ESPERANDO A EUROPA, Y A RAJOY
Diputado a Cortes por Navarra (PSOE)
y Doctor en CC. Económicas
Las crisis siempre tienen un componente político, mayor cuanto más profundas resultan. Esta no es una excepción en un doble sentido, en primer lugar en el de las decisiones políticas que desde la década de los 80 provocaron el desgobierno financiero basado en una desregulación con fundamentos ideológicos que no técnicos, y en segundo lugar en la incapacidad europea de responder con instrumentos políticos eficaces y proporcionales a la dimensión de la amenaza –globales o cuando menos europeos-. Han pasado más de tres años desde su comienzo y Europa sigue secuestrada por un tándem franco-alemán que rezuma lo peor de un provincianismo secular nunca superado. Son ya demasiadas las rectificaciones, las decisiones aparcadas, la asunción de realidades con años de retraso, pero todo sigue igual. De nuevo estamos ante un Consejo Europeo crucial, pero ya no recordamos cuantos llevamos. La unión fiscal, la austeridad no cercenadora del crecimiento, la corrección de unos instrumentos asimétricos incapaces de garantizar la estabilidad de la zona euro y mucho menos su crecimiento, todo sigue sobre la mesa desde hace demasiado tiempo. Ni Merkel ni Sarkozy han estado a la altura ni los demás miembros del Eurogrupo han sido capaces de impulsar o proponer medidas con la determinación que la situación exigía. Se ha ido a remolque de los acontecimientos y se sigue yendo, ahora incluso arriesgando el modelo de integración europea y olvidando los graves problemas estructurales de la economía europea –competitividad frente a unos colosos que ya no son economía emergentes como Asia, India o Brasil-, y no digamos los de España –una economía menos competitiva y demacrada tras haber desperdiciado un ciclo económico entero consagrado al ladrillo tras el estallido inmobiliario provocado por el arreón que se le impelió a partir de la Ley del Suelo de 1998 y la pusilanimidad de la corrección previa al batacazo de 2008-.
La encrucijada a la que se enfrenta Europa no es sólo una cuestión de qué esquema sigue la Unión- más intergubernabilidad y menos proyecto político común con una Comisión y Parlamento Europeo a la baja-, o si se reforman los tratados para permitir mayor disciplina fiscal, la emisión de eurobonos u otras actuaciones para el BCE, no. Europa debe decidir qué modelo de sociedad quiere ser. Europa debe elegir si continúa por el camino de la prosperidad económica basada en la competitividad de sus empresas y en su capital humano respaldada por un modelo social que garantiza la igualdad de oportunidades o, como alternativa, si emprende el camino de la competitividad sin cohesión social siguiendo el esquema de otras sociedades occidentales no menos exitosas como los Estados Unidos pero saturadas de desigualdad. Esa decisión es exclusivamente ideológica. Sin creación de riqueza no puede haber bienestar, pero eso no quiere decir que para crear riqueza haya que reducir el bienestar. Es preocupante que en este momento tan crítico la socialdemocracia europea apenas tenga voz en gobierno alguno, incapaz como ha quedado demostrado de prever y mucho menos evitar lo que ha sucedido y que ahora amenaza el corazón y la esencia del modelo de sociedad construido por al menos tres generaciones de europeos. Mientras esperamos desengañados la llegada de Europa aprovechamos para esperar también a Rajoy, al que esperábamos también aunque desde hace menos tiempo, sin conocer siquiera cual es su modelo de sociedad. Espero que tengamos suerte.
Interesante Juan. De acuerdo con que Europa siempre llega tarde. No obstante, hemos de recordar varios datos que no recoges en el artículo:
ResponderEliminar1. El PSOE ha intentado varias veces reflotar la burbuja inmobiliaria. Pero no me voy a remitir a un simple debate "tu lo hiciste también y yo lo hice menos", sino que te voy a dar datos. (Ya te di recientemente el de número de viviendas empezadas, pero aquí va otro) http://www.expansion.com/2011/12/04/empresas/1323018339.html De acuerdo con que hay que pinchar la burbuja, pero vosotros no lo habéis hecho. Deberíais haber dejado que la actividad se hubiese reducido al peso real que debe tener sobre el PIB si queremos tener una economía competitiva.
2. Hablas de competitividad, y se te olvida que habéis dedicado muy pocos recursos a fomentarla. Si el dinero que gastasteis en el "Plan E" lo hubieseis gastado en educación, innovación y ayudar a emprendedores, otro gallo cantaría. Y no me vale el argumento que como Keynesianos antiguos querías incrementar el gasto, ya que como tú bien sabes el gasto se podría haber aumentado de muchas otras formas que no fuesen inyectar dinero a un sector altamente improductivo e inflado.
3. Hablas de modelos de sociedades con cohesión social pero no defines cohesión social. Si defines cohesión social como igualdad de salarios, debes recordar que el Índice de Gini se ha disparado con el PSOE en el poder. Por el contrario, el modelo de bienestar Alemán ha permitido entre otras cosas bajar los impuestos a las rentas más bajas recientemente. La diferencia salarial se ha disparado con el PSOE en el poder. No habéis aplicado la progresividad a los impuestos que muchos economistas piden (Ejemplo claro: Cheque Bebé).
4. Es bueno que definas cohesión social antes de hablar de ella. La cohesión social no viene sólo dada por la cantidad de dinero que tienes, sino también por otros factores como la libertad. Hay que definir cohesión social, pues juzgar otras sociedades con valores nuestros es un razonamiento pobre.
5. Hablando de competitividad, que se te ve muy implicado con ello, debemos recordar que si mientras habéis estado en el poder hubieseis fomentado la competitividad española, las rentas más bajas hoy probablemente percibirían unas rentas más altas. No habéis apostado por la competitividad, y tampoco te lo demostraré con palabras, sino que me remito al "Global Competitiveness Report", que entre otras cosas destaca nuestros excesos en infraestructuras y critica muchos otros puntos que en 7 años no habéis tocado. Cualquier socialista aspiraría a conseguir lo que se ha conseguido en países como Dinamarca, dónde pueden sostener un sueldo mínimo altísimo dada su competitividad.
Dicho esto, sólo quería recordarte que no sé qué esperáis de Europa ni de Rajoy, pero sinceramente, no estáis en condiciones de exigir nada. El día que vuestras palabras se conviertan en datos, podremos tener un debate real y "Esperar a Europa y a Rajoy". Mientras tanto, esperaremos una izquierda a la altura de las condiciones económicas y sociales, que puedan proponer mantener un Estado del Bienestar basado en fundamentos reales.
Un saludo,
Alvaro.
Buen artículo. y yo m pregunto: ¿cuál es la solución?. Los análisis de la situación actual me lleva aún más a ser pesimista.
ResponderEliminarSaludos
David Martín Alonso