Las nuevas perspectivas financieras europeas
Juan Moscoso del Prado - CINCO DÍAS 29/07/2011
En plena crisis de la deuda soberana de los países del euro, ha comenzado la discusión de las Perspectivas Financieras (PPFF) de la Unión Europea para el periodo 2014-2020. Un debate crucial en un momento en el que Europa afronta una crisis que exige una coordinación e integración fiscal mucho mayor pero no solo por la vía del gasto –control del déficit, pacto de estabilidad...–, sino también por la de los ingresos, tanto para los Estados miembros como para la propia UE que debe ser capaz de contar con más recursos propios y con un presupuesto mayor. La discusión será larga y complicada. La propuesta de la Comisión se presentó el pasado mes de junio y aunque se prevé que se apruebe antes del final de 2012 es posible que hasta mediados de 2013 los Estados miembros no se pongan de acuerdo. La presidencia polaca de este semestre solo pretende abrir un periodo de reflexión sin entrar en la negociación, Dinamarca celebrará elecciones durante su presidencia en el segundo semestre y 2012 comenzará con presidencia chipriota y elecciones en Francia y en España.
En este contexto, la Comisión Mixta Congreso-Senado para la UE, tras más de un año de trabajo de la Ponencia sobre la revisión de las perspectivas financieras de la Unión Europea, del sistema de recursos propios y de la reforma de las políticas de cohesión y agraria común, ha aprobado un documento de conclusiones importante y que ha logrado cerrar un amplio acuerdo entre las dos principales fuerzas políticas españolas, PSOE y PP, y el resto de partidos con representación parlamentaria, plasmado en una resolución conjunta PSOEPP aprobada por 338 votos en el reciente debate sobre estado de la nación.
El documento, que recoge las líneas de actuación que deberá seguir el Gobierno ante las nuevas PPFF, establece que estas deberán garantizar la financiación de las nuevas competencias que asigna a la UE el Tratado de Lisboa y que los proyectos y acciones que se deriven de la Estrategia 2020 se pongan en marcha, garantizando las políticas tradicionales reconocidas en los tratados, en especial la Política Agraria Común (PAC) o las políticas de cohesión. Es prioritario, además, conciliar la necesidad de ajuste presupuestario con la necesidad de dotar a la UE con los recursos suficientes para afrontar los retos futuros, abordando en paralelo el debate y negociación sobre los ingresos y gastos del presupuesto europeo.
Así mismo, la estructura de financiación del presupuesto debe sustentarse sobre los principios de equidad en los ingresos y transparencia defendiendo para ello un sistema que elimine todas las compensaciones que los distorsionen.
Respecto a la políticas de cohesión, deberán negociarse estrategias de salida graduales justas para aquellas regiones que deben abandonar el objetivo de convergencia por haber superado su renta per cápita el 75% de la media europea así como un tratamiento singular para Canarias, como región ultraperiférica y para Ceuta y Melilla, como ciudades fronterizas alejadas. También deberá aumentar la ponderación de elementos como el desempleo y la brecha tecnológica, la innovación, los índices de abandono escolar o la tasa de población inmigrante de los distintos Estados y regiones, y el distinto nivel de desarrollo de las regiones respecto al objetivo de competitividad.
En cuanto a la PAC, no deberá ver reducidas sus dotaciones presupuestarias actuales, ni se introducirán elementos de renacionalización o cofinanciación para asegurar que nuestro país siga percibiendo, como mínimo, los importe actuales del presupuesto comunitario, del Feaga y del Feader. Además, se establecen otras propuestas de refuerzo del peso de los productores en la cadena alimentaria, de regulación de la competencia, de mejora de la capacidad empresarial y la competitividad de los agricultores, de estabilización de precios, sobre acuerdos de comercio con terceros países, de orientación de los fondos de desarrollo rural a la mejora de la eficacia, competitividad y productividad de la explotaciones y de la industria agroalimentaria, y sobre la incorporación de las mujeres y el rejuvenecimiento de las explotaciones.
Las conclusiones reclaman mantener el esfuerzo de innovación e investigación -Estrategia 2020- potenciando las líneas dedicadas a las pymes en el VIII futuro Programa Marco y, en particular, en el Programa de Competitividad e Innovación, y para las políticas de formación y educación a largo plazo. Así mismo, pide crear un instrumento específico dedicado a las pymes que promueva su competitividad.
Por último, el documento no olvida las necesidades del espacio europeo de libertad, seguridad y justicia, la política exterior, la cooperación judicial y las políticas de inmigración.
Juan Moscoso del Prado. Economista y portavoz del PSOE en la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea
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