domingo, 10 de junio de 2012


UN GOBIERNO CAMBIANTE


Artículo aparecido en el diario "ABC" el domingo 10 de junio de 2012.

Aunque parezca que hace mucho que estalló la crisis del sistema financiero español hay que recordar que Rodrigo Rato dimitió hace sólo un mes. Hasta entonces el componente bancario de nuestra particular crisis no aparecía entre las prioridades de actuación del Gobierno, que creyó que con el real decreto de febrero la cosa estaba arreglada. Otra cuestión, la insostenibilidad de las recetas basadas en la austeridad sin contrapartidas de crecimiento, ha protagonizado el debate durante meses. La victoria del socialista François Hollande en Francia ha cerrado esta discusión, a la espera todavía de decisiones relevantes a favor del crecimiento. Aunque la Comisión y el FMI se han sumado a las tesis ganadoras evidenciando cierto aislamiento de Angela Merkel, la opinión de ésta sigue siendo decisiva. El conjunto de la Unión Europea ha tomado conciencia del imposible camino por el que íbamos, tanto España como el resto. Así la cosas, y a la espera de futuros acontecimientos en el Consejo Europeo de este mes hemos sufrido la explosión de la bomba Bankia. Una crisis bancaria que ha pillado completamente desprevenido a nuestro Gobierno y que ha situado a nuestro país como principal preocupación no ya europea sino global. Así, mientras que la dicotomía austeridad-crecimiento era europea la crisis financiera es española. Del mismo modo, frente a un Gobierno equivocado en lo económico ha surgido un Gobierno desarbolado ante la crisis financiera. El contenido y orden de las reformas económicas emprendidas para hacer frente a la crisis de deuda soberana ha sido un grave error, y no sólo por haber olvidado el crecimiento y amenazar nuestro sistema de bienestar, no. El Gobierno ha perdido para siempre lo que en estos tiempos debe cuidarse más, la credibilidad, la capacidad de generar confianza. El retraso de la presentación del presupuesto y los datos ocultos de déficit para las CC.AA., con la del Secretario de Estado Beteta al frente del incumplimiento, dicen poco a favor de este gobierno en Bruselas o en Washington. Pero lo de Bankia ha hecho el resto, más aun tras el segundo decreto de reforma financiera de mayo. El relato de lo ocurrido con esta entidad desde diciembre es espeluznante, demoledor para la imagen del Gobierno fuera de España. Porque, como con el calendario elegido para presentar los presupuestos para 2012 o las cuentas de 2011 de las CCAA, el nuevo Gobierno ha optado por primar lo político antes que lo que la economía necesitaba, en este caso abortando una fusión que hubiese evitado su nacionalización pero que hubiese dado al traste con el proyecto de creación de un gran banco del PP. Pues bien, ese sueño megalómano se acabó y su coste va a ser inmenso.

El Gobierno, mientras, ha ido virando intentando que no se notara demasiado su acercamiento a los planteamientos que simboliza Hollande pero que desde el principal partido de la oposición defendemos con responsabilidad y buena paciencia. Todo está en nuestro programa electoral y forma parte constante del discurso del PSOE. Responsabilidad y paciencia que nos obliga a no hacer lo que vimos en el PP cuando estaba en la oposición, a pesar del abuso de reales decretos sin debate, decisiones opacas, negativa a explicar y conocer el fondo del agujero de Bankia, y múltiples contradicciones ministeriales. Ya sabemos lo que pretendía Cristobal Montoro, “que se hunda España”.

Es un alivio que por fin el Gobierno admita la necesidad de emitir eurobonos y de respaldar políticas de crecimiento. Aunque Merkel no lo quiera hay que insistir, la propuesta de fondo de amortización lanzada por el SPD alemán para respaldar bajo el compromiso de amortización la deuda viva por encima del 60 por 100 del PIB es una buena idea. Ahora hace falta que el Gobierno modifique su estrategia de negociación con Europa, no se equivoque en los mensajes y en los interlocutores y deje su orgullo patrio en casa porque nuestro sistema financiero necesita una solución urgente antes del verano. La reforma del Mecanismo de Estabilidad, ya sea concediéndole una ficha bancaria para que pueda prestar directamente a los bancos, o para hacerlo al FROB al menos en un primer momento, pueden ser el camino. Háganlo.

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