facto cualquier innovación. Una desequilibrada
unión fiscal sólo por el lado de los gastos, y una indeterminadísima unión
bancaria con un proyecto razonable de supervisión pero sin rastro alguno de
mecanismo de resolución solidario y común, y mucho menos de garantía de
depósitos, se abren paso mientras seguimos sin noticias de la solidaridad
verdadera, la que tiene que ver con la deuda soberana y con la construcción de
diques que garanticen que la deuda privada no se convertirá en pública –en
España la broma de Bankia, las cajas gallegas y algunas catalanas nos ha
costado a los contribuyentes más que toda la red de AVE existente-. Un año,
2013, en el que la Unión ha aprobado su nuevo marco financiero para el periodo
2014-<st1:metricconverter productid="2020, a" w:st="on">2020, a</st1:metricconverter>
todas luces insuficiente para la magnitud del reto al que nos enfrentamos. Y un
año también que ha mostrado lo muchísimo que se puede tardar en aprobar un
programa como el de la Garantía Juvenil –empleo o formación para todos los
jóvenes antes de cumplir 4 meses en el paro- dotado con un raquítico
presupuesto que sí, es mejor que nada, pero que difícilmente va a contribuir a modificar
las expectativas que existen sobre esta tragedia –nadie prevé una reducción
significativa del desempleo en nuestro país antes de 2016-.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Así las cosas y algo cansados del
debate austeridad-crecimiento ahora que nadie defiende el tono, ritmo y
composición de los recortes ejecutados desde 2010, ni el FMI ni la Comisión
desde luego, pero conscientes de la necesidad de equilibrar las cuentas
públicas, 2014 aparece una vez más como año clave. Año clave, sí, otra vez. Equilibrar
las cuentas, algo que hoy en España es un problema de ingresos más que de
gastos a pesar de los excesos que protagonizamos en los buenos tiempos de la
burbuja. Una necesidad de equilibrio, sin embargo, en el ciclo y no año a año
como equivocadamente impone la incumplible Ley Orgánica de Estabilidad
Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera de 2012, en contra del
acuerdo político que acompañó a la reforma de la Constitución de 2011 –art 135-
, y que no va a servir para devolver nuestra economía al crecimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">En 2014 elegiremos un nuevo
Parlamento Europeo que debe ser ante todo europeísta y no euroescéptico ni
eurófobo, pero mejor progresista que conservador. Un Parlamento capaz de denunciar
con claridad los problemas que la mayoría conservadora en el Consejo ha dejado
cristalizar a cambio de nada: así ni saldremos antes de la crisis ni lo haremos
más cohesionadamente. Hasta el debilitado Obama del final de 2013 parece un
intrépido gobernante en materia económica en comparación con lo que la UE, el
eurogrupo y el Consejo han logrado. Por eso ahora que los liberales alemanes
han desaparecido engullidos por Angela Merkel, y ahora que el SPD forma parte
del gobierno federal habiendo renunciado desde el primer día a formar un
gobierno con los verdes y Der Linke –atención al dato, la izquierda obtuvo más
votos y escaños que la Sra. Merkel- es la hora de las novedades. Porque si la
UE no se plantea dar otro aire al mandato del BCE –crecimiento también, no sólo
inflación-, si no se armoniza la fiscalidad en serio también por el lado de los
ingresos –cuantos problemas nos ahorraríamos en España-, si no pretende adoptar
algo que merezca el nombre de presupuesto en el siguiente periodo financiero
que debería coincidir con el nuevo ciclo político, y si no profundiza en la
mutualización solidaria de deuda gestionando conjuntamente pasivos –eurobonos-
desde un tesoro europeo, no habrá nada que hacer y no lograremos salir de la
crisis sin pagar antes un altísimo precio.<o:p></o:p></span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-66120605379743608342013-11-14T15:24:00.002+01:002013-11-14T15:24:40.231+01:00<h1 class="title-blog" style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Georgia, Century, Times, serif; line-height: 36px; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><br /></span></h1>
<h1 class="title-blog" style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-size: 32px; line-height: 36px; list-style: none; margin: 0px 0px 10px; padding: 0px; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Economía, Europa y el 'izquierdómetro' en la Conferencia del PSOE</span><span style="font-family: Georgia, Century, Times, serif;">.</span></h1>
<div>
