domingo, 2 de diciembre de 2012


30 años de Felipe.



Hoy he asistido al homenaje a Felipe González en el 30 aniversario de su toma de posesión como presidente del Gobierno en 1982. Yo tenía entonces 16 años y a pesar de mi juventud comprendí bien la profundidad y trascendencia del cambio que significaba para nuestro país. Y así fue. Felipe lideró al partido y al gobierno con maestría, como nunca nadie lo ha hecho en estos años de democracia.

El acto que ha protagonizado Felipe González junto a nuestro Secretario General, Alfredo Pérez Rubalcaba, y nuestra compañera María González Veracruz, y en el que han participado la inmensa mayoría de ministros de los gobiernos de Felipe, ha sido un éxito.

Hoy quiero homenajear también a mi padre, a Javier Moscoso del Prado, ministro de la Presidencia en aquel gobierno, lo fue durante toda la legislatura. Un hombre sabio y bueno que lo ha sido todo en esta democracia en los 3 poderes el Estado -ministro, diputado en 3 legislaturas, fiscal general del Estado, vocal del Consejo General del Poder Judicial, entre otras responsabilidades-. Todo un ejemplo para mí, que siempre supo estar y que también supo marcharse cuando le tocó hacerlo, con dignidad y con la cabeza bien alta. Hoy a sus 78 años sigue trabajando a tope como siempre lo ha hecho, demostrando la importancia que tiene tener una profesión al margen de la política.

El miércoles le acompañé al hotel en el que El País había convocado a los viejos rockeros de Felipe y nos sacaron esta magnífica foto a los tres.

Hoy el reto al que se enfrenta en PSOE es similar al que asumió Felipe en la transición para convertir al partido en una fuerza de vocación mayoritaria, primero, y lograr llegar a la Moncloa después. Hoy Felipe nos ha dicho que es preciso recuperar nuestro proyecto para que sea capaz de impulsar las reformas necesarias para los próximos 25 o 30 años. Nos toca hacerlo a nosotros, nadie lo hará, ha dicho.

Como también ha dicho hoy nuestro Secretario General, al PSOE le toca ahora, como en el 82, definir el proyecto para conquistar el mejor futuro para este país.

Lo vamos a hacer, tal y como hizo Felipe que antes de lograr el triunfo en 1982 transformó el proyecto, el partido, los equipos, adaptó a un PSOE que venía de la clandestinidad a una democracia incipiente, tuvo que optar por qué decisiones estratégicas priorizaba –consolidación de las instituciones democráticas acosadas por el golpismo y el terrorismo, reforma de la economía en plena crisis, Europa…-, en unos tiempos aún más difíciles que los actuales.

Ahora también vamos a transformar nuestro partido y su manera de funcionar, su modo de relacionarse con la sociedad. Y vamos también a adaptar nuestro proyecto a la realidad en la que vivimos respetando fielmente nuestros principios y valores.

Modernizar, abrir, renovar, transformar, airear nuestras obsoletas agrupaciones, ser transparentes, recuperar confianza y credibilidad, reflexionar sobre nuestra trayectoria, plantear un proyecto riguroso, abrirnos a la sociedad, convocar primarias abiertas, todo ello lo vamos a hacer sin cortapisa alguna, sin limitaciones, con valentía, porque es lo que la sociedad nos exige para que vuelva a haber lo antes posible un nuevo periodo de gobiernos socialistas. Un nuevo proyecto de transformación de España y de Europa conforme a la realidad de hoy y a lo que la sociedad actual nos exige. El que crea que no lo vamos a lograr simplemente se equivoca.

2 comentarios:

  1. Juan, parece claro que hoy más que nunca es necesario un programa unitario de progreso que represente las necesidades de la sociedad. Te invito a leer los comentarios de mi blog con opiniones sencillas. Salud
    http://el-pinto.blogspot.com.es/

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  2. "Supo marcharse cuando le tocó hacerlo (...) demostrando la importancia que tiene tener una profesión al margen de la política". A ver si cunde el ejemplo... no sólo en los partidos.

    "Modernizar, abrir, renovar, transformar, airear nuestras obsoletas agrupaciones..." ¿Crees que todo eso se puede hacer sin cambiar ya de líder? Leo eso y veo a Rubalcaba que ya estaba con Felipe... Entenderé que no respondas.

    ¡Qué país! que sólo recuerda a Moscoso por los "moscosos".

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