martes, 17 de abril de 2012


 

100 DÍAS COMO 100 NOCHES

 




Tribuna publicada en el periódico "Diario de Navarra" el martes 17 de abril de 2012.

La memoria humana es corta y por ello nuestra especie tiende a repetir errores. Por ejemplo el que se produce cuando la soberbia y el orgullo impiden valorar con objetividad la realidad de las cosas. Y ocurre también cuando las estrategias electorales se convierten en un mantra. Pues bien, a pesar de que durante años se repitiera sin cesar que el problema de nuestro país se limitaba a un solo hecho, la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero como Presidente de Gobierno, 100 días han sido suficientes para desmontar esa gran mentira que sin embargo tan buenos réditos electorales dio al Partido Popular (PP). Nunca antes en la España democrática un Gobierno había desaprovechado de esta manera sus primeros 100 días, y nunca antes tampoco había transmitido tan pronto a los ciudadanos la sensación de desorientación y pérdida de rumbo que ha mostrado estos últimos días. Es inevitable pensar que el principal sorprendido es el propio Gobierno, probablemente, como decía antes, el primer gran convencido de que bastaba sacar al gobierno anterior para que las cosas comenzaran a cambiar, de la noche a la mañana, gracias a la superioridad intelectual, moral y técnica de los intrépidos miembros del equipo del Presidente Rajoy. Pues no, y creo que hay dos elementos que resumen muy bien lo sucedido: los resultados electorales en Andalucía y Asturias y la prima de riesgo. Andalucía y Asturias han demostrado que el Gobierno debe abandonar el discurso de la herencia recibida porque ya no cuela. Ha debido ser muy duro comprobar que casi medio millón de andaluces que votaron al PP en noviembre no lo hacían en marzo, en un inmenso porcentaje aterrorizados por el Gobierno que han conocido durante apenas 2 meses y medio. La situación en los mercados con la prima disparada tras la presentación de los Presupuestos Generales ha puesto en evidencia la actitud del PP, que fue insolidario y negligente cuando el Gobierno anterior tuvo que adoptar decisiones muy difíciles, y que ahora comprueba que sus medidas son peor recibidas que las que tanto criticó, y no lo digo yo lo dice toda la prensa internacional. Pero claro, está la herencia recibida, esa crisis internacional provocada por Zapatero que acabó con la mitad de la banca privada mundial, que ha provocado que ningún Gobierno sea reelegido en Europa desde hace varios años –ahora toca Sarkozy-, combinada con esas aldeas rebeldes derrochonas e incontrolables que son las Comunidades Autónomas donde tampoco nunca gobernó el PP. El discurso se ha agotado en 100 días con un presupuesto demagógicamente retrasado en interés del PP que no de nuestro país para intentar gobernar en Andalucía y Asturias, objetivo inútil porque políticamente estaba descontado, y que sólo ha servido para generar desconfianza sobre nuestra economía en los mercados. Claro que 100 días como 100 noches han servido para conocer las intenciones del PP en todo lo que ocultó y negó durante sus años de precampaña y después campaña. Menos derechos para mujeres y trabajadores, recuperación de la moral dictada por la Iglesia Católica para todos y no sólo para los que siguen ese credo, o el retorno del ladrillo como desgravación y a la costas españolas. Más impuestos sólo para los trabajadores, amnistía fiscal para algunos pocos y recortes en sanidad y educación públicas a pesar de lo que dicen los vídeos de María Dolores de Cospedal colgados en Youtube. Una reforma laboral que dinamita el modelo constitucional de diálogo y de relaciones laborales entre empresarios y trabajadores diseñada para facilitar el despido. Y esperpentos como el del ministro de justicia que pretende volver a incluir el aborto en el código penal para acabar con una supuesta violencia estructural contra la maternidad mientras su gobierno en la citada reforma elimina bonificaciones por baja maternal en la seguridad social, proscribe la capacidad de negociar vía convenio los permisos de lactancia, introduce el despido objetivo por enfermedad justificada, o mantiene el recurso en el Tribunal Constitucional contra la Ley de Igualdad. Claro, que con esta herencia…

1 comentario:

  1. Con la salvedad de que de ese periódico únicamente leo los titulares mientras tomo un café, ya había visto tu artículo, tan oportuno en su publicación el mismo día que se aprueba la reforma sanitaria, sobre la que debieras decir algo, ya que afectra a los más desfavorecidos, para variar, por no hablar de los crónicos, etc.
    Únicamente te hago un comentario: No es bueno mezclar churras con merinas, es decir, resultados autonómicos con nacionales, la misma Navarra es un ejemplo de esto, porque los votantes podemos ser más infieles que su Majestad, presuntamente y según la prensa.
    Unn saludo.

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