<br /></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en "the Huffington Post" el jueves, 14 de noviembre de 2013.</span></strong></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tras la Conferencia Política del PSOE celebrada el pasado fin de semana se ha abierto un en mi opinión estéril debate acerca del sentido hacia el que se habría desplazado el centro de gravedad ideológico, si es que tal cosa existe, de nuestro partido. No en vano el proyecto socialista del PSOE, progresista, de izquierdas, socialdemócrata..., es en definitiva el único que puede ser alternativa a la derecha actual. Es más, es el único que lo ha sido. Así lo demuestran a diario los cientos de miles de ciudadanos que se indignan ante los destrozos por razones ideológicas que nada tiene que ver con la crisis que provoca el Gobierno del PP en las políticas sociales y de bienestar -educación, sanidad, pensiones, dependencia...-, y en otros muchos ámbitos -medio ambiente, derechos de las mujeres, igualdad de género, laicismo...-, políticas que construyeron en solitario los Gobiernos del PSOE durante casi 22 años desde 1982. El PSOE, SÍ, la única izquierda posible que es lo verdaderamente importante.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los debates del fin de semana han vuelto a demostrar la capacidad de las bases socialistas, acompañadas de invitados con derecho a voz y voto en esta ocasión, para hacer autocrítica y reformar nuestras propuestas, las de todos, y hacerlo sin falsos <em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">izquierdómetros</em>. En materia de economía y empleo, tras más de 8 horas de trabajo, por ejemplo, se cerró un texto con el acuerdo de todos los participantes. Un proyecto coherente y consistente en la mejor tradición del PSOE. La misma que conduce desde una profunda modernización hacia un gran futuro sustentado en la riqueza y diversidad de la izquierda española.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No sólo tenemos propuestas y un mejor discurso. También hemos hecho autocrítica. Los capítulos dedicados a la economía y a Europa son un buen ejemplo de todo ello. Tal y como recoge el texto de la ponencia, la economía española está inmersa en la crisis económica más profunda del último siglo, una crisis con gravísimas consecuencias sociales que la derecha está aprovechando para desmantelar por razones ideológicas el estado del bienestar y los mecanismos de igualdad de oportunidades. Esta crisis es la consecuencia de la superposición y coincidencia de una serie de factores, algunos globales como la crisis financiera internacional que se desencadenó en el año 2007 tras décadas de desregulación. Otros, factores propios españoles como el estallido de la burbuja inmobiliaria que ha provocado la pérdida de un ciclo económico completo desde la década de los 90 consagrado a un modelo productivo especulativo e insostenible, que tampoco fue ajeno a las deficiencias institucionales de la construcción del euro pero que ha puesto más que evidencia el mal llamado milagro económico español que la derecha torpemente todavía sigue reivindicando.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En este marco, los socialistas apostamos por un retorno al crecimiento cimentado en los fundamentos de la economía social del mercado. Esto es, una apuesta por el empleo de calidad basado en el capital humano y tecnológico, la educación y la I+D+i, en un marco europeo de competitividad basado en el valor añadido respaldado por un sistema o modelo de bienestar sólido financiado por un sistema fiscal público saneado, solvente y sostenible que garantice la justicia social y la igualdad de oportunidades. Una sociedad de la inversión, la educación, la innovación, la cultura y la sostenibilidad social y ambiental que reduzca la desigualdad, genere empleo de calidad y refuerce la clase media trabajadora. En definitiva, un retorno a la economía social de mercado vigente en la sociedades más desarrolladas del norte de Europa en claro contraste con el modelo seguido entre 1993 y 2008.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Casi cinco años después del estallido financiero internacional, Europa sigue sumida en una crisis multifacética; crisis de empleo, de sus políticas sociales y de su Estado del Bienestar. Crisis del Euro y de las instituciones monetarias. Crisis de competitividad europea en la globalización. Crisis institucional de modelos de gobierno y de los Tratados Constituyentes de la Unión, que han quedado obsoletos e insuficientes para abordar las nuevas necesidades de la gobernanza económica. Crisis que, en definitiva, se traduce en una decreciente influencia de Europa en la escena internacional.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Con todo, el euro ha aguantado el embate de la crisis demostrando que el proyecto europeo es viable y debe ser reforzado. La crisis ha sido también el escenario que ha demostrado dos tendencias imparables. La primera demuestra que Europa sólo podrá afrontar con garantía los retos que impone la globalización participando en la toma de decisiones globales si lo hace unida. Decisiones cruciales para el futuro del continente en el ámbito económico, financiero, de la sostenibilidad, cambio climático, energético o seguridad se adoptarán a escala global. Así mismo, en segundo lugar, esa Europa debe evolucionar y transformarse profundamente para democratizar su funcionamiento, permitiendo que sus instituciones rindan cuentas y respondan democráticamente ante los ciudadanos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La integración económica europea no puede basarse exclusivamente en su pilar económico, debe tener una clara dimensión social que conduzca hacia la Unión Social, un hito indispensable para alcanzar el objetivo último de la Unión Política. Por ello, proponemos que las medidas en el ámbito estrictamente económico sean complementadas con un Pacto Social (<em style="border: 0px; list-style: none; margin: 0px; padding: 0px;">Social Compact</em>) para Europa, a añadir a los Tratados, que debe preservar el modelo social europeo sobre la base de unos estándares sociales mínimos.