El Comité Regional del PSN-PSOE ratificó el sábado mi candidatura a la alcaldía de Pamplona para las próximas elecciones municipales, tal y como propuso el Comité Local de la Agrupaciónde Pamplona días antes. Como dije, me siento inmensamente honrado por ello, y a mis compañeros sólo les puedo decir que me lanzo a ello, sin duda un gran reto, con ganas e ilusión convencido de que en Pamplona al igual que en Navarra el cambio responsable es posible.
Pamplona necesita acabar con el proyecto caduco, de derechas y obsoleto de UPN que, por desgracia, en los últimos días con motivo del sumarísimo descarte de nuestra ciudad como candidata a la capitalidad cultural europea en 2016, ha demostrado su incapacidad para situar a nuestra ciudad donde los ciudadanos desean y donde le corresponde. Pamplona fue hace años referencia de progreso y cultura, y desgraciadamente ya no lo es ni de una cosa ni de la otra. Con la confianza de los ciudadanos y ciudadanas, trabajaré como alcalde para que Pamplona vuelva a avanzar, progrese en la sostenibilidad social y medioambiental que una ciudad moderna necesita, y vuelva a situarse como referencia en calidad de vida e igualdad de oportunidades, los elementos que sin duda deben caracterizar una ciudad abierta y europea como la que soñamos.
El fracaso de Pamplona-2016 muestra la imperiosa necesidad que existe de modernizar nuestra ciudad para que sea esa ciudad europea que esta semana no ha podido ser, para garantizar el estado de bienestar, para superar el desempleo y la marginación que todavía convive con nosotros. Queda mucho por hacer en materia de participación ciudadana, en el respeto e incluso reconocimiento de la diversidad que enriquece nuestra ciudad.
Pamplona ha perdido muchos trenes y esta semana uno más, importante y muy simbólico, que no volverá a pasar hasta dentro de quince años, casi tantos como ha tenido Yolanda Barcina para preparar este momento y fracasar estrepitosamente.
Sin embargo, los pamploneses saben que Pamplona no ha perdido la oportunidad, la ha perdido exclusivamente Yolanda Barcina. Desde hacía semanas se sabía que el batacazo estaba asegurado, y a pesar de ello, por responsabilidad, desde el PSN-PSOE hemos preferido esperar a la decisión final confiando en que ocurriera un milagro laico que no ha tenido lugar. Desde hacía tiempo la noticia no era que Pamplona podía quedar descolgada sino cómo era posible que Pamplona presentara semejante proyecto. Un proyecto muy alejado del mínimo de calidad y rigor que se nos presupone.
La cultura es el mejor indicador de progreso, de desarrollo humano, de bienestar, el que marca la diferencia entre el progreso real y el estadístico, que es el que único que preocupa a UPN y a la alcadesa Yolanda Barcina.
Los socialistas del PSN-PSOE queremos que Pamplona sea una ciudad internacional, abierta, moderna, cosmopolita, con sectores punteros, cohesionada, con calidad en el empleo y los servicios, una ciudad progresista y europea, justamente lo contrario de a donde nos está llevando la mala gestión de Yolanda Barcina y de UPN.
Por ello hemos pedido que se celebre un Pleno monográfico en el Ayuntamiento de Pamplona para debatir sobre este fracaso, simbólico pero muy significativo por que demuestra la superficialidad de las políticas del actual equipo consistorial.
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