CONSENSOS MACROECONÓMICOS
Alguien ha dicho con razón que lo único que queda del llamado consenso de Washington es el consenso que existe hoy acerca de lo equivocado que estaba. Algo parecido va a suceder con el imperfecto e inexistente consenso sobre la austeridad expansiva y el tozudo voluntarismo que ha intentado convencer a sociedades completas sobre la suficiencia de un cambio de gobierno para superar la crisis. Pues bien, no ha sido así en ninguno de los países europeos que lo han hecho –Grecia, Portugal o Reino Unido-, ni siquiera con Obama tras la catástrofe Bush ni parece que vaya a ser así en nuestro país a pesar de una legislatura completa de escapismo popular. La gran pregunta es que sucederá en Francia, incluso en Alemania, y como afectará lo que ocurra en estos dos países a la hoja ruta no tanto comunitaria, que también, sino de la zona euro a corto plazo.
Las dificultades de nuestra economía 4 meses después de la victoria del PP y 300.000 parados más obligan a todos a centrar la atención de una vez por todas sobre los problemas de fondo de nuestra economía, la española y la europea, sin demagogia. Y ello pueda hacerse separando la paja del trigo y subrayando los que yo llamo consensos macroeconómicos, sí, en grandes líneas.
Los ciudadanos españoles ya saben que los cambios de gobierno no son milagrosos y que la dura realidad obliga a los gobiernos, sean nuevos o veteranos, a tomar decisiones. Ya sabemos aunque algunos nunca dejamos de anunciarlo desde estas páginas que esta crisis tiene raíces globales, resultado de más de dos décadas de globalización descontrolada, integración financiera poco regulada y mal supervisada y de la sobredimensión de los mercados financieros. El que no lo sepa todavía se lo debe hacer mirar. Este debe ser el primer consenso básico.
El segundo consenso se centra en la peculiaridad de la economía española, su gran debilidad, el sobredimensionamiento del sector inmobiliario tornado en burbuja que durante esas dos décadas ha absorbido recursos y talento emprendedor mal orientado, endeudado a la población y, tras la crisis, destruido empleo masivamente. Todo el ciclo 1993-2008 pecó de ello y por ello ignorar la responsabilidad compartida de toda la sociedad española sobre esta cuestión es engañar a la ciudadanía. Este es un consenso imperfecto porque, por ejemplo, la ministra de trabajo en su pobre discurso de este jueves en el debate sobre la reforma el mercado de trabajo se limitó a endosar en la cuenta del PSOE los millones de parados actuales obviando cualquier análisis de fondo y no digamos asunción de responsabilidad alguna en el desastre colectivo del susodicho ciclo. Utilizar como arma arrojadiza el máximo de paro de mañana frente al de hoy –porque seguirá creciendo- frente al mínimo histórico del 2007 con ZP –todos encantados con la burbuja- no sirve para nada.
El tercer consenso es más que preocupante aunque el gobierno se moleste y sus acólitos se empeñen en ocultarlo, la economía española caerá un 2 por 100 en 2012 y no crecerá en 2013, con lo que todo ello va a significar para el desempleo. El gobierno va a aprovechar esta tragedia para transformar el modelo de bienestar social, lo que la Constitución de 1978 llama economía social de mercado, a pesar de que poco tiene que ver con el origen de la crisis, el primer consenso, y lo va a hacer simplemente por razones ideológicas. Mariano Rajoy no es Margaret Thatcher aunque su legado quizás, veremos, se le pueda parecer. Una revancha ideológica con todas sus consecuencias que pretende alterar los equilibrios fundamentales y el consenso constitucional sobre la distribución de la renta y los elementos que configuran la todavía mas que imperfecta igualdad de oportunidades, vectores perfectamente compatibles con una mayor competitividad como tantos países europeos demuestran. Sin duda este no es el camino que nuestro país necesita durante este año y el que viene mientras el paro sube y se aproxima a los 6 millones. La cantinela de la herencia recibida no durará para siempre.
El cuarto consenso es el de la incapacidad europea, hoy, con sus instrumentos y la estrechez del tándem conservador Merkel–Sarkozy de liderar una salida solvente y creíble de la crisis para toda la zona euro. Ni Alemania ni Francia tienen nada que ver con esto, son los partidos que los gobiernan, ambos socios europeos del PP español, los que siguen negando la evidencia, no sólo alguno de los consensos anteriores sino la necesidad de poner en marcha políticas de crecimiento e inversión, alterar los calendarios de reducción del déficit más allá de 2013 y desplegar la batería de instrumentos que llevamos muchos años reclamando incluso cuando todavía gobernaba mi partido.
Buenos días Juan,
ResponderEliminarTu padre compartía despacho en Yanguas y Miranda, y para ese despacho realicé algunos trabajos informáticos.
He leído un artículo en Diario de Noticias
http://www.noticiasdenavarra.com/2012/03/08/vecinos/comarcas/moscoso-califica-en-el-congreso-de-fraudulenta-la-inmatriculacion-de-bienes-por-la-iglesia-catolica
Eres una persona con peso en el PSOE
Creo que en Madrid no podéis hacer nada por el tema, pero en Navarra SI. El Psn-Psoe debiera presentar una propuesta en el Parlamento de Navarra para solicitar la inconstitucionalidad de la Ley por la que se inmatricula, y solicitar la "reversión" de los mas de 1000 bienes de los que la iglesia se ha apropiado. Seguro que seríais mayoría en el Parlamento Navarro.
TU puedes hacer mucho por ello.