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; font-size: 15px; line-height: 21px; list-style: none; margin-bottom: 14px; padding: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El conjunto de la socialdemocracia siempre ha apoyado la construcción europea, entendida no solamente como un gran mercado sino como un proyecto político basado en la solidaridad, el interés mutuo y la soberanía compartida. De ahí que los socialistas europeos aspiremos a que la UE se convierta en un espacio supranacional de corte federal, que dando lugar a una verdadera ciudadanía europea, modernice y conserve el modelo social surgido en la posguerra y la gestión keynesiana del ciclo económico, apostando por la idea de desarrollo frente a la de crecimiento, con el objetivo último de alcanzar la Unión Política como cénit del sueño europeísta.</span></div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-48250933604692126452013-10-13T20:34:00.001+02:002013-10-13T20:35:30.025+02:00<br />
<br />
<div class="date-posts" style="background-color: white;">
<div class="post-outer">
<div class="post hentry" itemprop="blogPost" itemscope="itemscope" itemtype="http://schema.org/BlogPosting" style="margin: 0px 0px 25px; min-height: 0px; position: relative;">
<div class="post-body entry-content" id="post-body-6299876360113863286" itemprop="description articleBody" style="position: relative; width: 490px;">
<div style="margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px;"><br /></span></div>
</div>
<h1 id="titulo_noticia" style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 32px; letter-spacing: -1px; line-height: 41px; margin: -3px 0px 10px; position: relative; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La deuda alcanza el 100% del PIB.</span></h1>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<strong style="line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en el periódico "ABC" el domingo, 13 de agosto de 2013.</span></strong></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La deuda pública acumulada por nuestro país alcanzará el 100% del PIB en 2014 según datos del propio gobierno, 30 puntos por encima del volumen heredado en diciembre de 2011, todo un triste récord. Un nivel que ejemplifica el fracaso de la política económica instrumentada por el gobierno y auspiciada por la triunfante Angela Merkel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Esta quizás insoportable carga es el resultado de las políticas de austeridad que van a poner a prueba la todavía inédita recuperación económica que la propaganda oficial anuncia como inminente. Ojalá estuviera ya aquí. Ojalá venga. El último trabajo de Paul De Grauwe y Yuemei Ji -la herencia de la austeridad en la eurozona, publicado por CEPS el 4 de octubre- muestra como el “microscópico” regreso del crecimiento nada tiene que ver con la austeridad sino con el cambio de actitud del BCE desde que en septiembre de 2012 anunció el programa de compra ilimitada de deuda -OMT según sus siglas en inglés-. Los OMT han permitido reducir a la mitad los diferenciales de la deuda española o italiana a pesar de que sus fundamentos macroeconómicos no han mejorado desde entonces. La austeridad no ha generado la confianza que debía servir para reanimar el consumo y la inversión y crear empleo. No debe sorprender entonces que nadie crea factible reducir el desempleo en España por debajo del 25 por 100 a medio plazo. El FMI pronostica un desempleo del 26,9% y un crecimiento del PIB del 0,2% en 2014 frente al 25,9% y 0,7% que prevé el gobierno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">De Grauwe y Ji aciertan cuando destacan que a pesar del éxito de los OMT no se ha observado ningún avance en la capacidad de España y otros para aligerar su deuda. Se ha perdido un tiempo precioso. Los programas de austeridad no han evitado el crecimiento explosivo de la deuda pública sino todo lo contrario. Allí donde los programas de austeridad han sido más duros, más ha crecido la deuda. Y también, allí donde más austeridad ha habido mayor ha sido la caída del PIB. La correlación es evidente como bien demuestran. El mito de la austeridad ha ignorado las enseñanzas de la crisis de 1929 y lo que la ciencia económica sabe desde entonces, argumentan ambos, con no pocas referencias desde Irving Fisher a Paul Krugman, y</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">muchos más. El fuerte efecto contractivo de los programas de austeridad ha imposibilitado la reducción de los déficits. Un debate que ha sido sistemáticamente silenciado a pesar de que incluso el FMI ha reconocido los errores cometidos al infravalorar los multiplicadores fiscales.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su conclusión es que incluso si se asumiera que a España y a otros no les quedaba otra alternativa que la seguida, que no es así, lo inaceptable es no haber complementado esas medidas con otras simétricas que las compensaran con estímulos en los países con más margen fiscal. Las recetas aplicadas delatan una priorización por la Comisión Europea y la troika de los intereses de los acreedores frente a los de los deudores, o del centro frente a la periferia. La consecuencia es un nivel de deuda acumulada insoportable que va a lastrar su crecimiento durante décadas y que sólo será superada cuando se haga justicia y los países maltratados por la Comisión, los países periféricos, se venguen reestructurando su deuda con los centrales, compensando así la falta de neutralidad previa de la Comisión. Casi nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El resultado de todo ello, para España, es un tsunami de deuda pública consecuencia del hundimiento del PIB tras el estallido de la burbuja y que las políticas de austeridad han empeorado; de la debilidad estructural de nuestro sistema fiscal que arrastra un déficit estructural insostenible –debilidad en los ingresos, fraude, un problema de base fiscal y no de cuota-; y de la conversión de deuda privada en pública, en particular los 40.000 millones de € del rescate bancario de entidades gestionadas por el PP –Madrid y Valencia al frente-. Un agujero privado que pagaremos todos y que equivale a dos tercios del fondo de garantía de pensiones o a toda la inversión histórica en la alta velocidad ferroviaria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así las cosas la ley de Estabilidad Presupuestaria es papel mojado, una ley que marca el inverosímil objetivo de deuda del 60% del PIB en 2020. Ley que el gobierno aprobó en solitario incumpliendo el acuerdo firmado con el PSOE en agosto de 2011 al empeñarse en incluir objetivos de déficit coyuntural y no sólo estructural como se pactó entonces. El tiempo pone todo en su lugar.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-62998763601138632862013-08-09T18:16:00.000+02:002013-08-09T18:16:03.676+02:00<div style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<h1 id="titulo_noticia" style="background-color: white; font-size: 32px; letter-spacing: -1px; line-height: 41px; margin: -3px 0px 10px; text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un nuevo ciclo económico y político.</span></h1>
<div style="background-color: white; font-size: 14px; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<strong style="font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; line-height: 18px; text-align: start;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en el periódico "El País" el viernes, 09 de agosto de 2013.</span></strong></div>
<div style="background-color: white; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hayamos tocado ya fondo o no el nuevo ciclo económico llegará y coincidirá con</span><span style="font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif;"> un nuevo ciclo político. Un nuevo ciclo económico tan trascendente como el que nos sacó de las crisis del petróleo durante la Transición y que consolidaron los Gobiernos del PSOE y Europa. Un nuevo ciclo político también que deberá rediseñar partes fundamentales de nuestro modelo institucional de convivencia democrática casi 40 años después de su definición.</span></div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
La sociedad española reclama cambios profundos en la manera de hacer política, en las actitudes de los políticos, en el funcionamiento de los partidos y en el de las instituciones. Exigencias imprescindibles para el éxito de cualquier proyecto político, tanto de Gobierno como de oposición. Reformas políticas de calado que permitan a los ciudadanos sentir que vuelven a tomar en primera persona las riendas de la política. Porque si no lo hacen la desafección irá a más, y con ella sus peligrosas consecuencias para la democracia: populismo y quién sabe qué más.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
La desafección política es el resultado de varios factores. En primer lugar, la demostrada incapacidad para controlar desde las instituciones democráticas tanto las decisiones que provocaron la crisis económica como las injustas medidas puestas en práctica para intentar salir de ella con nulo éxito hasta ahora. Un problema de largo recorrido, en España un ciclo económico completo perdido, 1994-2008, por infinidad de errores —una burbuja insostenible—. Un trágico error colectivo que casi nadie vio venir y que la derecha aún niega atrapada en el espejismo del milagro económico de Aznar. Un problema de diagnóstico, y de terapia. Si da igual votar la izquierda o a la derecha porque las decisiones se toman en otras instancias y las políticas no cambian, entonces, la desafección es la más moderada de las reacciones imaginables...</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
A pesar de que el mito de que la derecha gestiona mejor que la izquierda la economía se está derrumbando a marchas forzadas, todavía perdura el recuerdo del origen de la crisis y de lo que se hizo entonces. Un análisis riguroso conduce obligatoriamente a los años en los que Gobiernos socialistas pusieron en marcha políticas de redistribución socialdemócrata sin prestar atención al origen de rentas demasiado vinculadas a la desregulación, olvidando la producción. Dinero fácil, rápido, insostenible en el tiempo. Pues bien, la redefinición de su proyecto económico constituye el primer objetivo para la izquierda española con vocación de gobierno y sentido de Estado, para el PSOE. Una alternativa económica consistente y verosímil que permita superar definitivamente el largo periodo de hegemonía neoliberal que está detrás de la crisis y que se infiltró en el pensamiento progresista.</div>
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La construcción del Estado de bienestar se fundamentó en el crecimiento, y ese debe volver a ser el objetivo de la izquierda, crecer, defender un modelo propio, claro, asumiendo un entorno con retos estructurales como la globalización, el desempleo posburbuja con escasa formación, el endeudamiento o el envejecimiento de la población que exigen propuestas valientes.Pero ese proyecto debe ser europeo. Hay que ir más lejos de lo que ya proponen el Partido Socialista Europeo (PES) y el grupo Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo para salir de la crisis, crecer y hacer frente al austericidio que impone la derecha. Pero atenuar o acabar con la austeridad, sin más, no implicará crecer. El crecimiento retornará cuando nuestra economía produzca de nuevo bienes y servicios competitivos utilizando los recursos ociosos existentes y los que se generen invirtiendo y a través de la educación, de la I+D+i, aumentando el potencial de crecimiento. Una economía sustentada en empresas sólidas e innovadoras con un nuevo énfasis industrial. Crecer exige ser competitivo a escala global.</div>
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Solo Europa puede salir de la crisis por una senda progresista que conduzca a un futuro, o cuando menos a un nuevo ciclo económico, de crecimiento y mayor cohesión social y bienestar. Si no se logra establecer un paradigma común norte-sur socialdemócrata, dentro y fuera del euro, será difícil reforzar el papel político que la izquierda pueda desempeñar en el próximo doble ciclo económico y político no solo en Europa, sino también a escala global.</div>
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En segundo lugar, la desafección política se alimenta de los escándalos de corrupción que afectan al conjunto de instituciones democráticas y que han batido récords con el <em>caso Gürtel-Bárcenas.</em> Un caso que eleva más si cabe el listón de exigencia para todos los partidos, sin excepción, deudores todavía de un ejercicio de autocrítica y transparencia mucho mayor que el realizado hasta ahora.</div>
<div style="background-color: white; font-family: Arial, Helvetica, Garuda, sans-serif; line-height: 20px; margin-bottom: 15px; text-align: justify;">
En el nuevo ciclo político España necesita una profunda reforma constitucional que permita recuperar el impulso ciudadano sin el cual las instituciones democráticas no pueden subsistir. La corrupción y la crisis que afectan al conjunto de nuestro sistema —los tres poderes del Estado, Corona, partidos políticos, modelo territorial...— lo exigen. Una reforma con nuevos protagonistas, dando paso a las ideas de las generaciones de españoles que no participaron ni como jóvenes votantes en la Transición, y con nuevos planteamientos de fondo porque el relevo generacional resultará insuficiente si viene acompañado de viejas actitudes. Una reforma que cierre el modelo territorial, federalizando su funcionamiento y avalando desde la igualdad de derechos y obligaciones y los principios de cohesión y solidaridad los hechos diferenciales que en 1978 se quedaron fuera, en particular respecto a Cataluña. Una reforma que incorpore y blinde los derechos sociales y que modifique el sistema electoral. En definitiva, una reforma constitucional que constituya una verdadera desamortización democrática ciudadana que elimine todo el lastre innecesario acumulado desde 1978.Ahora más que nunca la izquierda está obligada a dar ejemplo. También, a abrir nuevos cauces de relación con la sociedad eligiendo a sus candidatos mediante primarias abiertas en las que pueda participar cualquier ciudadano y potencial votante como, una vez más, ha liderado el PSOE para las candidaturas a la presidencia del Gobierno de la nación. Primarias abiertas que deberán ampliarse a Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Para el PSOE ello implica modificar sus estatutos, recientemente puestos en práctica en Andalucía, porque el procedimiento que regulan está todavía muy lejos de lo que reclama la sociedad. Primarias porque la participación abierta es un fin en sí mismo, un instrumento de legitimación, movilización y de apertura, no un instrumento a favor o en contra de la dirección de turno.</div>
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Por todo ello, en estos tiempos turbulentos, la solidez del proyecto político del PSOE es imprescindible. Su redefinición, en la que estamos, debe concentrarse en la recuperación de su credibilidad y rigor superando un periodo en el que la aparentemente infinita bonanza impuso prácticas y mensajes de escaso calado intelectual, más condicionadas por la realidad mediática y sus ritmos y actores que por las necesidades políticas ciudadanas, como después bien se ha podido comprobar. Ello obligará también a combinar de otra manera perfiles en los equipos políticos, prestando mayor atención a los factores que dignifican la acción política ante los ciudadanos desde la máxima ejemplaridad pública —mérito, capacidad, formación, intachabilidad—, integrando con habilidad aquellos con carreras largas en el seno de los partidos, con otros cada vez más numerosos con trayectorias profesionales antes y por supuesto después de la política en el ámbito privado o en la Administración. Los primeros Gobiernos de Felipe González son un buen ejemplo.</div>
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Se acerca un nuevo ciclo económico, y también político, que exige cambios profundos, a todo y a todos, sobre todo a los que quieran sobrevivir. Sinceramente no creo que haya otro camino.</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-6274270430720954602013-07-14T12:49:00.001+02:002013-07-14T12:55:51.128+02:00<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;"><br /></span></h2>
<h2 style="text-align: center;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: x-large;">¿TOCANDO FONDO?</span></h2>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Artículo aparecido en el periódico "ABC" el domingo, 14 de julio de 2013.</span></strong><br />
<strong style="background-color: white; font-family: Arial, Tahoma, Helvetica, FreeSans, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></strong>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><b>Hayamos tocado ya fondo o no la prioridad sigue siendo lograr que la economía española crezca.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El esfuerzo que el gobierno venía realizando desde hace semanas para invertir las lúgubres expectativas sobre nuestra economía se ha venido abajo tras la publicación de las Perspectivas Económicas Globales del FMI que reducen 7 décimas la previsión inicial de crecimiento para 2014 –crecimiento cero-. Así, de nuevo, los deseos chocan con la dura realidad echando por tierra el pundonoroso pero desafortunado intento de transmitir cierto optimismo tras la fatídica rueda de prensa de aquél consejo de ministros del viernes 26 de abril en la que se dio por perdida la legislatura. Si se cumplen las previsiones del FMI así será.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Hayamos tocado ya fondo o no la prioridad sigue siendo lograr que la economía española y por ende la europea crezcan. Y por ello es preciso revisar a fondo los elementos macroeconómicos de los que depende esa capacidad para contribuir a activarlos en la medida de lo posible con los instrumentos de política económica disponibles.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vivimos en un país que según la Comisión Europea tiene un déficit estructural de unos 6 puntos, pero que otros como Javier Andrés y Rafael Doménech de FEDEA sitúan en torno al 3%, estimando además que por cada punto de reducción del paro estructural se reduce el déficit estructural en 0,7 puntos ahorrándose así 7.000 millones de € de ajuste. Este hecho evidencia la necesidad de olvidar o complementar con políticas de crecimiento la obsesión por la austeridad que sigue practicando erróneamente el gobierno. Con un gasto público en el entorno del 46% del PIB y unos ingresos del 36% según EUROSTAT -con las distorsiones que el rescate financiero ha generado en 2012, evitable si no llega a ser por el fiasco Bankia- es evidente que existe un problema de ingresos pero que éste debería ser resuelto cuando la economía crezca, de modo contracíclico y no procíclico como el gobierno se empeña en hacer en plena recesión y como ha corroborado el FMI. El nuevo ajuste –subidas de impuestos y también recorte de gastos- restará 8 décimas al crecimiento en 2014 según el FMI, muy interesado en afinar sus cálculos tras el fiasco provocado por la subestimación inicial de los multiplicadores fiscales que dio alas a los recortes auspiciados por la derecha en toda Europa. Pues bien, mientras el austericidio continúe va a ser difícil que se noten los cambios en la senda de consolidación fiscal acordados –o concedidos- en Bruselas, más bien se harán imprescindibles otros nuevos, o que las modestas medidas de crecimiento, recuperación del crédito y de fomento del empleo juvenil acordadas en el último Consejo Europeo den resultados.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En este marco, frente al discurso del gobierno de que lo peor ya ha pasado, que los bancos se han recapitalizado, que los mercados se fían del Tesoro y de que el FROB tiene recursos para afrontar nuevos sustos bancarios, además del remanente de la línea del MEDE que probablemente se prorrogará para evitar caer en la tentación de sacar pecho antes de tiempo y llevarnos algún disgusto, no cabe otra que criticar las decisiones del gobierno. Una política económica que es la responsable de que España sea el país al que el FMI baja más las previsiones para 2014.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Europa se mueve demasiado despacio pero incluso cuando quiere ayudar, como cuando el BCE dice que la política monetaria será acomodaticia tanto tiempo como sea preciso, parece estar diciendo también que las perspectivas son cuando menos turbias. Algo similar sucede cuando Angela Merkel reconoce que Alemania cedió en algunos aspectos de la Unión Bancaria para evitar males mayores en algunos países de la zona euro con problemas estructurales y de fondo.</span></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras, subsisten los principales factores que hacen muy difícil por no decir imposible retomar una senda de crecimiento. El primero, la sequía crediticia que, en palabras de Emilio Ontiveros, se debe a los problemas de transmisión de la política monetaria desde el BCE a las empresas a través de los bancos. El segundo, la falta de expectativas generadas por las previsiones de crecimiento a la baja que además restringen todavía más el renqueante flujo de crédito, refuerzan el temor a que haya que volver a recapitalizar alguna entidad financiera –la troika ha avisado esta misma semana- y complican el desapalancamiento de familias y empresas. Estemos o no en el fondo, malas perspectivas, y para todos.</span></div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1675373075342799936.post-14288196033842951142013-07-10T10:35:00.000+02:002013-07-10T10:35:04.908+02:00<h1 style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 40px; font-weight: normal; line-height: 1; margin: -2px 0px -3px; padding: 6px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<br /></h1>
<h1 style="background-color: white; border: 0px; color: #111111; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 40px; font-weight: normal; line-height: 1; margin: -2px 0px -3px; padding: 6px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
Una cuestión general de ética: Bárcenas y el PP</h1>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;"><br /></strong></div>
<div>
<strong style="background-color: white; font-family: Bitter, sans-serif; font-size: 13px; line-height: 18px;">Artículo aparecido en "sesiondecontrol.com" el miércoles, 10 de julio de 2013.</strong></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Los escándalos de corrupción y, muy en especial, el caso Bárcenas, parte de la llamada trama Gürtel, no sólo están generando una inmensa desafección ciudadana con la política sino que imposibilitan avanzar y alcanzar acuerdos políticos en momentos como el actual, de profunda crisis económica y social. Una crisis de origen financiero, económica y social, que desde hace tiempo se ha convertido en crisis política e institucional. Una crisis de confianza en la democracia española que afecta a todas sus instituciones.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Vivimos un momento en el que necesitamos un gobierno solvente capaz de guiar a un país en crisis, sin expectativas de crecimiento real a corto y medio plazo y con más de seis millones de parados. Un país que debe lograr que la Unión Europea modifique sus equivocadas políticas porque, en caso contrario, no logrará volverá a crecer; por tanto, necesita prestigiar a sus legítimos representantes. Un país en un momento crítico en el que el partido que obtuvo mayoría absoluta hace todavía sólo un año y medio ha tirado por la borda cualquier posibilidad de resolver los principales problemas que se encontró al llegar al poder o que han ido a peor durante su gestión.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Lo grave no es que contemos con un gobierno torpe en su gestión económica y que se ha visto obligado a rectificar innumerables veces, no, sino algo peor. Lo peor es que este gobierno ha logrado contaminar de tal manera la vida pública e institucional por razones éticas que ha logrado convertir nuestra crisis económica en una crisis política e institucional de profundidad desconocida y consecuencias imprevisibles.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Hace 4 meses escribí en este mismo medio una tribuna titulada “<a href="http://sesiondecontrol.com/actualidad/firmas/psoe/ojala-pudiera-creerle-senor-presidente/" style="border: 0px; color: black; font-family: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;" target="_blank">Ojalá pudiera creerle señor presidente</a>“ en la que explicaba las razones por las que desde el PSOE pedíamos entonces la dimisión del presidente del gobierno. La pedíamos entonces cómo lo hacemos ahora porque nada ha cambiado. Bueno, sí, todo ha ido a peor. Todo lo que entonces sosteníamos se ha cumplido. La sombra de Bárcenas ha acompañado al presidente del gobierno allí donde ha ido. Y por culpa de ello, no contamos con un presidente que pueda restablecer la confianza, la seguridad y la estabilidad que España necesita, aunque lo hiciera desde los planteamientos ideológicos de la derecha tan alejados de los míos.</div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Entonces expliqué cuáles eran y son los planes, la hoja de ruta del PSOE para recuperar nuestro espacio y credibilidad política desde la oposición, sin atajos, con mucho esfuerzo. Nosotros ni queríamos ni hemos buscado este nuevo trance en el que el PP nos ha situado a todos. Nosotros creemos en el trabajo bien hecho, metódico, sistemático. Creemos en el tiempo de la oposición y en eso estamos. Pero así es imposible trabajar.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
El problema que el PP y este gobierno tienen con Bárcenas excede su propio espacio. Bárcenas y la trama Gürtel se han convertido en un problema gravísimo para todos. Para la oposición, por supuesto, no lo negaré yo, porque como partido político de gobierno nos afecta el brutal deterioro de nuestras instituciones, la desafección ciudadana con la política y con la democracia, fenómenos que sólo pueden beneficiar al populismo, a los extremismos de todo signo y a los enemigos de la convivencia tal y como la conocemos desde la transición.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Nuestro país necesita reformas democráticas de calado –partidos políticos, electorales, modelo territorial, transparencia, sistema fiscal, constitucionalizar derechos sociales- imposibles de salir adelante con un gobierno sostenido por un partido acorralado y enfangado como nunca se había visto por un caso de corrupción generalizada.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Un gobierno que no sólo ha demostrado escasa pericia como gestor de nuestra maltrecha economía sino que para poner las cosas democráticamente más difíciles ha roto en poco tiempo demasiados consensos básicos de los que servían como soporte a nuestras debilitadas instituciones.</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Los perfiles de los nombramientos del Tribunal Constitucional, lo que se ha hecho con TVE, lo que se quiere hacer con el CGPJ, el ataque sin precedentes a la igualdad de oportunidades en la educación, la privatización de la sanidad, la amnistía fiscal, y tantas otras decisiones combinadas con la nula voluntad –e incapacidad real por lo antes dicho- de reformar todo lo que necesita mejorar en nuestro sistema democrático no nos permiten ser optimistas…</div>
<div align="JUSTIFY" lang="es-ES" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Una ruptura de consensos básicos en un momento de nihilismo social que dificulta al máximo la consecución de pactos entre las diferentes fuerzas políticas para resolver los acuciantes problemas económicas y sociales que ahogan a nuestros ciudadanos porque, ¿cómo vamos a pactar cuestiones concretas mientras se dinamitan los consensos esenciales de nuestro sistema de convivencia democrática? ¿Cómo vamos a acercarnos por responsabilidad a un gobierno, que no puede dar una rueda de prensa ni responder públicamente a nada porque el nombre de Bárcenas le persigue, sin que nos critiquen los ciudadanos? Aún y así, porque era y va ser bueno para los ciudadanos que sufren el paro, y en particular los más jóvenes, lo hemos hecho sobre Europa, pero Bárcenas ha vuelto a llenar la pantalla…</div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Es evidente que lo que es determinante, irreversiblemente determinante, es el caso Bárcenas y la gestión que desde el gobierno y el PP se ha hecho de él. Una gestión que no resiste el más mínimo análisis crítico, una gestión torpe, plagada de mentiras y a la defensiva que no hace sino corroborar día tras día las tremendas sospechas que se ciernen nada más y nada menos que sobre todas las direcciones completas del PP desde hace al menos dos décadas y sobre este gobierno, su presidente y gran parte de los ministros.</div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
Por ello, por razones de ética, nada fluirá ni será resuelto en nuestro país mientras no se supere el caso Bárcenas. Este caso es una tragedia colectiva que exige decisiones drásticas, dimisiones, una verdadera catarsis en el PP. Y que nadie dude de que los demás haremos nuestras propias catarsis si fuera necesario, pero no nos engañemos, no hay nada comparable. Un caso que se ha convertido en una cuestión de ética para todos y para todo. Nada hay más grave que sus consecuencias sobre nuestro sistema constitucional. Un escándalo que cuestiona y amenaza nuestro sistema político y que por razones de ética debemos resolver y superar porque en caso contrario sus consecuencias desbordarán cualquier previsión.</div>
<div align="JUSTIFY" style="background-color: white; border: 0px; color: #444444; font-family: Oxygen, sans-serif; font-size: 14px !important; line-height: 1.5em; margin-bottom: 1.5em; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
La sociedad española debe afrontar con valentía una cuestión general de ética, la ética de nuestra dignidad democrática, la más importante para una inmensa mayoría de ciudadanos conscientes de la crítica situación por la que atraviesa nuestra democracia.</div>
</div>
Juan Moscoso del Pradohttp://www.blogger.com/profile/02908107015257570221noreply@blogger.com1